17 muertos y 73 heridos es el saldo que reportó en la mañana del martes la Dirección Regional de Salud de Puno, al sur de Perú, luego de las protestas y enfrentamientos en esa ciudad entre la Policía y quienes exigen a la presidenta Dina Boluarte un llamado a elecciones adelantadas y la liberación del expresidente Pedro Castillo.

Las víctimas sufrieron impactos de bala y perdigones en las inmediaciones del aeropuerto Inca Manco Cápac de la ciudad, según consigna La República de Perú, que agrega que durante horas la Policía se enfrentó a los manifestantes que pretendían ingresar al aeropuerto para expulsar a los efectivos militares que llegaron desde Lima como refuerzos ante las protestas.

Por su parte, el ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, dijo en un mensaje en el Palacio de Gobierno que 75 policías fueron heridos durante las protestas, algunos con heridas por armas de fuego, pero no brindó más detalles.

El lunes por la noche también habló el primer ministro, Alberto Otárola, quien lamentó las muertes ocurridas en Puno, pero afirmó que la Policía se enfrentó a unas 2.000 personas que intentaron tomar el aeropuerto de Juliaca. “Fue un ataque organizado, sistemático, de vandalismo y de actividades violentas contra instituciones de Puno”, señaló, según consigna la BBC.

El primer ministro adelantó que este martes viajará a Puno junto a “una delegación de alto nivel del Ejecutivo, buscando diálogo y llevando medicinas. Por favor, permitan que lleguen las medicinas a Puno”, dijo y resaltó que lo sucedido fue “un ataque al Estado de derecho”.

Enfrentamientos en Juliaca, el 9 de enero.

Enfrentamientos en Juliaca, el 9 de enero.

Foto: Stringer, Efe

Con las muertes de este lunes la cifra de fallecidos durante las protestas en Perú ascienden a 39. Las manifestaciones comenzaron luego de la destitución por “incapacidad moral” y detención de Castillo, quien permanece en prisión preventiva durante 18 meses, esperando un juicio por el delito de rebelión, después de que intentara dar un golpe de Estado el pasado 7 de diciembre.

Según datos de la Defensoría del Pueblo, durante toda la jornada se registraron movilizaciones en el país, con paros y bloqueos de calles en 25 de las 195 provincias de Perú. Los bloqueos de carreteras se concentraron en seis regiones del país: Apurímac, Cusco, Madre de Dios, Amazonas, Arequipa y Puno. Está previsto que desde el miércoles al viernes una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegue a Perú para evaluar la situación del país.

Boluarte dijo no entender a los manifestantes

Mientras la Policía se enfrentaba a los ciudadanos en Puno, en Lima se llevaba adelante una reunión del Acuerdo Nacional, encabezado por la presidenta Boluarte, para definir los próximos pasos que el Poder Ejecutivo llevará adelante. Sin embargo, cuando el gobernador regional de Puno informó la cifra de fallecidos, la sesión se suspendió.

El secretario técnico del Acuerdo Nacional, Max Hernández, sostuvo en declaraciones a la prensa consignadas por La República que en esa sesión estuvieron presentes los miembros del Consejo de Estado y la casi totalidad de los gobernadores regionales. “En un momento determinado, la intervención virtual del gobernador de Puno trajo la noticia de lo que estaba ocurriendo en esa región y [del número] los muertos. En esas circunstancias no podíamos continuar con la sesión. Tendremos una nueva convocatoria”, dijo Hernández.

Al inicio de la sesión, a Boluarte se le informó sobre el primer fallecido en la zona de Puno. Ante eso, se dirigió a la ciudadanía y a sus colegas del Poder Ejecutivo y dijo no entender los motivos por los cuales se manifiestan.

“Me acaban de comunicar que acaba de fallecer un civil en Puno. Hermanos de Puno, hermanos de donde todavía se están levantando, ¿en protesta de qué? No se está entendiendo claro lo que están pidiendo”, dijo la presidenta. Según Boluarte, los manifestantes tienen una plataforma de cuatro puntos políticos: que se adelanten las elecciones presidenciales, que se cierre el Congreso, que ella presente su renuncia y que se libere a Castillo. Ante estos planteos Boluarte respondió: “No está en mis manos, lo único que estaba en mis manos era el adelanto de elecciones y ya está ahí en el Congreso para una segunda votación”, argumentó.