Desde el gobierno de Rusia rechazaron, este martes, los dichos que hizo el lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, quien no descartó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) pudiera desplegar tropas en Ucrania para combatir a las fuerzas de Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que una eventual intervención directa de la alianza militar generaría de manera inevitable “un recrudecimiento del conflicto”. Peskov expresó que “es necesario hablar de la posibilidad y de la inevitabilidad de que se produzca un conflicto superior” al actual si esto sucede.
“Así es como lo abordamos nosotros”, señaló el vocero durante una rueda de prensa, según informaciones de la agencia rusa de noticias Interfax consignadas por el portal Europa Press.
En este sentido, remarcó que existe un claro riesgo de “recrudecimiento y conflicto directo con la OTAN si aparece una alianza militar en territorio ucraniano”. Agregó que los países que dirigen el bloque comandado por Estados Unidos “deben evaluar y preguntarse si esto responde a sus intereses y al interés de sus ciudadanos”.
Peskov dijo también que la idea de enviar tropas a Ucrania es un “elemento nuevo” que está siendo considerado por algunos países occidentales. “En general, la idea de abordar este asunto es un nuevo elemento y es muy importante. Todos los demás elementos del discurso de Macron se han tenido en cuenta”, dijo Peskov.
Además, Moscú dejó totalmente claro que está al tanto de la postura de Macron “respecto a la necesidad de infligir una derrota estratégica a Rusia”. “Nos hemos dado cuenta de que la idea de enviar personal militar a Ucrania se ha abordado de forma indirecta, pero también de que existe un gran número de opiniones sobre este asunto, que no hay consenso”, concluyó el funcionario del Kremlin.
Pero pocas horas después de estas declaraciones de Peskov, varios líderes europeos rebajaron las tensiones y aseguraron que la OTAN no planea mandar soldados al frente en Ucrania. Uno de ellos fue el canciller alemán, Olaf Scholz.
“No se enviarán soldados europeos o de la OTAN a Ucrania”, expresó el mandatario socialdemócrata germano, que con esta declaración descartó un respaldo en el terreno al gobierno de Kiev, que encara un difícil panorama frente a la invasión rusa debido a la falta de militares y armas.
“Lo que se acordó desde el principio entre nosotros también se aplica al futuro. Es decir, que no habrá tropas terrestres ni soldados en suelo ucraniano enviados allí por países europeos o estados de la OTAN”, subrayó Scholz, de acuerdo a lo que informó France 24.
Aunque Macron advirtió que aún no había un consenso para el movimiento de soldados de la OTAN, sus palabras sugirieron que la posibilidad había sido al menos abordada entre los socios. Sin embargo, con el correr de las horas, a la negativa de Scholz se fueron sumando voces en la misma sintonía.
“Más allá del pequeño número de personal que tenemos en el país apoyando las Fuerzas Armadas de Ucrania, no tenemos ningún plan para un despliegue a gran escala”, aseguró un portavoz del primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, con referencia a que existe un importante número de tropas ucranianas que están siendo entrenadas en territorio británico. El vocero destacó que Londres apoya a Kiev con armamentos y otros suministros para encarar la invasión de Moscú.
En la misma línea que Scholz y Sunak se manifestaron también los primeros ministros de Polonia y República Checa en una rueda de prensa que ofrecieron juntos en Praga. “Polonia no planea enviar sus tropas al territorio de Ucrania”, aseguró el primer ministro, Donald Tusk, tras ser cuestionado al respecto. Por su parte, su homólogo checo, Petr Fiala, agregó: “Creo que no necesitamos abrir otros métodos o caminos. Estoy convencido de que debemos desarrollar los caminos de apoyo que emprendimos después de la agresión de Rusia”.
También desde Washington un funcionario de la Casa Blanca indicó que Estados Unidos ni tampoco la OTAN tienen planes de enviar tropas a combatir en Ucrania.