Este lunes el diario The Washington Post publicó una nota basada en algunos de los documentos clasificados filtrados en los primeros meses de este año por el piloto de la fuerza aérea estadounidense Jack Teixeira, en la que informó que la inteligencia militar ucraniana planificó un ataque “masivo” contra Moscú el 24 de febrero, día en el que se cumplió el primer aniversario de la invasión rusa, pero accedió a “retrasar” la operación por expreso pedido del gobierno de Joe Biden.
De acuerdo a lo que consignó El País de Madrid con base en el informe del diario de la capital estadounidense, Kiev también planificó y descartó un ataque por vía marítima con dinamita contra la ciudad portuaria de Novorossiysk, una de las principales bases navales rusas en el mar Negro. Ambos ataques habrían tenido un carácter más que nada simbólico, pero podría haber sido una demostración de la capacidad de Ucrania de atacar objetivos dentro del territorio ruso.
Sin embargo, el gobierno ucraniano respondió rápidamente ante la versión de prensa y negó la existencia de dichos planes. Según informó la agencia Efe, Mijaílo Podoliak, asesor del presidente Volodímir Zelenski, rechazó las acusaciones en una serie de publicaciones en su cuenta de Twitter.
“Tengo una pregunta simple: ¿Por qué tendríamos que hacerlo? ¿Qué resolvería? ¿Cambiaría el curso de la guerra? ¿Haría huir a los rusos? ¿Eliminaría la necesidad de armas?”, se preguntó el funcionario ucraniano.
“Estas publicaciones, con la referencia obligatoria a ‘fuentes anónimas’, cumplen sólo una función catastrófica: dan a entender a la opinión pública de las capitales occidentales que Ucrania es un país irrazonable, infantil e impulsivo, al que dar armas potentes sería peligroso”, agregó Podoliak.
Versiones encontradas en la ONU
El lunes, en el marco de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general de la entidad, el portugués António Guterres, afirmó que la invasión de Ucrania por parte de Rusia está “causando sufrimiento y devastación masivos al país y a su gente” y alimentando la “dislocación económica global provocada por la pandemia de covid”.
En el encuentro, que fue presidido por el canciller ruso, Sergei Lavrov, ya que Rusia está a cargo del Consejo durante este mes, Guterres profundizó y dijo que el mundo se está enfrentando a una crisis sin precedentes en el sistema de relaciones multilaterales, con tensiones entre las principales potencias alcanzando el nivel más alto desde la creación de la ONU, institución que comenzó a funcionar en octubre de 1945, pocos meses después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
“Las tensiones entre las principales potencias están en un nivel histórico. También lo están los riesgos de conflicto, por desventura o error de cálculo”, dijo Guterres, quien pidió soluciones multilaterales efectivas para prevenir y resolver conflictos, hacer frente a la inestabilidad económica y eliminar los desafíos a las normas globales en el ámbito de la lucha contra el uso de armas nucleares.
Lavrov, por su parte, consideró que el mundo, “como durante la Guerra Fría, ha llegado a un umbral peligroso, posiblemente aún más peligroso que entonces”. De acuerdo a lo que consignó la agencia de noticias rusa TASS, el jefe de la diplomacia del Kremlin expresó que el futuro de las relaciones internacionales depende del resultado del conflicto en Ucrania.
Durante su discurso, Lavrov, una figura muy fuerte dentro del gobierno ruso y que está al frente de las relaciones internacionales del país en forma ininterrumpida desde hace 18 años, hizo un llamado a Estados Unidos y Europa para que respeten a otros miembros de la comunidad internacional y enfatizó que nadie jamás concedió a la “minoría occidental” el derecho a hablar en nombre de toda la humanidad.
Mientras tanto, uno de los principales voceros rusos en el conflicto que está en el campo de batalla, Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, organización de mercenarios que tiene un papel protagónico en los combates que se están registrando desde hace meses en la ciudad de Bajmut, en el óblast (provincia) de Donetsk, en la región del Donbás, pronosticó la anunciada contraofensiva de las fuerzas ucranianas comenzará ni bien Bajmut, un importante nudo de comunicaciones en la región, quede bajo completo poder ruso.
“En cuanto terminemos de tomar Bajmut, en cuanto expulsemos al último soldado o lo aniquilemos en Bajmut, ese mismo día comenzará la contraofensiva ucraniana”, afirmó Prigozhin en su cuenta de Telegram. El jefe de la organización de mercenarios, un personaje muy cercano al presidente ruso, Vladimir Putin, matizó sus dichos explicando que cuando dice “ese mismo día” se refiere a un plazo de varios días o incluso una semana. “Pero será muy pronto, porque los ucranianos dispondrán de una gran cantidad de tropas”, agregó.