El acuerdo de amnistiar a las personas enjuiciadas por su participación en el proceso independentista catalán de 2017 fue el centro de la primera sesión de investidura del presidente español en funciones, Pedro Sánchez.
Al pedir su voto a los diputados, el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) defendió ese acuerdo al que llegó el oficialismo con los partidos catalanes Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). “Las circunstancias son las que son y toca hacer de la necesidad virtud”, dijo Sánchez.
El gobernante afirmó que la amnistía pactada es “perfectamente legal” y “acorde con la Constitución”, y permitirá avanzar “en la senda de la convivencia y el progreso”.
“Ha llegado el momento de reafirmar nuestro compromiso con la democracia”, dijo Sánchez. El dirigente manifestó que el gobierno de coalición que él propone es “el único muro” frente a la extrema derecha, que quiere “desmantelar prácticamente todos los avances que se han producido en las últimas décadas”, según citó eldiario.es.
Si todo resulta como está previsto, durante la votación de este jueves Sánchez será investido presidente del Gobierno con el apoyo de 179 diputados, entre ellos los de su partido, la coalición de izquierda Sumar, Junts y ERC.
Por su parte, el Partido Popular (PP) y el ultraderechista Vox reiteraron en la sesión parlamentaria de este miércoles sus críticas al gobierno y a la amnistía mientras unas 600 personas protestaban en contra de ese acuerdo en las afueras del Congreso.
Para Sánchez, el rechazo de la derecha a este pacto se debe a que el PP y Vox no aceptan “el resultado [electoral] del pasado 23 de julio”, que los deja fuera del gobierno. “Por muchos aspavientos que hagan, aunque se arropen en la bandera que es de todos, sabemos que a las derechas reaccionarias la amnistía les importa más bien poco”, dijo el líder del PSOE.
Le pidió al PP “responsabilidad y sentido de Estado”, que se aparte de Vox y que no siga transitando “en su deriva trumpista, alimentando conspiraciones y comportamientos antidemocráticos que llevaron a Estados Unidos al borde del colapso”. “Les pido que no aprovechen ahora esta situación para incendiar las calles. Les pido que no cuestionen la legitimidad de todo gobierno que no esté dirigido por el PP”, agregó.
Sánchez afirmó que su gobierno, a diferencia de los ciudadanos que defienden la independencia catalana, considera que “una España unida es mejor y más próspera”. No obstante, aclaró que para garantizar la unidad no piensa transitar la “vía de la crispación” que recorrió el PP, sino la del “entendimiento, el diálogo y el perdón”, según citó el diario Público. “La receta del PP condujo al desastre” en Cataluña, sentenció el gobernante.
Cuando le tocó el turno de hablar, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le recordó a Sánchez que tiempo atrás se había manifestado en contra de la amnistía y lo acusó de usarla para “comprar” los votos de los diputados catalanes. En su opinión, “la amnistía no mejora la convivencia, la destruye”.
“Su investidura nace de un fraude. Lo que se trae hoy a esta cámara no se votó en las urnas”, dijo. “He ganado siempre las elecciones y usted va a ser presidente dos veces habiéndolas perdido. Yo no soy presidente porque no me vendo ni vendo a los españoles”, agregó.
Sánchez le respondió que fue recién después de su fracaso para formar gobierno que nació “la original teoría de ‘yo no soy presidente porque no quiero’”. Señaló que en el caso de que el PP hubiera llegado a un acuerdo con Junts, no habría contado con el apoyo de Vox para la investidura y, por lo tanto, no tenía los votos necesarios para la investidura.
A su vez, el líder de Vox, Santiago Abascal, acusó a Sánchez de intentar llegar al gobierno “de la misma manera que llegaron al poder personajes nefastos como Hugo Chávez, [Nicolás] Maduro o [Adolf] Hitler”, con “apariencias de legalidad”.
Calificó el acuerdo de amnistía como “un pacto infame” y agregó: “Es importante que quienes nos oponemos a ella, quienes nos oponemos a este golpe, coincidamos en el diagnóstico para poder aplicar los remedios adecuados por dolorosos y arriesgados que sean para todos nosotros durante esta legislatura”.
Además, Abascal le advirtió al PP que si no frena la amnistía en el Senado, en el que cuenta con mayoría, eso le impediría a Vox colaborar con ese partido en “otras instituciones”. Las dos organizaciones políticas tienen pactos de gobierno en distintas regiones y ciudades de España.
Al PP y a Vox se dirigió la líder de Sumar, Yolanda Díaz, al decir que “es más fácil incendiar España que construirla”. Lo mismo hizo el diputado de ERC Gabriel Rufián cuando manifestó: “Llevan 46 años diciendo que España se rompe”, pero “la realidad es que cada vez que decían que España se rompía era que ustedes perdían”.
Agregó que la “única cosa” que comparten todos los partidos que apoyarán la investidura de Sánchez es “frenarles a ustedes”.