El miércoles, el canciller alemán Olaf Scholz reveló que reducirá el gasto en energía solar, coches eléctricos y ferrocarriles como parte del nuevo presupuesto, después de que el tribunal constitucional federal fallara el mes pasado que el presupuesto propuesto por el gobierno era ilegal.
El tribunal objetó el planteo original del gobierno porque violaba la ley constitucional sobre la toma de nuevos préstamos que prohíbe a Alemania incurrir en un déficit superior al 0,35% del PIB, según explicó la BBC.
La coalición que lidera Scholz había planeado utilizar la deuda de emergencia sobrante de la pandemia de coronavirus para gastar en energía verde, pero el tribunal dictaminó que esto era ilegal.
Según informó la emisora Mitteldeutscher Rundfunk (MDR), algunas de las medidas tomadas por la “coalición del semáforo” (llamada así por los colores asociados a los tres partidos de la coalición) incluyen una reducción del Fondo para el Clima y la Transformación en 45.000 millones de euros antes de 2027 y una reducción de ayuda para la industria solar, mientras que la financiación para la compra de coches eléctricos expirará antes de lo previsto.
Además de reducir el gasto en energías renovables, la coalición ha anunciado que habrá un aumento de los precios del plástico, el combustible y la electricidad, así como de los precios de los alimentos, explicó Spiegel Politik. Sin embargo, en lugar de aumentar los impuestos, el gobierno va a reducir los subsidios fiscales que son nocivos para el medio ambiente.
En un discurso ante el parlamento el miércoles, Scholz declaró: “Hemos acordado priorizar el gasto sin poner en riesgo la seguridad social de nuestro país ni su transformación. El Ministerio Federal de Finanzas implementará rápidamente estos compromisos políticos y proporcionará al Bundestag todas las formulaciones apropiadas”.
Hablando de las negociaciones entre los tres partidos de la coalición, dijo: “Fue difícil pero constructivo. Al final alcanzamos un buen compromiso verdaderamente democrático”, según informó Deutsche Welle.
MDR explicó que los sectores de la oposición, “La Unión” (la Unión Demócrata Cristiana -CDU- de Alemania y la Unión Socialcristiana (CSU), la rama bávara de la CDU), condenaron la noticia sobre las novedades presupuestales. Mathias Middelberg, político de la CDU, dijo que las medidas provocarán “aumentos en impuestos masivos a expensas de los ciudadanos y la economía”.
Por su parte, Alice Weidel, la líder del partido ultraderechista “Alternativa para Alemania” (AfD) publicó en X: “¿Que deberían hacer los ciudadanos, que no sólo quieren rechazar los impuestos al plástico, sino todas las políticas del semáforo? Obviamente, votar a AfD!”.
Alemania evitó tener que suspender el llamado “freno de la deuda”, una medida que fue introducida por el gobierno de Angela Merkel después de la crisis económica mundial de 2008 y 2009.
La disposición evita que Alemania incurra en una deuda del 0,35% del producto interno bruto (PIB), aunque el gobierno puede exceder esta cantidad en caso de desastre natural o “emergencias excepcionales” fuera de su control y que pueden tener graves efectos financieros, según explicó Reuters.
El parlamento suspendió el freno por primera vez en 2020 como consecuencia de la pandemia de coronavirus, y por segunda vez en 2022 por los efectos continuados del coronavirus y la invasión rusa de Ucrania, que provocaron una mayor inflación, tipos de interés y precios de la energía.
Con respecto a Ucrania, los tres partidos de la coalición prometieron que Alemania seguirá proporcionando ayuda. El ministro de finanzas, Christian Lindner, dijo que Alemania proporcionará ayuda bilateral directa por valor de 8.000 millones de euros a Ucrania durante el año que viene, mientras que Scholz reconoció que el país tendría que reaccionar si la situación empeorara.