“Debido a la falta de suministros y la inseguridad” que causa la operación militar de Israel en el este de Rafah, las tareas de distribución de alimentos en esa localidad palestina que limita con Egipto fueron suspendidas, informó este martes la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). Comunicó que su centro de distribución y los almacenes del Programa Mundial de Alimentos “ahora son inaccesibles”.

La UNRWA informó que en Rafah “sólo siete de los 24 centros de salud” con los que cuenta “están operativos”.

Manifestó en su cuenta de X que esta situación podría empeorar porque esos centros “en los últimos diez días no han recibido ningún suministro médico debido a los cierres e interrupciones de los cruces de Rafah y Kerem Shalom”.

“La operación militar israelí en Rafah está impactando directamente la habilidad de los organismos de ayuda para introducir recursos humanitarios críticos en Gaza”, manifestó la UNRWA.

De acuerdo con sus datos, entre el 13 y el 19 de mayo, “el paso fronterizo sólo estuvo abierto dos días” en los que apenas entraron 48 camiones de ayuda humanitaria.

El viernes, el Programa Mundial de Alimentos había advertido que llevaba una semana sin poder acceder a su almacén en Rafah, informó la agencia Efe.

“Siempre lo intentamos, pero en este momento fallamos en la entrega de volúmenes consistentes de comida”, manifestó.

Mientras tanto, de acuerdo con las autoridades locales, los muertos en la Franja de Gaza aumentaron a 35.600 y los heridos son casi 80.000. Además, debido a los bombardeos israelíes en Rafah que comenzaron el 6 de mayo, 810.000 huyeron de esa localidad, donde vivían hacinados 1,4 millones de palestinos, la mayoría de ellos desplazados de otras zonas, informó la UNRWA.

El titular de esa agencia, Philippe Lazzarini, dijo el domingo que los habitantes de la Franja de Gaza no tienen más opción que volver a “ciudades destrozadas e infraestructuras nulas”.

Señaló que, además, tampoco están a salvo de ataques en otros lugares. “La afirmación de que la gente de Gaza puede trasladarse a zonas 'seguras' o 'humanitarias' es falsa. Gaza no tiene zonas seguras”, afirmó Lazzarini en un comunicado.

Mientras continúa su ofensiva en Rafah, el ejército israelí atacó este martes con artillería dos hospitales del norte de la Franja de Gaza.

Según el Ministerio de Salud de la Autoridad Nacional Palestina, que controla partes de Cisjordania, el hospital de Kamal Adwan dejó de funcionar después de un ataque contra su emergencia y su recepción.

Al momento de la ofensiva, se encontraban allí “unos 150 miembros del personal médico de diversas especialidades, decenas de pacientes y heridos en cuidados intensivos y cirugía, y varios bebés en incubadoras”, informó, según citó Efe.

El otro hospital atacado fue el de Al Awda, en Yabalia.

La ofensiva se dirigió contra varios de sus edificios y casas cercanas, según dijo a la agencia su director, Mohamad Salha. La situación en el hospital ya era crítica: sin agua potable, con combustible para funcionar apenas tres días más y suministros médicos para poco más de una semana.

Israel confiscó equipos a la agencia de noticias AP

Invocando una ley de medios aprobada recientemente, Israel confiscó los equipos de grabación de la agencia de noticias estadounidense The Associated Press (AP), a la que acusó de brindarle imágenes de Gaza a la cadena Al Jazeera, cuyas retransmisiones fueron prohibidas en Israel a partir del 5 de mayo.

“The Associated Press condena en los términos más enérgicos las acciones del gobierno israelí para cerrar nuestra transmisión en vivo” y “confiscar el equipo”, dijo Lauren Easton, vicepresidenta de comunicaciones corporativas de la agencia.

Dijo, además, que estaban transmitiendo según todas las reglas impuestas por Israel por razones de seguridad. “El cierre no se basó en el contenido de la transmisión sino en un uso abusivo por parte del gobierno israelí de la nueva ley de radiodifusión extranjera del país”, afirmó.

Finalmente, y después de que funcionarios estadounidenses instaran en forma privada al gobierno israelí a revertir la decisión, el ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, ordenó que el equipo fuera devuelto a AP, informó la propia agencia.

“Se están volviendo locos”, dijo en su cuenta de X el líder opositor israelí Yair Lapid, al conocer la noticia. Según informó Efe, el dirigente denunció además: “El ministro Karhi amenaza con enviarme inspectores al igual que en los regímenes más oscuros, donde los ministros envían gente para callar al jefe de la oposición”.

Por su parte, Karhi dijo que su ministerio seguirá “llevando a cabo acciones coercitivas en la medida necesaria para limitar las transmisiones que perjudiquen la seguridad del Estado”.