La capital, Caracas, y otras ciudades de Venezuela fueron escenario este lunes de protestas callejeras de ciudadanos que se movilizaron para reclamar por los resultados de las elecciones del domingo, en las que de acuerdo con los datos oficiales proporcionados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) se impuso el actual mandatario, Nicolás Maduro. El anuncio de la victoria oficialista también dejó dudas instaladas en distintos observadores electorales, gobiernos y otros actores políticos.

El Centro Carter, una organización independiente de observación electoral que participó en esta votación, pidió al “CNE de Venezuela que publique inmediatamente todas las actas de las mesas instaladas durante la jornada electoral”. “Nuestra misión técnica, enviada a Venezuela tras la invitación del CNE, tiene como objetivo evaluar la elección presidencial de acuerdo con el marco legal venezolano, así como los estándares regionales e internacionales en materia de elecciones democráticas”, manifestó en un comunicado. “La información de las actas transmitidas al CNE es indispensable para nuestra evaluación y fundamental para el pueblo venezolano”, agregó.

También António Guterres, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que envió una delegación a Venezuela el domingo, llamó a las autoridades a que “publiquen a su debido tiempo los resultados y el desglose por colegios electorales” y pidió “transparencia total”.

La falta de publicación de esos datos fue uno de los argumentos de la oposición para cuestionar los resultados, que considera fraudulentos. La opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) señaló que la información oficial se retrasó durante horas, que los datos de las autoridades electorales no coinciden con sus encuestas a boca de urna ni con los resultados que surgen de las actas a las que sí pudieron acceder, cerca de un 40%. Agregan, además, que hubo acciones para impedir que sus delegados permanecieran en los centros de votación para verificar el recuento de votos.

Durante una conferencia de prensa, María Corina Machado, la dirigente de la PUD que fue impedida de presentar su candidatura a la presidencia, dijo que, de acuerdo con las actas a las que accedieron, su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó la presidencia. “Todas las [actas] que transmitieron las tenemos, no sabemos de las otras”, dijo. “La verdad es que Edmundo González obtuvo 70% de los votos y Maduro 30%. Esa es la verdad”, afirmó.

El domingo, durante el recuento de votos, el CNE “paralizó” la transmisión de resultados “en muchísimos centros” e impidió que los delegados de esa alianza obtuvieran “el acta sacándolos de sus centros de votación”, denunció la exdiputada Delsa Solórzano.

Gobiernos de la región piden transparencia a Venezuela

Varios gobiernos de América del Sur coincidieron en que el gobierno tiene que presentar la totalidad de las actas electorales para que puedan ser verificadas por los observadores electorales y por la oposición política venezolana.

“Mientras eso no se haga, nosotros como país nos vamos a abstener de hacer un reconocimiento a lo que ha señalado el CNE”, dijo el presidente de Chile, Gabriel Boric, sobre los resultados que proclaman al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como ganador de las elecciones. De acuerdo con las autoridades electorales, con 80% de las mesas escrutadas, Maduro fue reelecto presidente con 51,2% de los votos frente a 44,2% de González Urrutia, su principal oponente.

“Yo he manifestado, y lo he conversado también con el canciller y con diferentes personas en América Latina y en el mundo, que las elecciones, y elecciones que generan tanta expectación como esta, tienen que ser absolutamente transparentes y verificables por veedores internacionales no dependientes ni partidarios del gobierno”, dijo Boric.

“Cuando uno ve el dolor de millones de venezolanos que han salido al exilio producto de la difícil situación de los últimos años en Venezuela, yo, por lo menos, independientemente de las posiciones políticas, me siento obligado moralmente a exigir total transparencia en esta elección y, por lo tanto, creo que salir a hacer felicitaciones es hoy día apresurado”, agregó.

También Brasil consideró que es necesario esperar a contar con toda la información. Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que “el gobierno brasileño saluda el carácter pacífico de la jornada electoral en Venezuela y acompaña con atención el escrutinio”. A continuación, manifestó que “reafirma” que “el principio de la soberanía popular debe ser observado por medio de la verificación imparcial de los resultados”.

Brasil “aguarda, en ese contexto”, la publicación de todos los datos “detallados por mesa de votación”, un requisito que considera “un paso indispensable para la transparencia, credibilidad y legitimidad del resultado del pleito” electoral.

Más temprano, el asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en asuntos internacionales, el excanciller Celso Amorim, que viajó a Caracas para estas elecciones y permanecerá allí hasta el martes, manifestó: “No pongo en duda necesariamente lo que está siendo dicho, pero el [gobierno venezolano] dijo que suministraría todas las actas” y “eso aún no ocurrió”. Agregó que se trata de una situación “compleja” y consideró que es necesario ser “cauteloso”.

Según informó el diario venezolano El Nacional, Brasil pidió al Centro Carter y la ONU que investiguen las denuncias de la oposición sobre irregularidades en el recuento de votos.

