Después de más de 15 meses de ataques sobre la Franja de Gaza que dejaron decenas de miles de muertos, se anunció un acuerdo entre Hamas e Israel para el cese del fuego y la liberación de algunos de los rehenes israelíes secuestrados en octubre de 2023.Lo anunciaron a la prensa internacional funcionarios de los países que mediaban para llegar a un pacto de este tipo: Qatar, Egipto y Estados Unidos.
El primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, confirmó en una conferencia de prensa en Doha que se llegó a este entendimiento, “para el canje de rehenes y prisioneros, el regreso a una calma sostenible, así como la llegada de cantidades de ayuda humanitaria al enclave palestino”. El pacto entrará en vigencia el domingo y su primera fase se extenderá por 42 días.
“Estamos trabajando continuamente para el cese del derramamiento de sangre. A lo largo de 411 días hemos entablado esfuerzos para llegar a este momento esperado y trabajamos con Israel y Hamas para la implementación de los pasos de este acuerdo”, dijo el primer ministro qatarí. Manifestó su expectativa de que durante los días que faltan para que el acuerdo se comience a aplicar “no haya operaciones militares”.
“Esperamos que esta fase tenga éxito y que la segunda fase logre parar la guerra totalmente”, dijo, de acuerdo con la agencia Efe.
Según informó The Guardian, los países mediadores estuvieron durante dos días a punto de alcanzar este pacto, y circularon diversas versiones sobre las razones que lo impedían y quiénes lo frenaban.
La primera declaración oficial de una de las partes involucradas provino de la Oficina del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que en un comunicado responsabilizó a Hamas de haber puestro trabas: “Ante la firme postura del primer ministro Netanyahu, Hamas dio marcha atrás en su exigencia de último minuto de cambiar el despliegue de fuerzas en el corredor de Filadelfia”. Manifestó también que quedaban pendientes cláusulas del cese del fuego por resolver, pero que esperaban solucionarlo este mismo miércoles.
En un clima de expectativa, antes del anuncio del acuerdo, se conocieron algunos de sus principales puntos. Uno de estos establece que el primer día serán liberados tres rehenes, el séptimo día otros cuatro y cada semana se agregará un número similar, a lo largo de 42 días.
Esta fase comprende la liberación de 33 personas secuestradas en Israel por milicianos de Hamas y otros grupos armados palestinos. Esa entrega, que dará prioridad a los niños, las mujeres, los ancianos, y quienes estén heridos o enfermos, puede incluir tanto a rehenes vivos como los cuerpos de algunos que ya murieron.
El intercambio de esos rehenes por palestinos presos en cárceles israelíes está previsto en el cruce de Rafah, en la frontera de la Franja de Gaza con Egipto. El número de palestinos que quedarán en libertad no se precisó, pero se estima que superará el millar. Se acordó que no podrán volver a ser detenidos por los mismos cargos ni obligados a firmar documentos sobre las condiciones de su liberación, informó Efe.
También se conoció que entre los secuestrados que quedarán en libertad en esta etapa se encuentran cinco militares, que según presumen los medios israelíes, serían mujeres. Esas especulaciones se deben a que en el borrador se vinculaba la liberación de mujeres militares con la posibilidad de que los civiles palestinos enfermos y heridos pudieran salir por e paso de Rafah para recibir atención.
Además del cese del fuego, el acuerdo prevé la retirada gradual de las tropas israelíes de las zonas pobladas de la Franja de Gaza, empezando por la ciudad de Rafah. Estos puntos fueron motivo de debate. Finalmente, según la agencia, se estableció que las fuerzas militares se retirarán incluso del corredor de Netzarim, que divide ese enclave, y se mantendrán en una zona fronteriza hasta unos 700 metros dentro del territorio palestino. En ciertos puntos, podrían avanzar 400 metros más
El pacto incluye además la libre circulación de ayuda humanitaria, con el objetivo de que ingresen al enclave 600 camiones diarios con alimentos, insumos médicos y combustible.
