“La pobreza de febrero y marzo será mayor que la de enero, con un pico alrededor del 60%”, dijo el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia. Esa estimación, citada por eldiarioAr.com, supera el porcentaje que la UCA dio a conocer para enero, cuando la pobreza llegó a 57,4% de la población argentina, según su estimación.
El fenómeno abarca así a 27 millones de personas. A su vez, la indigencia, de acuerdo al mismo estudio, llegó ese mes a 15% de la población total argentina.
Estos números generaron reacciones políticas y un intercambio público entre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobierno de Javier Milei.
Este lunes, Fernández reprodujo en su cuenta de Twitter un gráfico que muestra la evolución de las tasas de indigencia y de pobreza que publicó el diario Perfil, y cuestionó que el actual presidente argentino, Javier Milei, dijera que la situación actual “es la verdadera herencia del modelo de la casta”.
La exgobernante, en cambio, vinculó esta realidad que muestra el informe de la UCA con el endeudamiento generado por el gobierno de Mauricio Macri.
Citó un documento que ella misma publicó el 14 de febrero y dijo que, “como en el juego de la oca”, la administración de Macri “retrocedía casilleros a mansalva” y señaló que el gobierno que asumió después, el de Alberto Fernández –en el que ella fue vicepresidenta–, “no pudo o no supo cortar este verdadero nudo gordiano de la economía argentina”.
Agregó que al observar el gráfico se puede ver que “ya estamos peor que en 2004”, y manifestó: “La verdadera tragedia es que no están jugando un juego de mesa, sino con la mesa de los argentinos”.
Así, la exvicepresidenta respondió a una declaración que hizo Milei acerca del informe: “La verdadera herencia del modelo de la casta: seis de cada diez argentinos son pobres. La destrucción de los últimos 100 años no tiene paragón en la historia de Occidente. Los políticos tienen que entender que la gente votó un cambio y que nosotros vamos a dar la vida para llevarlo adelante. No vinimos a jugar al juego mediocre de la política. Vinimos a cambiar el país”.
Ante las declaraciones de Cristina Fernández, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, responsabilizó a los gobiernos que la exgobernante integró y pidió: “Deje gobernar al presidente Javier Milei. Ya bastante daño hicieron”.
A su vez, Martín Guzmán, que fue el ministro de Economía en los primeros tiempos del gobierno de Alberto Fernández, le respondió a Cristina Fernández: “Sería bueno que nos dejemos de hacer los desentendidos”.
De todos modos, también él responsabilizó a Milei: “El plan en curso va a generar un aumento de la pobreza, de la desigualdad y de la miseria, dando lugar a una sociedad más insegura y angustiada, que involuciona”.
En su documento del 14 de febrero, Cristina Fernández afirmó que “todas las medidas adoptadas hasta el momento” por el gobierno de Milei “son repeticiones de políticas ya ejecutadas en el pasado, inclusive algunas de ellas aplicadas con el Parlamento cerrado por la dictadura”, y agregó que “todas fracasaron estrepitosamente provocando sólo pobreza y dolor”.
Del mismo modo, cuestionó “la presencia de funcionarios que también fracasaron durante la presidencia de Mauricio Macri”, entre ellos el ministro de Economía, Luis Caputo, y recordó que Milei “logró el apoyo de la sociedad ante la lógica implacable de que con los mismos de siempre los resultados no pueden ser distintos”.
Para la exmandataria, “reciclar funcionarios fracasados para reeditar políticas fracasadas sólo puede conducir a malos resultados”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, le sugirió este lunes a Fernández que “cambie a algunos de sus asesores económicos, porque ayer escuchamos a uno de ellos decir que el déficit está bien y sirve para el crecimiento de los países. En esta lógica, cada vez entendemos más por qué estamos como estamos”.
Por otra parte, Adorni afirmó que el gobierno insistirá por otras vías en medidas que estaban incluidas en el decreto de necesidad y urgencia (DNU) y que fueron frenadas por la justicia laboral. Una de estas medidas es la de desregular la elección de obras sociales y aportes a empresas de medicina prepaga por parte de los trabajadores.
Según explicó eldiarioAR.com, esta medida afectará a los sindicatos, en particular a aquellos que son dueños de obras sociales.