En una decisión totalmente inesperada, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, anunció este miércoles su renuncia al cargo, aunque agregó que permanecerá cumpliendo la función hasta que se designe a su sucesor.
Sturgeon, de 52 años, es la líder del Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) y es la figura política más importante del territorio perteneciente a Reino Unido desde 2014, cuando asumió el cargo en lugar de quien primero fuera su mentor y luego su adversario, Alex Salmond. Ella fue la primera mujer en ocupar el cargo y la que más tiempo se mantuvo en él.
En una conferencia de prensa que ofreció en Bute House, la residencia oficial de los primeros ministros escoceses ubicada en la capital del país, Edimburgo, Sturgeon dijo que tenía claro “en mi cabeza y en mi corazón” que era el momento adecuado para renunciar. Si bien los últimos tiempos no fueron los mejores para la líder, ella aseguró que su salida no fue una respuesta al “último período de presión”. Sin embargo, el diario español El Mundo recordó que la renuncia se dio pocas horas después de la difusión de una encuesta que demuestra una caída significativa del apoyo a la independencia escocesa, 12 puntos por debajo de la permanencia en Reino Unido (44% a 56%), la máxima diferencia desde la consulta soberanista de 2014. Un 67% de los escoceses se opone a la idea de convertir las próximas elecciones generales de 2024 en un segundo “referéndum de facto”, según pretendía Sturgeon, una firme defensora de la causa independentista.
La popularidad de la líder del SNP estaba en un momento bajo, luego de la caída de la ley trans, que rebaja la edad para la autodeterminación de género a los 16 años y sin un diagnóstico médico. La ley fue bloqueada por el gobierno británico y es rechazada por una amplia mayoría de los escoceses, en el contexto de la reciente polémica por el caso Isla Bryson, el preso trans acusado de doble violación que llegó a estar en aislamiento en una cárcel de mujeres, pero que luego fue trasladado a una de hombres.
Pese a todo, Sturgeon aseguró que su decisión provino de “una evaluación más profunda y de más largo plazo”.
“Desde el primer momento en el trabajo, he creído que parte de servir bien sería saber, casi instintivamente, cuándo es el momento adecuado para dar paso a otra persona”, dijo, de acuerdo a lo que informó la BBC.
“En mi cabeza y en mi corazón sé que el momento es ahora. Que es el adecuado para mí, para mi partido y para el país”, explicó la mandataria escocesa, que en noviembre del año pasado tuvo un duro revés cuando la Justicia de Reino Unido determinó que no era posible que el Parlamento escocés solicitara una nueva consulta por la independencia sin la autorización del gobierno central de Londres.
Sturgeon agregó que la intensidad y la “brutalidad” de la vida política le pasaron factura tanto a ella como a su entorno más cercano. “Soy un ser humano además de una política”, expresó la dirigente.
La ministra principal dijo también que liderar al país durante la pandemia de covid-19 fue “por lejos, lo más difícil que he hecho” y que sólo recientemente había comenzado a comprender el impacto físico y mental que esto había tenido en ella. Sturgeon aseguró también que su renuncia no significa “abandonar la política” y aseguró que continuará luchando por la independencia de Escocia.
Ahora, se abrirá el proceso por el cual se elegirá a su sucesor. Entre los nombres que surgieron como posibles candidatos están los de John Swinney, Kate Forbes y Angus Robertson.