La reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Budapest, la capital de Hungría, anunciada la semana pasada, pero cuya fecha exacta todavía no fue comunicada, generó molestias en la Unión Europea (UE) debido a la orden de detención emitida en marzo de 2023 por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el líder del Kremlin por crímenes de guerra.
Hungría es un país seguro para Putin porque el gobierno magiar que encabeza Viktor Orbán se dice no comprometido a cumplir con la orden del CPI, ya que abandonó los estatutos de ese tribunal.
En el encuentro pactado entre los mandatarios el tema central será la guerra en Ucrania, en un nuevo intento de Trump de poner fin a ese conflicto, que durante la campaña que lo llevó a la Casa Blanca dijo que resolvería en 24 horas.
Este lunes, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE se reunieron en Luxemburgo, donde varios jerarcas comunitarios expresaron su rechazo a la visita de Putin a un país que integra el bloque.
La alta representante de la UE para Política Exterior y Seguridad, la ex primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, consideró que no está bien que el presidente ruso viaje a un país miembro de la UE.
De acuerdo con lo que informó la agencia Efe, Kallas dijo además hubiera preferido que, para lograr un acuerdo en el conflicto desatado en febrero de 2022 con la invasión rusa de Ucrania, fuera el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien se reuniera con el mandatario ruso, ya que “en realidad son ellos quienes tienen que ponerse de acuerdo en esto”.
“Pero veamos qué sale de esa reunión”, agregó la jefa de la diplomacia europea.
Más duro en sus apreciaciones fue el ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, Kęstutis Budrys. “No hay lugar para criminales de guerra en Europa”, expresó Budrys, quien sin embargo argumentó que los esfuerzos diplomáticos de Trump podrían combinarse de alguna manera con la lucha de la CPI contra la impunidad.
Por su parte, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, consideró “útil” que Washington mantenga contactos bilaterales con Moscú, pero advirtió que la presencia de Putin en territorio del bloque, que rompe un tabú, “sólo tiene sentido si conduce a un alto el fuego inmediato e incondicional”, informó el portal Euronews.
En la misma línea, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, pidió a sus pares europeos centrarse en el apoyo a Kiev.
“Debemos preguntarnos qué podemos hacer para intensificar la ayuda a Ucrania y defender su soberanía e integridad territorial. Eso es lo que tenemos que hacer hoy, y no tanto preguntarnos qué harán los demás”, expresó Albares.
También este lunes trascendieron detalles de la reunión que tuvieron el viernes Trump y Zelenski en la Casa Blanca.
El diario británico Financial Times informó que el encuentro tuvo momentos duros, en los que ambos mandatarios se gritaron mutuamente.
Según los informes, Trump y Zelenski se enzarzaron repetidamente en fuertes discusiones durante la reunión, en la que Trump supuestamente profirió insultos “todo el tiempo”. La agencia de noticias Reuters citó a personas que accedieron a la reunión en la que afirmaron que Trump utilizó un lenguaje soez.
Al parecer, el centro de la discusión fue la insistencia de Trump en que Zelenski aceptara ceder el territorio del Donbás a Rusia, algo a lo que el mandatario ucraniano se negó de manera enfática.
De todas maneras, el domingo durante una reunión con periodistas en Kiev, Zelenski calificó el encuentro con Trump como “productivo”, a la vez que se mostró dispuesto a ir a Hungría para participar en el encuentro entre el líder estadounidense y Putin, reunión en la que se teme que el primero acepte las concesiones territoriales exigidas por Moscú para poner fin a la guerra.