En el día de su cumpleaños 54, el presidente argentino, Javier Milei, decidió este martes salir a un balcón de la Casa Rosada a saludar, rodeado de la mayoría de sus principales colaboradores. En respuesta, recibió cantos de protesta de los manifestantes que se habían reunido en la Plaza de Mayo para reclamar mayor presupuesto para las universidades estatales.

El veto de Milei a un aumento de recursos para el sector generó varios días de ocupaciones en decenas de facultades, además de paros y marchas durante las últimas semanas. Para este martes distintas facultades de la Universidad de Buenos Aires habían convocado a participar en un centenar de clases públicas desplegadas en la Plaza de Mayo, desde las 10.00 hasta las 18.00.

“Estas clases públicas son para reivindicar la educación como derecho fundamental y para protestar contra los recortes que afectan directamente la calidad académica”, dijo al diario La Nación Laura Castro, estudiante de Filosofía y Letras. Agregó que se trata de una protesta para exponer la situación que atraviesa la universidad y para concientizar sobre su importancia para la sociedad.

Quienes participaban en esas actividades se acercaron a gritarle a Milei, que se asomó junto a su asesor, Santiago Caputo, su vocero, Manuel Adorni, y varios de sus ministros, entre ellos, la titular de Seguridad, Patricia Bullrich, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Los jerarcas salieron sonrientes y protegidos por un cordón de seguridad policial, informó Página 12.

“Fue una provocación, sabía que estábamos acá y salió a reírse de nosotros. Esto demuestra lo importante que es la educación pública y la necesidad de defender nuestros derechos”, dijo a La Nación Nicolás Martínez, un estudiante de Ciencias Sociales. Después de unos instantes, los integrantes del gobierno volvieron a entrar a la Casa Rosada.

Afuera la movilización universitaria continuaba. Además de las clases públicas, la jornada incluía asambleas de trabajadores y debates sobre asuntos que afectan al sector. Para este miércoles, tercer día de un paro docente que se extenderá por toda la semana, están previstas nuevas asambleas en distintas facultades que podrían definir que se retomen las ocupaciones.

Las sillas y pizarrones instalados para las clases públicas ocuparon sólo la mitad de la plaza para dejar paso a otra manifestación convocada allí, la llamada “Marcha Blanca” en defensa de los hospitales públicos y contra los recortes presupuestales que también afectan a ese sector. Participaron trabajadores de diversos hospitales, entre ellos, el Garrahan, el Posadas y el Laura Bonaparte, informó eldiarioAr.com.

Los manifestantes universitarios llamaron a unirse a esta marcha, convocada bajo la consigna: “Para defender a la salud pública, que está en estado crítico, al igual que la educación pública y los salarios de las y los jubilados”. Por eso se organizó también una clase masiva de reanimación cardiopulmonar frente a la Casa Rosada “para reanimar a la salud, a la educación pública y a las jubilaciones”.

En un comunicado, los organizadores de la Marcha Blanca denunciaron que “el ataque a los hospitales nacionales, con cierre de servicios, despidos de trabajadores y amenazas constantes de traspasos a otras jurisdicciones o incluso el cierre de instituciones demuestra la profundización de la crisis sanitaria a la cual quieren llevarnos”. Advirtieron que el gobierno argentino “va por todo lo público”.

“Las y los trabajadores de la salud y el movimiento estudiantil tenemos que decirle basta a este experimento siniestro”, manifestó en un comunicado la Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital Garrahan. “Más de 30 asambleas resolvieron confluir con nuestra propuesta de unidad en defensa de lo obvio, de lo más básico: la salud y la educación pública”, afirmó.

Otro sector movilizado es el del transporte, que incluye al gremio de los camioneros, muy poderoso dentro de la Confederación General del Trabajo (CGT). El transporte convocó a un paro para el miércoles 30 y los universitarios evalúan la posibilidad de plegarse a esta medida.

A su vez, trabajadores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se congregaron este martes frente a la Plaza de Mayo, donde se encuentra la sede de esa institución, para evaluar qué pasos seguirán después del anuncio que hizo el vocero presidencial durante la mañana. Adorni comunicó que la AFIP será disuelta y remplazada por una Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), una institución más reducida, con apenas 34% de quienes actualmente son funcionarios de la AFIP.