Las tropas del Ejército israelí rodearon este jueves la ciudad de Gaza, donde iniciaron operaciones ofensivas, según anunció el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi.
“Hemos avanzado otra etapa significativa en la guerra. Nuestras fuerzas están en el corazón del norte de Gaza, operando en la ciudad de Gaza”, dijo, según el diario The Times of Israel. Halevi agregó que ese avance militar en el terreno es acompañado por “inteligencia precisa, con fuego desde el aire y el mar”.
Consultado sobre la situación crítica que atraviesan los servicios de salud en Gaza, el jerarca militar se manifestó dispuesto a permitir el ingreso de combustible a ese territorio, donde distintas organizaciones humanitarias denuncian que hace falta y que es indispensable para el funcionamiento de los hospitales y de las plantas desalinizadoras de agua. Sin embargo, Halevi negó que se haya agotado.
La oficina del primer ministro israelí reiteró más tarde que no autorizó el ingreso de combustible a Gaza, según citó la agencia Efe. El gobierno de Benjamin Netanyahu argumenta que impide ese suministro para evitar que el combustible llegue a milicianos de Hamas.
Por otra parte, un comunicado del Ejército israelí manifestó que mató este jueves a más de 130 combatientes de Hamas, y atacó “varios centros de mando y control militares” del grupo, así como puestos de observación e “infraestructura terrorista deliberadamente ubicada en zonas civiles”.
De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, los muertos en ese territorio palestino desde que comenzó esta guerra superaron ya los 9.000 y hay 32.000 personas heridas.
Sólo en los bombardeos que lanzó Israel martes y miércoles contra el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, murieron 195 personas y 777 sufrieron heridas, según las autoridades de salud gazatíes. Además, otras 120 personas están desaparecidas bajo los escombros.
Israel afirma que en ese ataque mató a un comandante de Hamas y a medio centenar de milicianos que se encontraban en túneles subterráneos. A su vez, un portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, dijo que en ese bombardeo murieron siete rehenes secuestrados por ese grupo.
“Atacar un campo donde se refugian civiles, incluidos mujeres y niños, es una flagrante violación de las reglas de proporcionalidad y distinción entre civiles y combatientes”, manifestaron en un comunicado siete expertos de la Organización de las Naciones Unidas.
“Estamos convencidos de que el pueblo palestino está en grave riesgo de sufrir un genocidio”, advirtieron, y agregaron que “los aliados de Israel tienen también responsabilidad y deben actuar para evitar este desastroso desarrollo de los acontecimientos”.
Los expertos de la ONU que firmaron ese documento son los relatores para Palestina, Francesca Albanese, para la libertad de expresión, Irene Khan, contra el racismo, Ashwini KP, sobre el derecho a la alimentación, Michael Fahri, sobre el derecho al agua, Pedro Arrojo, a la salud mental, Tlaleng Mofokeng, y para los desplazados internos, Paula Gaviria.
Creciente violencia en Cisjordania
La situación se deteriora también en Cisjordania, un territorio que no es controlado por Hamas sino por la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Este jueves, un grupo de colonos israelíes prendió fuego vehículos y comercios palestinos cerca de la localidad de Deir Sharf, y dejó varios heridos, de acuerdo con la agencia Europa Press.
A su vez, el miércoles, el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, uno de los representantes de la derecha más radical en el gobierno de Netanyahu, ratificó su decisión de suspender la transferencia de fondos que le corresponden a la ANP por los impuestos que recauda Israel en su nombre.
“Hay quienes piensan que mientras nuestros heroicos soldados y comandantes sacrifican sus vidas por la defensa de la patria, nosotros deberíamos transferir dinero a este despreciable enemigo en Judea y Samaria [Cisjordania]”, dijo Smotrich. “No repetimos errores y conceptos por los que pagamos caro”, agregó el ministro, que además es un colono que habita la Cisjordania ocupada.
Pero este jueves, y luego de que el gobierno estadounidense ejerciera mucha presión, la decisión extrema de Smotrich quedó sin efecto, e Israel le transifirió al dinero que le correspondía a las autoridades palestinas.
Mientras tanto, este viernes llegará a Tel Aviv el jefe de la diplomacia de Washington, Antony Blinken.
Antes de su viaje, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, reiteró que su país está a favor de establecer sucesivas “pausas humanitarias” para que la población de Gaza acceda a ayuda humanitaria. Aclaró que eso “no significa un alto el fuego general”, sino sólo “una pausa temporal con un propósito específico”.