Después de que los diputados y senadores electos en octubre en Argentina asuman sus cargos este martes, comenzará un período de sesiones extraordinarias del Congreso hasta el 30 de diciembre para tratar el presupuesto para 2026, además de varias reformas impulsadas por el gobierno del presidente Javier Milei. El oficialismo espera que el presupuesto, que apunta a lograr un superávit fiscal, cuente con media sanción el mismo miércoles.

Entre las reformas, que seguirán tratándose en la segunda mitad de enero, una de las más resistidas es la laboral, que busca flexibilizar las normas que regulan la contratación, los despidos, la actividad sindical, los aumentos salariales y otras condiciones de trabajo.

Según informó la prensa argentina, este proyecto de ley permite que los trabajadores hagan jornadas de hasta 12 horas y que se fraccionen las vacaciones mediante un acuerdo entre las partes.

La iniciativa del Ejecutivo además limita los intereses que el empleador debe pagar tras juicios laborales, busca también acortar estos procesos y autoriza a las pymes a pagar las indemnizaciones a los trabajadores hasta en 12 cuotas. El proyecto plantea la necesidad de “actualizar las relaciones laborales a los nuevos modelos productivos”, afirma el texto.

Si bien todavía está en discusión, la versión que trascendió en la prensa argentina, de 182 artículos, también incluye disposiciones que debilitan a los sindicatos y las medidas de lucha de los trabajadores organizados.

Limita el derecho de huelga en servicios esenciales e introduce cambios en los mecanismos de negociación salarial: avanza en los acuerdos individuales y en las negociaciones directas entre una empresa y sus trabajadores, de tal modo que resta peso a los acuerdos colectivos por sector. La norma contempla sanciones para quienes, en lugar de cumplir con “la obligación de negociar de buena fe”, busquen dificultar los acuerdos.

Está previsto que a los empleadores se les perdonen las deudas en materia de aportes a la previsión social, entre otras, si regularizan a la totalidad de sus empleados. Por otra parte, la iniciativa define como “trabajadores independientes” a los de plataformas digitales de reparto.

Si bien dispone que los horarios podrán fijarse libremente, la reforma establece que se “deberán respetar descansos mínimos de 12 horas” entre una jornada y otra, y descansos mínimos semanales de 35 horas. Pero esto se puede modificar mediante horas extras y otros regímenes que lo compensen, según el texto. A esta iniciativa se suma una reforma del sistema penal que apunta a aumentar las penas y eliminar posibilidades de acortar su cumplimiento efectivo, además de agregar agravantes a algunos delitos.

Uno de los cambios que incluye es la imprescriptibilidad de delitos graves como homicidio simple y agravado, abuso sexual, trata de personas, distribución de contenido pedófilo, terrorismo y narcotráfico, informó el diario Perfil.

La otra reforma propone cambiar los mecanismos de rendición de cuentas en materia fiscal, mediante la ley de Presunción de Inocencia Fiscal, que busca simplificar las declaraciones de bienes y de ingresos. A estas iniciativas se suman otras, que también reciben críticas, como la modificación del régimen de preservación de los glaciares y su entorno.

Hacia Oslo

Mientras el oficialismo se dispone a impulsar estas reformas en el Congreso, el presidente partía este lunes hacia Oslo, Noruega, para asistir el miércoles a la entrega del Nobel de la Paz a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado.

El comando oficial de campaña de Machado le agradeció públicamente a Milei. “Su presencia en Noruega es un gesto de hermandad continental que reafirma el compromiso de Argentina con la democracia y la defensa de los derechos humanos del pueblo venezolano”.

Machado, que no hace público su paradero en Venezuela, tampoco informó de los detalles del viaje. A su vez, el director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, dijo a AFP: “Dada la situación de seguridad, no podemos ofrecer más precisiones”. También asistirán a la ceremonia el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, el de Paraguay, Santiago Peña, y el de Ecuador, Daniel Noboa.