Este martes México está viviendo un día histórico, porque por primera vez en la historia del país una mujer, la izquierdista Claudia Sheinbaum, asumió la presidencia.
Sucesora de su compañero de partido y mentor político Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum, de 62 años, y quien fuera alcaldesa de la Ciudad de México entre 2018 y 2023, se presentó por la mañana en el Congreso en el primer acto protocolar de la jornada.
Luego de recibir la banda presidencial de manos de López Obrador, Sheinbaum saludó a los mandatarios, funcionarios y representantes de las delegaciones internacionales que fueron a su asunción en el Palacio Nacional.
Entre los asistentes más destacados en la ceremonia estuvieron el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, la primera dama estadounidense, Jill Biden, el presidente chileno, Gabriel Boric, el cubano, Miguel Díaz-Canel, la mandataria hondureña, Xiomara Castro, el guatemalteco, Bernardo Arévalo, y el colombiano, Gustavo Petro.
El gobierno argentino de Javier Milei decidió no enviar a nadie a la ceremonia, por lo que la representación del país rioplatense corrió por cuenta del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
El gran ausente en la ceremonia fue España, debido a que Sheinbaum decidió no invitar al rey Felipe VI porque este nunca respondió una carta que le envió López Obrador en 2019 pidiéndole que se disculpara por los “atropellos” de la conquista española en México. La nueva presidenta sí envió una invitación al gobierno español, pero desde la cancillería de La Moncloa se consideró “inaceptable” la exclusión del rey, por lo que se decidió no enviar a ningún representante.
Luego de saludar a sus invitados, la flamante mandataria se trasladó al Zócalo, en el centro de la Ciudad de México, donde participó en la ceremonia de entrega del bastón de mando, luego de la que dio su primer discurso como presidenta ante una multitud.
Sheinbaum, ingeniera industrial e hija de dos científicos judíos con una larga trayectoria académica y de militancia en los círculos estudiantiles de izquierda durante la década de 1960, Carlos Sheinbaum y Annie Pardo, prometió dar continuidad al “movimiento de transformación” iniciado por López Obrador.
“Es tiempo de transformación, es tiempo de mujeres”, expresó la mandataria, de acuerdo con lo que consignó el portal mexicano Aristegui Noticias. Sheinbaum recordó, además, que no llegó sola a la presidencia, sino de la mano de todos y todas, ya que, según expresó, “llegamos todas. México es un país maravilloso con un pueblo extraordinario”.
Junto a esto, Sheinbaum hizo una “invitación” a recordar que ella es “presidenta con a”, así como abogada, soldada, bombera, científica, doctora, maestra: “Con a porque, como nos han enseñado, sólo lo que se nombra existe”.
“Durante mucho tiempo las mujeres fueron anuladas”, expresó, y recordó a “las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino”.
“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe y, a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”, agregó la integrante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Sheinbaum agradeció al presidente López Obrador por ser pionero en la lucha que resultó en su elección en las elecciones del 2 de junio, y recordó la trayectoria política del mandatario saliente, asegurando que se trata del “dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna”.
Junto a él, recordó a otras figuras históricas desde la Independencia y hasta la lucha de las mujeres por integrarse a la vida política y pública del país, y mencionó a personalidades como Margarita Maza, Adela Velarde, Elvia Carrillo Puerto, Enriqueta González y Frida Kahlo.
Al hacer referencia a “la visión” que regirá su gestión, que comenzó este martes y que de acuerdo con los plazos constitucionales mexicanos se extenderá hasta 2030, recordó los logros de su antecesor en materia de economía y disminución de la pobreza, así como la atención laboral y el récord de inversión extranjera que ayudó a que no hubiera un aumento en la inflación.
Durante su discurso, recalcó que, por los próximos seis años, se mantendrá el lema: “Por el bien de todos, primero los pobres”. Se garantizarán las libertades de expresión, prensa, reunión y movilización: “Somos demócratas, […] se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado”; se respetará y garantizará la diversidad religiosa, social, política, cultural y sexual, agregó Sheinbaum, que dijo que “cualquiera que diga que habrá autoritarismo, está mintiendo”.
En materia económica, la flamante presidenta mexicana prometió una política fiscal responsable y claridad para las inversiones nacionales y extranjeras. Prometió que tampoco habrá aumentos en el precio de los combustibles ni incrementos a la electricidad o al gas doméstico “en términos reales”.
Sheinbaum dijo que se mantendrá el “acuerdo” para que no aumente la canasta básica, y se procurarán fortalecer las relaciones comerciales con Estados Unidos y Canadá, a través del denominado T-MEC, así como el fortalecimiento de los vínculos en materia económica con los países de América Latina y el Caribe.
Durante su discurso aprovechó la ocasión para refrendar su apoyo y celebración de la reforma al Poder Judicial, que generó una gran polémica en el país, ya que, a su entender, fortalecerá el “Estado de derecho” y significará “más autonomía e independencia del Poder Judicial”. “Si el objetivo hubiera sido que la presidenta controlara la Suprema Corte, hubiéramos hecho una reforma al estilo [del expresidente Ernesto] Zedillo, eso es autoritarismo, nosotros somos demócratas”, dijo Sheinbaum.
También aseguró que se mantendrán y sumarán nuevos programas sociales de apoyo para el “bienestar”. Se continuará la inversión en salud con el IMSS Bienestar, de vivienda con la construcción de “al menos un millón de viviendas” y de movilidad con el impulso al regreso de los trenes de pasajeros al país, incluyendo el Tren Maya y el Interoceánico.
Las energías renovables se mantendrán en la agenda energética, mientras que la inversión y producción de petróleo será para consumo nacional. La mandataria dijo también que durante su mandato se buscará hacer de México “una potencia científica y de la innovación”, con apoyo a las ciencias básicas naturales, vinculándolas con áreas y sectores prioritarios.
En materia de seguridad, uno de los puntos más relevantes para la ciudadanía y uno de los más problemáticos en el país, aseguró que su convicción es que esté garantizada a través de la disminución de delitos, y aseguró “no regresar la guerra contra el narco” iniciada por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
La violencia y el crimen organizado son temas candentes para los jefes de Estado mexicanos desde hace tiempo, pero a Sheinbaum le tocará abordarlos en un momento especial.
López Obrador reivindicó que durante su mandato se revirtió la tendencia al alza de los homicidios en el país, cuya tasa cayó a 24 cada 100.000 habitantes en 2023, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pero en los primeros cinco años del gobierno de López Obrador se registraron 173.483 homicidios en México, de acuerdo con el Inegi, más que durante los sexenios completos de sus predecesores desde 1990, tal como lo recordó la BBC.
Sheinbaum culminó su discurso diciendo: “Pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria. Tengo la certeza de que consolidaremos juntas y juntos un México cada día más próspero, libre, democrático, soberano y justo. No les voy a defraudar, les convoco a seguir haciendo historia”.