El hospital Bautista Árabe Al-Ahli, ubicado en el barrio Al Zeitún, en la ciudad de Gaza, fue blanco este martes de un brutal ataque que costó la vida de al menos 500 personas y heridas de diversa consideración a centenares, de acuerdo a lo que informaron autoridades sanitarias de la Franja de Gaza.
En el centro de salud, que es propiedad de la iglesia anglicana, no sólo había médicos, otros funcionarios, pacientes y familiares, sino que el lugar, por considerarse seguro, había sido elegido por centenares de personas para refugiarse de los constantes ataques israelíes que están cayendo sobre la zona desde que comenzó la guerra, hace ya diez días.
Las reacciones al brutal ataque no demoraron en llegar. Inmediatamente después de enterarse del hecho, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, retornó a Ramala, la capital de Cisjordania, desde la ciudad jordana de Amán, donde horas antes se había reunido con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Abbas se iba a reunir en la misma ciudad con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que llegará este miércoles a la región, pero voceros del gobierno palestino anunciaron que este encuentro fue cancelado.
La misma decisión adoptaron el rey de Jordania, Abdalá II, y el presidente de Egipto, Abdelfatah El-Sisi, quienes iban a participar en un encuentro junto a Abbas y Biden.
Horas más tarde, ya entrada la noche en Medio Oriente, el presidente Abbas habló en un discurso emitido por la televisión palestina en el que dijo que el gobierno israelí “no tiene líneas rojas” y definió el ataque contra el hospital como un “espantoso crimen de guerra”.
El mandatario palestino, de 87 años, confirmó además que no se reunirá con el presidente estadounidense y dijo que “dada la masacre que tuvo lugar esta noche” decidió regresar a Cisjordania para estar con su pueblo, de acuerdo a lo que consignó la cadena panárabe con sede en Qatar Al Jazeera.
“No abandonaremos nuestra patria ni permitiremos que nadie nos expulse”, agregó el también líder de Fatah. Desde Israel se negó la responsabilidad en el ataque.
En una conferencia de prensa con corresponsales de medios extranjeros, el vocero del Ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó que “los servicios de inteligencia que tenemos en nuestras manos de algunas fuentes indican que la Yihad Islámica es responsable del lanzamiento fallido de un cohete que impactó en el hospital de Gaza. Repito, esta es la responsabilidad de la organización Yihad Islámica, que mató a inocentes en el hospital de Gaza”.
Desde la organización palestina negaron cualquier vinculación con los hechos.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, escribió en su cuenta de X: “El mundo entero debe saberlo: fueron terroristas bárbaros de Gaza los que atacaron el hospital de Gaza y no el Ejército de Israel. Quienes asesinaron brutalmente a nuestros hijos también asesinan a sus propios hijos”.
Pero los dichos de Netanyahu fueron refutados en duros términos por el embajador palestino ante la Organización de las Naciones Unidas, Riyad Mansour. El diplomático acusó a Netanyahu de ser un “mentiroso” por intentar responsabilizar a otros por el mortífero ataque al hospital de Gaza.
En numerosos lugares del mundo árabe y musulmán hubo masivas y espontáneas manifestaciones populares luego de conocida la noticia. En varias ciudades de Cisjordania miles de personas salieron a las calles a protestar, pidiendo la renuncia del presidente Abbas. Además, una multitud rodeó la embajada israelí en Amán, la capital jordana, y lo mismo sucedió en Estambul.
En Beirut, la capital libanesa, las protestas se centraron en la embajada de Estados Unidos, donde la Policía tuvo que tirar gases para despejar a la multitud que allí se había congregado.
Las expresiones de rechazo al ataque se multiplicaron con el correr de las horas, y uno de los líderes mundiales que se expresaron sobre el tema fue el presidente francés, Emmanuel Macron. “Nada puede justificar el ataque a un hospital. Nada puede justificar atacar a civiles. Francia condena el ataque al hospital árabe Al-Ahli en Gaza, que tantas víctimas palestinas causó. Nuestros pensamientos están con ellos. Hay que arrojar toda la luz sobre las circunstancias de los hechos”, expresó el mandatario galo.
En una línea similar se manifestó James Cleverly, secretario de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, quien dijo que su país trabajará con sus aliados para “descubrir qué pasó” en el hospital de Gaza atacado.
En sus redes sociales, Cleverly describió la destrucción del hospital como “una pérdida devastadora de vidas humanas”, y que Reino Unido ha sido “claro” en que “la protección de la vida de los civiles debe ser la prioridad”.