Seguimiento internacional
El primer ministro qatarí, Bin Abdulrahman, informó que un equipo integrado por representantes de Egipto, Estados Unidos y Qatar se encargará de gestionar un “mecanismo de seguimiento” que tendrá base en El Cairo y que “supervisará la implementación del acuerdo y de todo lo que se ha pactado”. Agregó que allí estarán representadas “todas las partes” y se creará un “mecanismo de denuncia” para cualquier eventual violación de lo convenido.
“Esperamos que las partes mantengan su compromiso, pero sabemos que este tipo de acuerdos son muy complejos y tendrán algunos problemas en el futuro. Estamos listos y seguiremos comprometidos para abordar esos problemas”, dijo. Informó también que en los próximos días se darán a conocer los detalles del texto, que se firmará este viernes, y los pasos previstos para negociar las fases dos y tres de este acuerdo en etapas, que había sido propuesto meses atrás por el presidente estadounidense, Joe Biden.
Después de esta primera fase del acuerdo, se prevén negociaciones sobre la reconstrucción de Gaza, y el regreso de los desplazados a sus hogares. Para el retorno de quienes viven en el norte, se contempla que el paso de vehículos sea supervisado por Egipto y Qatar.
Las negociaciones para una segunda fase comenzarán el 16 de enero, y también tienen como objetivo un cese del fuego permanente y la retirada completa de las tropas israelíes de Gaza. En ese momento serán liberados los últimos secuestrados, soldados israelíes, a cambio de prisioneros palestinos.
La fase tres, incluirá intercambios de cuerpos de rehenes y de supuestos combatientes de Hamas, y un plan de reconstrucción de Gaza con supervisión internacional que podrá extenderse entre tres y cinco años.
Biden y Trump
Antes de que Qatar hiciera estos anuncios oficiales, cuando diversas fuentes daban por hecho el resultado positivo de las negociaciones, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en su red Truth Social: “Tenemos un acuerdo para los rehenes en Medio Oriente. Serán liberados en breve”.
Dijo que “este épico acuerdo de alto el fuego” ocurrió gracias a su victoria electoral, que dejó en claro que su gobierno “buscará la paz y negociará acuerdos para garantizar la seguridad de todos los estadounidenses”. Advirtió además que como presidente trabajará “estrechamente” con Israel para “garantizar que Gaza nunca vuelva a convertirse en un refugio para los terroristas”.
“Hemos logrado mucho sin siquiera estar en la Casa Blanca todavía. Imagínense todas las cosas maravillosas que sucederán cuando regrese a la Casa Blanca”, agregó.
Más tarde, Biden, dijo que su gobierno y el entrante trabajaron “como un equipo” en los últimos días para avanzar en estas negociaciones. El presidente estadounidense dijo que impulsó esa coordinación porque el gobierno entrante será el que estará presente durante la implementación del pacto, y que se aseguró de que las dos administraciones hablaran “con la misma voz, porque eso es lo que hacen los presidentes estadounidenses”.
“Durante las próximas seis semanas, Israel negociará los arreglos necesarios para conseguir la fase dos, que supone el fin permanente de la guerra. Permítanme repetirlo: un fin permanente de la guerra. Hay detalles que negociar para pasar de la fase uno a la dos, pero el plan dice si las negociaciones se demoran más de seis semanas, el alto el fuego continuará mientras sigan las negociaciones”, dijo Biden.
El presidente agregó: “Ahora la red terrorista que una vez protegió y sostuvo a Hamas es mucho más débil. Irán es más débil que en décadas. Hezbolá está gravemente degradado y, después de más de 15 meses de guerra, los principales líderes de Hamás están muertos”.
Acerca del acuerdo agregó: “No nos hemos rendido y hoy, finalmente, ha llegado el éxito”.
