“Nuestros países no están unidos sólo por la geografía. También nos unen nuestros intereses y valores comunes, nuestro profundo respeto por los derechos humanos y la dignidad humana, nuestro compromiso con el estado de derecho y nuestra devoción por la democracia”.
Con estas palabras, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, se dirigió a los funcionarios del continente que están participando en la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, que comenzó este martes en Brasilia.
Los dichos del jerarca militar de la administración que encabeza Joe Biden aludieron directamente al presidente brasileño, el excapitán Jair Bolsonaro, quien desde hace mucho tiempo y en varias oportunidades cuestionó al sistema y también a las autoridades electorales de su país. Incluso la semana pasada, en una acción inédita en el mundo diplomático, el mandatario ultraderechista llegó al extremo de convocar a decenas de embajadores con representación en Brasilia a un evento en el que habló, sin prueba alguna, sobre las deficiencias del sistema y criticó el uso de las urnas electrónicas, que en Brasil se utilizan desde 1996.
Bolsonaro se postulará a la reelección en las elecciones del 2 de octubre por el Partido Liberal y está segundo en todas las encuestas de intención de voto, que dan primero al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, candidato de una coalición de sectores políticos que lidera el Partido de los Trabajadores. En más de una ocasión el actual presidente dejó dudas acerca de si respetaría el resultado de las elecciones y también muchas veces, hablando sobre los comicios, invocó al Ejército en un claro tono de amenaza de golpe de Estado.
Según recordó el portal Carta Capital, cuando anunció el viaje de Austin a Brasil para participar en la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, el Pentágono emitió un comunicado en el que declaró que el secretario “apoyará la afirmación del papel de los militares en una sociedad democrática, incluido el respeto por las autoridades civiles, los procesos democráticos y los derechos humanos”.
La postura de Austin refuerza el discurso que está teniendo el gobierno de Biden respecto de la situación política brasileña. La semana pasada el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, afirmó que el sistema electoral de Brasil es un “modelo” para otros países, según informó el portal Poder360.
“Las elecciones fueron conducidas con éxito por el sistema electoral e instituciones democráticas de Brasil durante muchos años, por lo que es un modelo para las naciones, no sólo en este hemisferio sino más allá”, dijo el vocero estadounidense.
En la apertura del cónclave, este martes en Brasilia, el ministro de Defensa brasileño, el general Paulo Sérgio Nogueira, dijo que su país respeta la Carta Democrática Interamericana y la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), dos documentos que defienden la democracia en la región.
“De parte de Brasil, expreso respeto por la Carta de la Organización de los Estados Americanos, la OEA y la Carta Democrática Americana, en sus valores, principios y mecanismos”, expresó Nogueira, según lo consignado por Folha de São Paulo.
Aprobada en 2001, la Carta Democrática expresa que los pueblos de la región tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de “promoverla y defenderla”. El texto también dice que la democracia es fundamental para el desarrollo social, político y económico de la región.