Al tiempo que las partes siguen manteniendo negociaciones indirectas con la mediación de Egipto, Qatar y Estados Unidos para lograr una eventual tregua que conllevaría el intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos, la situación en la Franja de Gaza es cada vez más desesperante para la población.
En una presentación ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las agencias humanitarias de la entidad informaron que prácticamente toda la población gazatí está pasando hambre, aunque en distinto grado.
El italiano Maurizio Martina, director general adjunto de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), señaló que unas 2,2 millones de personas se encuentran en situación de crisis alimentaria o peor (fase 3 o superior de la clasificación del hambre): se trata del “porcentaje más alto de personas que sufren este tipo de inseguridad alimentaria aguda” que esa clasificación “haya registrado jamás”.
Martina, cuyas declaraciones fueron recogidas por el portal oficial de la ONU, agregó que se estima que alrededor del 50% de la población de Gaza se encuentra en situación de emergencia (fase 4) y, al menos, uno de cada cuatro hogares está en condiciones catastróficas o similares a la hambruna (fase 5).
El jefe de la FAO señaló que las graves restricciones en los envíos de combustible están paralizando el funcionamiento de las infraestructuras hídricas y las plantas desalinizadoras, la producción y entrega de productos alimentarios básicos y el suministro de electricidad.
Martina no sólo destacó que persiste la escasez de agua potable, sino que citó informes que indican que alrededor del 97% del agua subterránea que hay en Gaza no es apta para el consumo humano.
La realidad del hambre en Gaza es tan apremiante que este martes desde el Ministerio de Salud del enclave, que es manejado por Hamas, se informó que dos niños murieron por deshidratación y malnutrición en el hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza. Son seis los niños fallecidos en estas circunstancias en las últimas horas.
“Pedimos a las agencias internacionales que intervengan inmediatamente para evitar una catástrofe humanitaria en el norte de Gaza”, dijo en un comunicado el portavoz del Ministerio de Salud, Ashraf al-Qudra. “La comunidad internacional se enfrenta a una prueba moral y humanitaria para detener el genocidio en Gaza”, agregó el funcionario, citado por la cadena panárabe Al Jazeera.
Críticas a Netanyahu
En una entrevista con la cadena estadounidense Bloomberg, el exprimer ministro israelí Ehud Olmert advirtió que su país afrontará consecuencias nefastas si finalmente decide lanzar una ofensiva sobre la ciudad sitiada de Rafah, en el sur de Gaza, donde se refugian más de un millón y medio de desplazados.
“La paciencia de la comunidad internacional ha llegado a un punto en el que no creo que puedan absorberlo”, dijo Olmert respecto del plan del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de atacar esta ciudad, donde, según él, hay muchos grupos operativos de Hamas.
Olmert, quien fue primer ministro entre 2006 y 2009, dijo también que Netanyahu debería detener la guerra y centrarse en un plan que permita al Ejército israelí salir de Gaza y dejar el territorio palestino bajo control de fuerzas internacionales de paz.
Israel: los laicos quieren a los ultraortodoxos en el Ejército
Otra cuestión interna que en estos momentos está en debate en Israel es el llamado a filas de los jóvenes ultraortodoxos, que para disgusto de un importante sector de la sociedad, están exentos de ser convocados porque dedican la totalidad de su tiempo al estudio de las sagradas escrituras.
Esta situación, que genera grandes tensiones desde hace mucho tiempo, fue abordada por el ministro de Defensa, Yoav Gallantz, quien dijo que este sector de la población debería ser reclutado.
La idea de Gallant, de acuerdo a lo que informó el diario The Times of Israel, fue muy bien recibida por el ministro del gabinete de Guerra, Benny Gantz, líder del partido Unidad Nacional.
Gantz, uno de los principales referentes de la oposición, dijo que trabajará con el ministro de Defensa para promover una legislación destinada a eliminar las exenciones generales del servicio militar obligatorio que actualmente disfrutan los ultraortodoxos.
“Todos los sectores de la sociedad israelí deberían participar en el derecho a servir. Esta es una necesidad de seguridad, nacional y social”, expresó Gantz durante una conferencia de prensa consignada por medios locales.