Ecuador vota el domingo en unas elecciones que fueron marcadas por la violencia. Los inéditos despliegues de seguridad que se instalaron en la campaña electoral antes de la primera vuelta, cuando fue asesinado el candidato a la presidencia Fernando Villavicencio, se mantienen en las apariciones públicas de los postulantes al balotaje. Tanto la candidata correísta, Luisa González, como el empresario Daniel Noboa recurren a chalecos antibalas y dispositivos de custodia reforzados.

El ministro del Interior, Juan Zapata, informó la semana pasada que Andrés Arauz, compañero de fórmula de González por el partido Revolución Ciudadana, tiene asignados 25 policías para su seguridad. A su vez, Verónica Abad, la candidata a la vicepresidencia por Acción Democrática Nacional, el partido de Noboa, cuenta con 23.

A esos funcionarios se agregan funcionarios militares, que también están asignados a la protección de los candidatos a la presidencia. El Observatorio Ciudadano de Violencia Política manifestó que estas elecciones fueron las más violentas en la historia del país, informó el medio ecuatoriano Primicias. Además de asesinatos, se registraron atentados, amenazas, secuestros y asaltos, que en total suman 88 casos.

A dos meses de la muerte de Villavicencio, su crimen volvió a la campaña electoral esta semana, después de que seis ciudadanos colombianos detenidos por el caso aparecieran muertos, aparentemente ahorcados, en la Penitenciaría del Litoral, la mayor cárcel del país, en Guayaquil. Un séptimo detenido murió en otra prisión, El Inca, en el norte de Quito.

Villavicencio fue atacado a tiros cuando salía de un acto de campaña en Quito, después de que subiera a un auto, el 9 de agosto.

Días antes, el dirigente dijo que había sido amenazado por la banda Los Choneros. Sin embargo, según señaló la agencia Efe, las investigaciones que se llevaron a cabo en los celulares de los sospechosos apuntan a la cárcel de Latacunga, que es controlada por otra banda, Los Lobos.

El candidato que quedó en lugar de Villavicencio para la primera vuelta, el periodista Christian Zurita, había dicho que al Partido Social Cristiano y al correísmo no les convenía que el dirigente asesinado siguiera en campaña. Pero el domingo Zurita dirigió sus acusaciones directamente al gobierno de Rafael Correa, que fue presidente de 2007 a 2017.

“Testimonio adelantado del único testigo que les faltó matar (y que se encontraba protegido) señaló bajo juramento que los responsables del asesinato de Fernando Villavicencio es el 'Gobierno de Correa'”, dijo en la red social X. “El valor pactado con los sicarios para acabar con la vida de Fernando fue de 200.000 dólares”, agregó Zurita.

Al respecto, la Fiscalía General se limitó a informar que “se receptó el testimonio anticipado de un testigo de los hechos, quien bajo juramento narró -entre otras cosas- los preparativos y montos ofrecidos por los autores intelectuales”. Comunicó también que “señaló a quienes habrían dado la orden para cometer el crimen”.

La Fiscalía General de Ecuador está a cargo de Diana Salazar, que antes actuó como fiscal en el caso en el que Correa fue condenado a ocho años de cárcel por corrupción.

Ya en la primera vuelta, el exgobernante, que reside en Bélgica, afirmó que las acusaciones vinculadas con el caso Villavicencio tenían como propósito perjudicar a Revolución Ciudadana e impedir que González fuera electa en esa instancia.

Esta semana Correa dijo que sus rivales políticos impulsan un “tremendo fraude procesal” a unos días del balotaje. Afirmó también en su cuenta de X que al testigo “le han ofrecido todas las garantías para crear este falso positivo”.

“Se lo dijimos: asesinan a Villavicencio, retrasan un mes la indagación previa, matan a todos los sicarios excepto a uno, a quien tienen en un cuartel militar y lo hacen acusarnos el 10 de octubre, cinco días antes de las elecciones. Cualquier cosa con tal de impedir nuestra victoria”, escribió Correa.

Ecuador llega a la segunda vuelta del domingo sin un ganador seguro. Según cuatro de las últimas cinco encuestas avaladas por el Consejo Nacional Electoral y publicadas después del debate presidencial del 1º de octubre, Noboa tiene una ventaja sobre González. Dos de esos sondeos lo colocan cinco y 12 puntos sobre su rival, respectivamente.

Pero según señaló Primicias, los otros dos concluyen que la diferencia se encuentra dentro de un empate técnico entre ambos candidatos, y una quinta encuesta, de la consultora Maluk Research, coloca a González dos puntos por encima de Noboa.