Sobre el final de la jornada del martes, el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, realizó a través de un video el anuncio de un paquete de medidas que buscan reducir el déficit fiscal, factor que es entendido por el nuevo gobierno como el principal problema del país.

Los nuevos lineamientos ya generaron las primeras repercusiones, entre ellas, las declaraciones realizadas por Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Georgieva se expresó horas más tarde del anuncio a través de su cuenta de X, afirmando que lo comunicado por el presidente Javier Milei y su equipo económico es “un paso importante hacia el restablecimiento de la estabilidad y la reconstrucción del potencial económico del país”.

Ya en las primeras horas del miércoles, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) definió sus políticas, y entre otras cosas, por medio de un comunicado, la institución le pidió una prórroga al FMI por incumplir las metas de agosto, con el objetivo de mantener el acuerdo.

La entidad, ahora a cargo del economista Santiago Bausili, agregó que ya dio inicio a los contactos para “despejar la incertidumbre en torno a los desembolsos pactados con vistas a atender los futuros vencimientos de capital”.

“El gobierno hará los esfuerzos necesarios para restablecer la vigencia del acuerdo firmado con el FMI y llevará a cabo negociaciones adicionales que contribuyan a mejorar las condiciones de financiamiento vigentes”, enfatizó el comunicado del banco.

Como complemento del mensaje de Caputo, Manuel Adorni, portavoz de la administración, realizó en la mañana de este miércoles una nueva conferencia de prensa. Adorni reafirmó la posición del gobierno de reducir a cero el déficit fiscal, caracterizando a este objetivo como “la madre de todas las batallas”. “Hemos encontrado un paciente en terapia a punto de morirse, y no estamos dispuestos a permitir que ese paciente se muera”, concluyó.

En el Salón de los Pueblos Originarios de Casa Rosada, se refirió de nuevo a los subsidios de las tarifas energéticas y del transporte, confirmando que los recortes comenzarán a regir a partir del 1° de enero.

Detalló que esta medida se vincula a la “inquietud” del gobierno de distribuir los subsidios que hoy le pertenecen a la Provincia de Buenos Aires con el resto del país. Explicó que este cambio estará enfocado en asistir a la demanda y no la oferta. Más allá de lo anunciado, anticipó que “esta mejora en los ingresos fiscales a través de la reducción de subsidios todavía deja un tramo por resolver” en el esquema de tarifas.

Agregó también que el gobierno prepara un plan de reformas estructurales. En ese sentido, explicó que se buscará cambiar la fórmula de movilidad jubilatoria y revertir el aumento del mínimo no imponible en el impuesto a las ganancias.

En concreto, dijo que en las próximas semanas se va a conocer el “plan de reformas estructurales pensado, diagramado y trazado para los próximos años, que va a cambiar el rumbo de la Argentina”.

Consultado sobre las jubilaciones, el portavoz presidencial apuntó que se busca terminar “con un esquema que ha convertido al jubilado en una persona con necesidades: el objetivo es mejorarlas”.