Los hechos de violencia registrados en los últimos días en algunos estados de México, donde se incendiaron negocios y se quemaron vehículos para bloquear calles, no son actos de terrorismo interno, sino acciones de propaganda de grupos dedicados al narcotráfico que intentan demostrar su fuerza, según el gobierno mexicano.

El secretario de Gobernación –un cargo equivalente al de un ministro del Interior–, Adán Augusto López, definió esos actos como propagandísticos. “No son atentados terroristas, no hay que magnificar los hechos, no debe de verse más allá de la propaganda”, manifestó. Según citó el portal Animal Político, López dijo que “el Estado no lo quiere minimizar, pero desde luego hay una estrategia para el combate de la inseguridad que está dando resultados”, y aseguró que el delito “está a la baja” en México.

López explicó lo ocurrido como una consecuencia del impacto de esa política y dijo que “cuando se combate la violencia, no estamos exentos de que haya estas reacciones”. De todos modos, López afirmó que incluso con la caída del delito que registra el gobierno, “hay que reforzar la estrategia para disminuirlo al mínimo”.

También el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, se refirió a un debilitamiento de los grupos criminales que se refleja en estos hechos violentos. “Quieren sentirse fuertes y generan violencia para que puedan mandar mensajes de que aún son fuertes, cuando poco a poco se ha minado esta estructura delincuencial”, señaló.

El fin de semana el gobierno envió fuerzas de seguridad al estado de Baja California debido a la ola de violencia que, sumada a la que se dio en otros estados, dejó 11 muertos, además de numerosos daños materiales.

Los hechos fueron atribuidos al cartel Jalisco Nueva Generación, una de las principales organizaciones dedicadas al narcotráfico en el país. También en Jalisco, Guanajuato y Chihuahua hubo hechos violentos vinculados con el narcotráfico en los últimos días.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador resumió los hechos, según citó el diario La Jornada: “Causaron pérdidas de vidas humanas en Jalisco, por enfrentamientos; en Guanajuato, pocos; y donde hubo más pérdida de vidas humanas, muy lamentable porque fue población inocente, o sea, personas que no están metidas en actividades ilícitas, ciudadanos inocentes, fue en Juárez, porque ahí sí dispararon a la gente”. Afirmó que a diferencia de esos lugares, en Tijuana y Ensenada, dos ciudades en el estado de Baja California, lo ocurrido “fue más propaganda, o sea, quema de vehículos y otras actividades que afortunadamente no significaron la pérdida de vidas humanas”.

En la habitual conferencia de prensa que brinda cada mañana, el presidente mexicano manifestó: “Están exagerando nuestros adversarios [...] Está como montado, es propagandístico. No hay ningún problema mayor, pero sí quieren agarrar esa bandera de la violencia”.

“Vamos bien, no se dejen manipular”, insistió López Obrador, y dijo que los “opositores, los conservadores corruptos [...] ayudan en la propaganda negra”. El presidente afirmó que hay “gobernabilidad y estabilidad” en el país.

Como consecuencia de la violencia de los últimos días, activistas y organizaciones civiles pidieron el lunes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que declare una situación de conflicto interno en México y tomen medidas para asistirlo. Según informó la agencia Efe, en un acto frente al Museo de Memoria y Tolerancia, en el centro de Ciudad de México, cuatro activistas pertenecientes a asociaciones de víctimas de la violencia o militantes independientes hicieron ese llamado. Estuvieron presentes Kenya Cuevas, fundadora de la Casa de las Muñecas Tiresias; Cecilia Patricia Flores, de Madres Buscadoras de Sonora; Renata Villarreal, de Marea Verde, y Bryan LeBaron, integrante de una familia de mormones que sufrió el asesinato de varios de sus miembros en 2019.

“Los grupos armados ilícitamente que se oponen y confrontan con el Estado mexicano se han diversificado, han ido incrementando con el tiempo su poder armamentista, económico y social, y se han apoderado de gran parte del territorio que comprende la nación, pues según lo reportado en el estudio realizado por el Congressional Research Service, entre 30% y 35% es un ‘espacio no gobernado’, es decir, ausencia del Estado de derecho mexicano”, manifestaron en una carta.