Menos de 60.000 personas, aproximadamente el 0,001% de la población mundial, controlan tres veces más riqueza que la mitad más pobre de la humanidad, según un informe que argumenta que la desigualdad global alcanzó extremos que hacen que sea esencial tomar medidas urgentes.

El estudio, denominado World Inequality Report 2026 fue elaborado por el World Inequality Lab, un prestigioso centro de investigación internacional económica y social dependiente de la Escuela de Economía de París.

El trabajo, basado en datos recopilados por 200 investigadores dirigidos por los economistas Ricardo Gómez Carrera, Thomas Piketty, Lucas Chancel y Rowaida Moshri, también reveló que el 10% de las personas con mayores ingresos gana más que el 90% restante en conjunto, mientras que la mitad más pobre capta menos del 10% del total de ingresos mundiales.

De acuerdo a lo que informó El País de Madrid, el estudio hace una radiografía de las desigualdades en el mundo teniendo en cuenta muchos factores, no únicamente las diferencias de ingresos o el patrimonio, sino también otros aspectos que influyen, como el cambio climático o el género.

Por ejemplo, en este último aspecto, la mayor parte del trabajo no remunerado la hacen las mujeres. Estas horas extras no valoradas fueron tenidas en cuenta a la hora de sacar las conclusiones. Las mujeres reciben un cuarto de los ingresos totales producidos por el trabajo, “una cifra que no ha evolucionado desde 1990”, señala el estudio, que este año llegó a su tercera edición luego de los realizados en 2018 y 2022.

La riqueza, tomada como el valor de los activos de las personas, estaba incluso más concentrada que los ingresos, o las ganancias derivadas del trabajo y las inversiones, según el informe, ya que el 10% más rico de la población mundial poseía el 75% de la riqueza y la mitad más pobre tan sólo el 2%.

En casi todas las regiones del mundo, el 1% más rico es más rico que el 90% más pobre en conjunto, según el informe, a la vez que la desigualdad de la riqueza sigue aumentando rápidamente en todo el mundo.

“Las desigualdades afectan todos los ámbitos de la vida económica y social. Los datos revelan una extrema concentración de la riqueza en una parte pequeña de la población”, explicó el mexicano Ricardo Gómez Carrera durante la presentación del estudio.

Agregó que si bien la desigualdad fue durante mucho tiempo un rasgo distintivo de la economía global, este año había alcanzado niveles que exigen atención urgente.

La proporción de la riqueza de todo el mundo en manos del 0,001% más rico aumentó casi el 4% en 1995 a más del 6%, según el informe, mientras que la riqueza de los multimillonarios viene incrementándose alrededor de un 8% anual desde la década de 1990, casi el doble de la tasa del 50% más pobre.

En el informe se indica que reducir la desigualdad no es exclusivamente una cuestión de equidad, sino algo esencial para la resiliencia de las economías, la estabilidad de las democracias y la viabilidad del planeta.

Los directores de la investigación afirmaron que estas brechas extremas ya no son sostenibles para las sociedades ni para los ecosistemas.

Elaborado cada cuatro años en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el informe constituye la mayor base de datos de acceso abierto sobre desigualdad económica mundial y se considera que influye en el debate público internacional sobre el tema.

En un prefacio del trabajo de este año, el economista estadounidense Joseph Stiglitz, ganador del Premio Nobel, repitió el llamado a crear un panel internacional comparable al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, conocido por su acrómino IPCC, de la ONU, para “monitorear la desigualdad en todo el mundo y brindar recomendaciones objetivas y basadas en evidencia”.