La exjefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, fue electa en un proceso interno del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como candidata a ocupar el cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2024.

La dirigente, de 61 años, ganó la interna mediante un sistema de encuestas en el que participaron unos 12.500 militantes y obtuvo 39,4% de apoyo. Entre los seis candidatos que competían en este proceso, su principal rival fue el excanciller Marcelo Ebrard, que logró 25,6% de respaldo.

Este jueves López Obrador anunció que le entregaría a Sheinbaum el “bastón de mando” del liderazgo de su movimiento, en el que Sheinbaum fue nombrada “coordinadora nacional de los comités de defensa de la Cuarta Transformación”. “Yo ya concluí, ya estoy cerrando mi ciclo, primero como dirigente, lo cierro hoy, y ya como gobernante en un año”, agregó el presidente mexicano, que se declaró “muy contento porque hay relevo generacional”.

“Conozco a Claudia muy bien y estoy muy tranquilo porque sé que va a haber continuidad con cambio. Es una garantía para que se le dé continuidad a la transformación, además es una mujer honesta, con principios, con ideales, muy preparada y con experiencia”, dijo.

Aunque López Obrador dio por sentada la unidad de su movimiento, el proceso de elección interna dejó tensiones, que se instalaron a partir de que Ebrard afirmó que hubo irregularidades y que algunos de sus delegados no pudieron desarrollar su tarea de contralor. El dirigente dijo que “de 2.360 cuestionarios aplicados, hubo 310 con incidencias, lo que equivale a más de 10% de la muestra y convierte a la cifra en algo preocupante”. El excanciller agregó que “puede ser muy cuestionable el resultado, entonces”, según citó el diario mexicano El Universal.

Por su parte, Sheinbaum defendió el proceso, en el que siempre se mantuvo como favorita de los militantes. “Fue un buen proceso, en donde todos [los participantes] estuvimos de acuerdo. Hubo varias mesas de trabajo, todo el tiempo, y todos estuvimos de acuerdo”, afirmó.

“La unidad es fundamental y las puertas están siempre abiertas, nunca se van a cerrar. Hoy ganó la democracia, hoy ganó el pueblo de México”, dijo Sheinbaum cuando se anunciaron los resultados, y manifestó que convocó a los demás candidatos a reunirse este mismo jueves para comenzar a trabajar juntos.

Con la elección de Sheinbaum, las dos principales candidaturas a la presidencia de México quedan en manos de mujeres. La gran mayoría de la oposición, reunida en el Frente Amplio por México, que integra al Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática, proclamó el domingo como su candidata a la senadora Xóchitl Gálvez. También la elección de esta dirigente del PAN se definió mediante un sistema de encuestas, aunque en el proceso el PRI decidió retirar su candidatura propia para respaldar a Gálvez.

Sheinbaum, nacida en la capital, es nieta de abuelos judíos que llegaron a México provenientes de Bulgaria y Lituania. Se define como “hija del 68”, porque sus padres participaron en el movimiento estudiantil de ese año, y reivindica que ella nunca formó parte del PRI, el antes poderoso partido de gobierno mexicano. En la capital, Sheinbaum fue la primera mujer en llegar al gobierno.

A su vez, Gálvez, de 60 años, nacida en Hidalgo, comenzó su carrera política en los años 2000, durante el gobierno del PAN, partido por el que hoy es senadora. Es una ingeniera y empresaria exitosa que suele destacar que desciende del pueblo otomí, y que se define como liberal y progresista.

Este jueves Sheinbaum dijo que en 2024 habrá por primera vez una mujer en la presidencia de la República. Afirmó también que esa gobernante surgirá de la Cuarta Transformación, como llama López Obrador a su movimiento.