El presidente israelí, Isaac Herzog, informó en un encuentro con embajadores y al personal diplomático que representan a más de 80 países que “Israel está dispuesto a celebrar otra tregua a cambio de la liberación de los secuestrados”.

El mandatario, que en el régimen político israelí cumple un rol que las más de las veces es protocolar, agregó que ahora, luego de formulada la propuesta, “la plena responsabilidad del asunto recae en la dirección de Hamas”.

De acuerdo a lo que informó el portal israelí Ynet, Herzog agregó que su país no está en guerra con el pueblo palestino, sino con la organización que gobierna la Franja de Gaza.

Mientras la guerra prosigue y la cifra de palestinos muertos en los ataques israelíes se va acercando a las 20.000 personas, AFP informó que este miércoles llegará a Egipto proveniente de Qatar el líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, quien mantendrá conversaciones sobre un alto el fuego en Gaza y un intercambio de prisioneros con Israel.

De acuerdo a lo que dijo una fuente cercana a Hamas a la agencia de noticias, Haniyeh se reunirá con el jefe de la inteligencia egipcia, Abbas Kamel, y con otros altos funcionarios del gobierno que preside Abdelfatah El-Sisi.

Claro está que en este momento las condiciones que pretenden los dirigentes israelíes y los de Hamas son diferentes a las del acuerdo anterior.

La organización palestina busca más días de tregua por cada grupo de secuestrados liberados, y, obviamente, para la liberación de la totalidad de los rehenes, que son aproximadamente 130, van a exigir garantías internacionales para finalizar la guerra, algo que el gobierno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu por ahora ni siquiera considera.

Por otra parte, este martes, en el marco de los durísimos combates que se están produciendo todos los días en el norte de Gaza, el ejército israelí informó que completó la ocupación de Jabalia, el campo de refugiados más grande de Gaza, y remarcó que la fuerza de Hamas que operaba en la zona fue desmantelada.

“Jabalia ya no es la Jabalia que solía ser”, dijo el general de brigada Itzik Cohen, de acuerdo a lo que recogió la cadena panárabe Al Jazeera. “Matamos a cientos de terroristas y arrestamos a unos 500 sospechosos de terrorismo, algunos de los cuales participaron en los acontecimientos del 7 de octubre”, dijo el portavoz militar.

Cohen agregó que las casas de 57 presuntos combatientes de Hamas acusados de participar en el ataque del 7 de octubre contra Israel fueron destruidas.

El rol de Estados Unidos y una resolución compleja en la ONU

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, reiteró una vez más la oposición de Washington a un alto el fuego integral total en Gaza.

Sin embargo, el funcionario negó que Estados Unidos estuviera fuera de sintonía con otras potencias occidentales en este tema. Los ministros de Asuntos Exteriores del Reino Unido y Alemania dijeron durante el fin de semana que la necesidad de un alto el fuego era “urgente”, pero que aún no era el momento de pedirlo.

Kirby dijo sobre el tema que un alto el fuego “simplemente validaría lo que Hamas hizo el 7 de octubre”.

“Los dejaría en el poder en Gaza, lo cual es inaceptable para nosotros y, por supuesto, les daría un plazo mucho más largo para preparar y planificar ataques adicionales. Apoyamos pausas humanitarias más pequeñas, más localizadas y más específicas para sacar a los rehenes y hacer llegar más ayuda”, expresó el alto funcionario de la Casa Blanca.

Paralelamente, se espera que este miércoles se vote nuevamente una resolución sobre la situación en Gaza, aunque la discusión se viene dilatando por discrepancias sobre los términos que deben ser empleados en el texto que se pondrá a consideración.

La votación se iba a llevar a cabo el martes, pero, a pedido de Estados Unidos, la decisión se pospuso un día.

El proyecto de resolución inicial, presentado el lunes por Emiratos Árabes Unidos, pedía un “cese urgente y sostenible de las hostilidades”. Pero posteriormente se suavizó esta versión y se pasó a pedir “la suspensión urgente de las hostilidades”.

Resoluciones anteriores sobre la cuestión fueron vetadas en el Consejo de Seguridad por Estados Unidos, y las negociaciones en curso aparentemente apuntan a encontrar un lenguaje que Washington esté dispuesto a respaldar, para que la ayuda humanitaria pueda entrar de manera masiva a Gaza, donde la situación de la mayor parte de la población es desesperante.