El portugués António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se reunió este jueves en la ciudad de Lviv, la más grande del oeste de Ucrania, con el presidente de ese país, Volodímir Zelenski, y con el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan. Los jerarcas se encontraron para dialogar sobre el acuerdo para exportar cereales ucranianos, la “necesidad de una solución política al conflicto” entre ese país y Rusia, y la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia, dijo el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
Al finalizar el encuentro, en una conferencia de prensa conjunta, Guterres se refirió a Zaporiyia y dijo que “la instalación no debe ser utilizada como parte de ninguna operación militar”. Agregó que “se necesita con urgencia un acuerdo para restablecer Zaporiyia como infraestructura puramente civil y garantizar la seguridad de la zona”.
El diplomático lusitano afirmó que la secretaría a su cargo tiene la capacidad de apoyar una misión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en Zaporiyia, siempre y cuando Rusia y Ucrania estén de acuerdo, informó la agencia Efe. “Una misión de investigación debe tener libertad para encontrar los hechos. El equipo debe ser capaz de recopilar y analizar la información necesaria. Eso significa acceso seguro, protegido y sin restricciones a personas, lugares y pruebas sin interferencia de ninguna de las partes”, dijo el secretario general.
Zelenski había pedido a Guterres que la ONU garantice la desmilitarización de la planta nuclear para evitar “consecuencias globales catastróficas”. Pero Rusia considera que “las propuestas de desmilitarizar una zona en torno a la central nuclear de Zaporiyia son inaceptables”, según dijo el portavoz de la cancillería rusa, Iván Necháev. El representante del Kremlin argumentó que aplicarlas volvería “la central nuclear mucho más vulnerable”. Por otra parte, Necháev se manifestó a favor de una visita de inspectores de la OIEA al lugar.
Este jueves, Rusia comunicó que podría suspender el funcionamiento de la central nuclear si los ataques ucranianos en la zona no se detienen. Moscú acusa a las fuerzas de Kiev de bombardear el entorno de Zaporiyia para evitar su normal funcionamiento y responsabilizar luego a Rusia por esas consecuencias. “En caso de que se desarrolle negativamente la situación relacionada con el bombardeo de la central nuclear por parte de Ucrania, se puede estudiar poner los reactores 5 y 6 en reserva en frío, lo que conducirá al cierre de la central nuclear de Zaporiyia”, dijo Igor Kirillov, comandante de las tropas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia. En su conferencia de prensa, Guterres se refirió también a la situación de seguridad alimentaria y dijo que “no habrá solución a la crisis alimentaria mundial sin garantizar el pleno acceso a los productos alimenticios de Ucrania y los alimentos y fertilizantes rusos”.
Está previsto que Guterres visite también Odesa, uno de los puertos desde donde se reanudó la exportación de cereales ucranianos gracias a un acuerdo entre Kiev y Moscú gestionado por Turquía y la ONU. Odesa está en alerta, ya que está sufriendo esporádicos ataques por parte del Ejército ruso.
De acuerdo con la agencia rusa TASS, dirigentes prorrusos de Energodar, ciudad cercana a Zaporiyia en la que se encuentra la planta nuclear en cuestión, criticaron el hecho de que Guterres visitara Lviv y Odesa. Uno de ellos, Vladimir Rogov, jefe de la administración de esa ciudad, dijo que esto “demuestra claramente que él juega de un lado, de un lado muy concreto”. Reclamó que el funcionario visite “Jersón, Melitópol o Energodar”, ciudades bajo control ruso, “para ver cómo los bombardean los militantes de Zelenski” y después “preguntarle sobre estos hechos” al presidente ucraniano.
Luego de su visita a Odesa, según informó AFP, Guterres viajará a Turquía para visitar el Centro de Coordinación Conjunta creado en ese marco para supervisar el cumplimiento del acuerdo. La ONU informó que en los primeros 15 días de agosto salieron desde Ucrania 563.317 toneladas de materias primas agrícolas, entre ellas 451.481 toneladas de maíz, cuyos principales destinos fueron Turquía, Irán y Corea del Sur.
Guterres dijo que espera que este acuerdo sobre la salida de cereales de Ucrania sea “sólo el principio” y consideró que el “hito positivo en el frente alimentario refleja una victoria de la diplomacia”, informó la agencia DPA.
Sin embargo, los combates continúan. Antes de la visita de Guterres a Ucrania, una serie de ataques rusos en la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania, dejaron 17 muertos, entre ellos tres niños, y 35 heridos, según informaron autoridades locales. Misiles rusos impactaron en edificios de viviendas. Si bien Rusia reconoció el ataque contra Járkov, afirmó que tenía como blanco un punto donde se encontraban mercenarios extranjeros, aunque, según los ucranianos, los misiles rusos impactaron en edificios de viviendas.