Alexandr Bogomaz, el gobernador de la región rusa de Briansk, ubicada en el oeste del país, denunció este jueves que “saboteadores ucranianos” ingresaron al distrito de Klimovski y dispararon contra un vehículo.
Según informó la agencia de noticias Sputnik, los combatientes mataron a dos personas y además hirieron a un niño de diez años. “El niño ha sido trasladado a un hospital, donde está recibiendo toda la atención necesaria”, agregó Bogomaz.
El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó lo ocurrido como “un acto terrorista” y “un crimen”, y señaló: “Vieron que era un auto civil. Vieron que había civiles y niños”. En una videoconferencia con representantes del sistema educativo agregó: “Justamente personas como estas son las que tienen como objetivo privarnos de nuestra memoria histórica, de nuestra historia, de nuestras tradiciones y nuestra lengua”.
Horas después, se informó que los combatientes habían sido bombardeados. Según manifestó el Servicio Federal de Seguridad de Rusia en un comunicado, “para evitar víctimas entre la población y daños a la infraestructura civil, se hizo retroceder al enemigo al territorio de Ucrania, donde fue alcanzado por un ataque masivo de artillería”.
Fuentes oficiales citadas por la agencia TASS informaron que además seis personas habían sido tomadas como rehenes por los “saboteadores”, que serían varias decenas de personas.
El ataque será denunciado en “plataformas internacionales” como una “prueba más de la criminalidad del régimen de Kiev”, manifestó la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova, según citó Europa Press. Agregó que los aliados de Ucrania hacen “todo lo posible” para “ignorar” los supuestos crímenes de ese país, que “lamentablemente se están volviendo cada vez más comunes”. “Lo sucedido hoy no deja lugar a la imaginación sobre los objetivos y métodos que se utilizan”, dijo.
Más tarde, un grupo denominado Cuerpo de Voluntarios Rusos se atribuyó el ataque. “El Cuerpo de Voluntarios Rusos llegó a la región de Briansk para mostrar a sus compatriotas que hay esperanza, que el pueblo ruso libre, con las armas en la mano, puede luchar contra el régimen”, manifestó el grupo en su cuenta de Telegram. Allí, según informó Efe, difundió un video en el que aparecen algunos de sus integrantes en la localidad rusa de Liubechane, junto a la frontera con Ucrania. Uno de ellos dice en el video que “no disparan contra civiles y no matan a gente desarmada”.
Medios rusos y ucranianos habían reportado la existencia de este grupo, supuestamente liderado por un hombre identificado como Denís Nikitin. En octubre, Nikitin habló con el canal ucraniano TSN y dijo que estaba luchando por Ucrania. Pero el Servicio Federal de Seguridad de Rusia atribuyó el ataque a “nacionalistas ucranianos armados”.
Por su parte el gobierno de Ucrania negó ser responsable de lo ocurrido en Briansk. “Un informe falso difundido por propagandistas rusos que afirma que un grupo de saboteadores y reconocimiento ucraniano cruzó a Rusia constituye una provocación deliberada”, dijo Mijailo Podolyak, asesor del jefe de la Oficina del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
En su cuenta de Twitter, Podolyak agregó: “La historia sobre el grupo de sabotaje de Ucrania en la Federación Rusa es una provocación deliberada clásica. La Federación Rusa quiere asustar a su gente para justificar el ataque a otro país y la creciente pobreza después del año de guerra”.
G20 no logra acuerdo sobre Ucrania
Este jueves los ministros de Relaciones Exteriores del G20 se reunieron en Nueva Delhi, en un encuentro en el que trataron de emitir un documento común sobre la guerra en Ucrania.
El canciller de India, Subrahmanyam Jaishankar, dijo que no fue posible “conciliar entre las partes con diferentes posiciones” y eso impidió presentar una declaración conjunta.
Según explicó Jaishankar hubo dos puntos de divergencia. “Hay casi un 95% en términos de acuerdo de cláusulas y es sólo en dos cláusulas donde no pudimos poner a todos en la misma página”, dijo, y consideró que esto es una “prueba del compromiso del G20 frente a los desafíos del mundo”.
India, que preside el G20, informó que los puntos que condenaban la invasión de Ucrania y defendían “el derecho internacional y el sistema multilateral que salvaguarda la paz y la estabilidad” fueron rechazados por Rusia y China, tal como ocurrió una semana atrás durante un encuentro de ministros de Finanzas del G20, informó Efe.
“La mayoría de los miembros condenaron enérgicamente la guerra en Ucrania y destacaron que está causando un inmenso sufrimiento humano y exacerbando las fragilidades existentes en la economía mundial: restringiendo el crecimiento, aumentando la inflación, interrumpiendo las cadenas de suministro, aumentando la inseguridad energética y alimentaria y elevando los riesgos para la estabilidad financiera”, dice el documento final. Sin embargo, “hubo otros puntos de vista y diferentes valoraciones de la situación y sanciones” que impidieron unificar una declaración, señala.