Una noticia celebrada
“El acuerdo de cese del fuego es el resultado de la legendaria firmeza de nuestro gran pueblo palestino y de nuestra valiente resistencia en la Franja de Gaza, durante un período de más de 15 meses”, manifestó Hamas en un comunicado. Durante esos 15 meses, las autoridades locales, que pertenecen a Hamas, registraron más de 46.000 muertes, pero se estima que el número es mucho mayor. Además, más de 110.000 personas fueron heridas.
En Israel, el Foro de las Familias de Rehenes manifestó en un comunicado su “enorme alegría y alivio”. Consideró que el resultado de las negociaciones “es un importante paso adelante que nos acerca al regreso de todos los rehenes: los vivos para su rehabilitación y los fallecidos para un entierro adecuado”. Sin embargo, agregó que las familias sienten “una profunda ansiedad y preocupación por la posibilidad de que el acuerdo no se implemente en su totalidad, dejando a algunos rehenes atrás”.
Un acuerdo anterior, en noviembre de 2023, permitó la liberación de 105 rehenes. Se estima que permanecen secuestradas otras 94 personas y que 34 de ellas murieron en cautiverio.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, celebró el resultado de las negociaciones, pero advirtió: “No nos hagamos ilusiones. Este acuerdo, cuando se firme, apruebe e implemente, traerá consigo momentos profundamente dolorosos, desafiantes, y angustiosos”.
Herzog dijo que este es “el movimiento correcto” y consideró que “no hay mayor obligación moral, humana, judía o israelí que traer de vuelta a nuestros hijos e hijas, ya sea para que se recuperen en casa o para que descansen”. Dentro del gobierno israelí, los ministros más extremistas se oponían a un pacto de este tipo, entre ellos el de Finanzas, Bezalel Smotrich, que este miércoles ratificó su posición, aunque celebró que los secuestrados sean liberados.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, que fue una de las voces internacionales que más insistieron en la necesidad de un cese del fuego, del ingreso de la ayuda humanitaria a Gaza y la liberación de los rehenes, dio la bienvenida al acuerdo alcanzado. Advirtió sin embargo que es “un primer paso crítico” que no debe distraer del objetivo de “la preservación de la unidad, contigüidad y la integridad del territorio palestino ocupado”.
Dijo que la prioridad es ahora “aliviar el tremendo sufrimiento causado por este conflicto”, y hacer llegar ayuda humanitaria a Gaza para aliviar una situación que es “catastrófica”.
Sobre esta situación advirtió también el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk. Consideró que el acuerdo es un “gran alivio tras 15 meses de insoportable dolor y miseria” y pidió “a las partes del conflicto y a todos los países con influencia que hagan todo lo que esté en su mano para garantizar el éxito de nuevas fases del alto el fuego, incluyendo la liberación de todos los rehenes y el fin completo de la guerra”.
Varios países se manifestaron sobre el anuncio de este miércoles. Al igual que la ONU, el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, pidió que la ayuda humanitaria llegue a los gazatíes para “hacer frente a la catastrófica situación” que viven. Lo mismo hicieron el ministro de Relaciones Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Abdalá Bin Zayed, como su par de Jordania, Ayman al Safadi, que además llamaron a trabajar por la creación de un Estado palestino independiente, con Jerusalén este como capital, como solución al conflicto.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que “los rehenes se reunirán con sus seres queridos y la ayuda humanitaria llegará a los civiles en Gaza”. Agregó que “esto lleva esperanza a toda la región, donde la gente ha soportado un inmenso sufrimiento durante demasiado tiempo”.
Desde América del Sur, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo que el acuerdo “es una buena noticia para la humanidad”.
A su vez, la presidenta del Partido de los Trabajadores de Brasil, Gleisi Hoffmann, dijo que la tregua “interrumpe una escalada de 15 meses de barbarie contra la población palestina” y es “una victoria de la civilización y una derrota para la extrema derecha que gobierna Israel bajo el signo del odio”. Deseó “que sea el primer paso hacia la consolidación de la paz, con el reconocimiento de facto del derecho a la existencia de una Palestina libre y soberana”.