El gobierno alemán aprobó este martes el envío de tanques Leopard a Ucrania, tal como lo pedía el gobierno de Volodímir Zelenski, y también dio su aprobación a que terceros países que son propietarios de esos vehículos de guerra los hagan llegar. Así lo informaron la agencia DPA y diarios como Der Spiegel y Bild, aunque el gobierno no hizo un anuncio oficial.
Por varias semanas Alemania había recibido presiones de sus aliados occidentales, en particular de Polonia y los países bálticos, para que aportara ese tipo de tanques a Ucrania. El asunto fue central en la reunión del viernes del Grupo de Contacto para Ucrania en Ramstein, Alemania, aunque el encuentro terminó sin acuerdo.
Los tanques que serán enviados pertenecen al Ejército alemán, aunque también los tienen otros países como Polonia, que ya anunció que pedirá formalmente permiso para enviarlos a Ucrania. Como los tanques son de fabricación alemana, su exportación puede ser vetada por Berlín, señaló la agencia Efe.
El canciller alemán, Olaf Scholz, había argumentado que era necesario un acuerdo general con los miembros de la OTAN, y en particular con Estados Unidos, que tampoco envió todavía sus tanques más poderosos a Ucrania. Según informó The Wall Street Journal este martes, Washington se inclinaría ahora a la posibilidad de enviar sus tanques Abrams a ese país. Sin embargo, el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, Pat Ryder, dijo este martes en conferencia de prensa que “por el momento” el Pentágono no tenía ningún anuncio que hacer sobre esas informaciones publicadas en la prensa.
La semana pasada, el Pentágono dijo que no tiene sentido mandar tanques Abrams a Ucrania por razones de mantenimiento. La subsecretaria de Prensa del Departamento de Defensa, Sabrina Singh, afirmó que el tanque Abrams “requiere de combustible para aviones, mientras que los Leopard y los Challenger [que enviará Reino Unido] tienen un motor diferente, necesitan diésel, son un poco más fáciles de mantener”.
El tipo de tanque que podría enviar Alemania, el Leopard 2, pesa 60 toneladas y puede disparar a blancos a una distancia de hasta 5.000 metros. Tiene capacidad de atravesar ríos de hasta cuatro metros de profundidad y de alcanzar una velocidad de hasta 70 kilómetros por hora.
Según informó Efe, esos blindados surgieron de un proyecto conjunto con Estados Unidos que se interrumpió en 1969, pero tanto Washington como Berlín siguieron trabajando en la misma dirección a partir de la idea de fabricar un tanque que tuviera movilidad, protección y capacidad de combate. De allí surgieron el Leopard 2 y el Abrams. Los dos fueron desarrollados pensando en la Guerra Fría y en una posible confrontación en el entorno de la frontera alemana.
La primera vez que los Leopard 2 se utilizaron en una guerra fue en Kosovo, y luego Dinamarca y Canadá los usaron en Afganistán. Más tarde, Turquía los usó en el norte de Siria.
Este martes un grupo de senadores demócratas y republicanos estadounidenses pidieron a Alemania que envíe los tanques “cuanto antes” y consideraron que el actual es un momento crucial en el campo de batalla. “Los tanques Leopard pueden ser decisivos”, dijo en conferencia de prensa el senador republicano Lindsey Graham, que el fin de semana viajó a Ucrania y se reunió con Zelenski. Afirmó que los ucranianos hoy “tienen más determinación que nunca” y “no van a ceder ni una pulgada de su territorio a los rusos”.
Richard Blumenthal, senador demócrata que viajó con Graham a Ucrania, dijo que “Rusia está preparando una contraofensiva gigante” y que “los ucranianos pueden ganar si tienen las herramientas necesarias, empezando por los tanques”.