A los cuestionamientos se sumó el gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro. “El gobierno de Colombia está a la expectativa de la divulgación de los resultados de las elecciones por parte del CNE de Venezuela. El conteo de votos debe hacerse con plenas garantías para todos los sectores. Reafirmamos nuestro apoyo a la paz y la democracia en el hermano país”, declaró la cancillería en un comunicado.

El canciller, Luis Gilberto Murillo, agregó en su cuenta de X que “es importante despejar cualquier duda sobre los resultados” y “esto implica que los observadores y veedores internacionales presenten sus conclusiones sobre el proceso”. Por eso, llamó a que, “a la mayor brevedad, se proceda con el conteo total de los votos, su verificación y auditoría de carácter independiente”.

“Los resultados electorales de tan importante jornada deben contar con toda la credibilidad y legitimidad posibles por el bien de la región y, sobre todo, del pueblo venezolano”, dijo.

Tiempo atrás, en abril, el propio Petro había cuestionado la inhabilitación de Machado como candidata y había recordado que él mismo sufrió en su momento una situación similar en Colombia.

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, dijo que “Venezuela merece resultados transparentes, certeros y apegados a la voluntad de su pueblo”, y que recibió “con muchas dudas los resultados anunciados”.

Además de las reacciones de los gobiernos de izquierda, hubo otras, como la de Panamá, que decidió suspender sus relaciones con Venezuela y retirar a su personal diplomático hasta que se haga una “revisión de las actas” electorales. El presidente, José Raúl Mulino, dijo que “la frágil relación establecida en los últimos años” entre los dos países “se ha dañado de forma contundente en los últimos días” y que su gobierno no puede “mirar para otro lado ante el intento de golpe institucional a la decisión soberana del pueblo de Venezuela”.

A su vez, el canciller peruano, Javier González Olaechea, condenó “en todos sus extremos la sumatoria de irregularidades con voluntad de fraude por parte del gobierno de Venezuela” y anunció que había llamado a consultas a su embajador en Caracas.

También los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Uruguay y República Dominicana manifestaron su preocupación por la situación en Venezuela, y lo mismo hicieron los de Italia, Portugal, Alemania y Reino Unido, que manifestaron dudas con respecto a los resultados y solicitaron que se hicieran públicos todos los datos.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que los resultados “no han sido verificados y no podrán considerarse representativos de la voluntad del pueblo venezolano hasta que se publiquen y verifiquen”.

Por su parte, Estados Unidos anunció que postergará cualquier decisión, incluso la de aplicar nuevas sanciones, hasta que se publiquen todas las actas de votación, dijo el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

La visión de Caracas

De acuerdo con Telesur, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, informó que el CNE presentará todas las actas electorales en su página web, “tal como históricamente se ha hecho”.

Advirtió que “el sistema de transmisión de datos del CNE” sufrió un ataque, que “habría sido realizado desde Macedonia del Norte, y habría tenido la intención de manipular los datos que se estaban recibiendo en el CNE”, dijo. Agregó que están involucrados en ese ataque varios opositores: “Lester Toledo, Leopoldo López (un dirigente que vive en España) y María Corina Machado”.

“Esta acción fue detenida, fue evitada, pero lograron pausar y ralentizar” la transmisión, dijo, y agregó que el objetivo era “adulterar las actas de transmisión del sistema”. Según Saab, Toledo, un “tristemente célebre prófugo de la Justicia quien se encuentra en el exterior”, es el principal responsable de esa acción.

Desde el gobierno, el canciller, Yván Gil, le respondió al Ejecutivo de Chile y dijo que la “incompetencia” de Boric “es la causa de desconocer que los hijos de Bolívar y de [Hugo] Chávez no” necesitan su “devaluado reconocimiento”, citó la agencia Efe. “Aquí sí derrotamos el fascismo con votos y con apoyo popular, y además somos libres de tutelajes, cosa que lastimosamente su gobierno no puede decir jamás. ¡Ocúpese de sus problemas! Acá ganamos, defendemos el triunfo y celebramos como verdaderos revolucionarios”, manifestó.

A su vez, Nicolás Maduro anunció que promoverá un proceso de diálogo nacional que promueva “nuevos consensos” y un “entendimiento” entre distintos partidos. Agregó que en ese ámbito se incluirá a “todos los sectores económicos, sociales, culturales, políticos del país”.

Al mismo tiempo, según El Universal, se comenzó a desplegar al Ejército en el territorio venezolano, una medida que se mantendrá hasta el 15 de agosto.

Maduro afirmó que “se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado, nuevamente, de carácter fascista y contrarrevolucionario”. El presidente advirtió: “Les digo a los complotados, a los involucrados y a los que avalen esta operación contra la democracia venezolana que la película ya la sabemos y esta vez no va a haber ningún tipo de debilidad. Esta vez en Venezuela se respetará la Constitución, se respetará la ley y no se impondrá ni el odio ni el fascismo ni la mentira ni la manipulación”.