El gobierno estadounidense anunció la suspensión temporal de algunas de las sanciones comerciales que aplicaba a Venezuela. El Departamento del Tesoro emitió una licencia según la cual se autorizarán transacciones de petróleo y gas venezolano por los próximos seis meses. Un segundo permiso general autoriza también negocios con la empresa estatal de extracción de oro Minerven, pero no se especificó un límite de tiempo.
Además, la modificación de otras dos licencias significa que ya no se prohibirá la negociación secundaria de determinados bonos soberanos venezolanos, así como de deuda y capital de la corporación petrolera estatal PDVSA, informó Deutsche Welle. En cambio, permanecerá en vigor la prohibición de negociar en el mercado primario de bonos venezolanos.
Washington tomó la decisión después de que el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana se pusieron de acuerdo sobre las condiciones básicas para las próximas elecciones presidenciales, previstas para 2024. El oficialismo y la alianza opositora Plataforma Unitaria Democrática firmaron el martes un acuerdo que promete que todos los candidatos tendrán acceso a medios públicos y privados, garantiza su movimiento libre y seguro y habilita la participación de observadores internacionales en los comicios. Además, los partidos acordaron actualizar sus padrones de votación para que se respeten los derechos de voto de los venezolanos que viven en el extranjero.
Sin embargo, todavía hay desacuerdo con respecto a la situación de María Corina Machado, la candidata a la presidencia favorita de la oposición, que está inhabilitada para postularse a cargos públicos. El gobierno manifestó que el acuerdo no incluye el fin de las inhabilitaciones dispuestas por entidades estatales.
Según informó Reuters, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró que el gobierno venezolano tiene plazo hasta finas de noviembre para empezar a levantar prohibiciones a candidatos presidenciales de la oposición y a liberar los dirigentes políticos presos, así como a tres estadounidenses que actualmente están “detenidos injustamente”. Blinken confirmó que el gobierno venezolano debe “definir un cronograma y un proceso específicos para la reintegración acelerada de todos los candidatos”.
Unas horas después del anuncio, el gobierno venezolano liberó a cinco presos, según el negociador jefe de la oposición, Gerardo Blyde.
Funcionarios estadounidenses manifestaron que las sanciones podrían ser restablecidas si el gobierno de Maduro no cumple su parte del acuerdo. El Departamento del Tesoro afirmó también que “está preparado para modificar o revocar autorizaciones en cualquier momento, en caso de que los representantes de Maduro no cumplan con sus compromisos”.
El presidente venezolano expresó su deseo de que su país esté “libre de sanciones”. “Paso a paso tenemos que consolidarlo” y “exigir el levantamiento completo de todas las sanciones”, dijo Maduro, según Associated Press.
“A Estados Unidos de Norteamérica yo les digo: hemos querido siempre relaciones y queremos relaciones de respeto en la diversidad. Cesen la visión intervencionista que se ha manejado en distintas etapas sobre Venezuela y América Latina, pasemos la página, reconstruyamos una relación de respeto, de cooperación”, por la “convivencia de todo el hemisferio occidental”, agregó Maduro.
Aunque el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, reconoció que la decisión es “un muy buen primer paso”, expresó su opinión de que “lo que sería lógico es que no hubiera necesidad de estar produciendo licencias, que no hubiera necesidad de estar haciendo esto de forma progresiva”.
El gobierno venezolano afirma que varios países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Panamá y miembros de la Unión Europea han impuesto más de 900 sanciones a Venezuela desde 2015. En 2019, Amnistía Internacional criticó las sanciones, especialmente las de Estados Unidos, argumentando que serían dañinas para la población en general porque socavarían los derechos de los venezolanos a la comida y la salud, y empeorarían la crisis humanitaria.