El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió que el ex primer ministro británico Tony Blair no integrará la “junta de paz” a cargo de conducir el gobierno de la Franja de Gaza en una segunda etapa de su plan para ese territorio palestino.

Así lo informó el periódico británico Financial Times, sin que Trump ni Blair hicieran anuncios públicos al respecto o comentaran la noticia.

De acuerdo con la publicación, los antecedentes de Blair en Irak motivaron que varios países musulmanes y árabes se opusieran a que jugara este nuevo papel.

El ex primer ministro fue el principal apoyo a la invasión a Irak liderada en 2023 por el entonces presidente estadounidense George W Bush.

Para lanzar su ataque, Bush alegó que el gobierno de Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva, algo que nunca demostró, y la guerra fue devastadora para el país.

Al presentar el “plan de paz”, en setiembre, Trump anunció que él mismo encabezaría esa junta, y Blair fue la primera persona que mencionó como uno de sus integrantes. En esa instancia, los dos intercambiaron elogios.

Según el periódico británico, las preocupaciones de varios países árabes y musulmanes incluyen también la de que los palestinos no sean incorporados a la estructura de gobierno.

El plan de Trump no prevé incluirlos en la junta de manera representativa, sino encargar tareas de gestión a personas palestinas sin vínculos con ninguna agrupación política o movimiento armado.

Esta iniciativa pretende crear una administración tecnocrática que sería conducida por la junta.

Semanas después de mencionar a Blair, Trump también hizo público que planeaba sumar a la junta a su mediador Steve Witkoff y a su asesor y yerno Jared Kushner, además de representantes de otros países.

En octubre, Trump admitió que el nombre de Blair generaba resistencia. “Siempre me ha caído bien Tony, pero quiero asegurarme de que sea una opción aceptable para todos”, dijo.

Según el Financial Times, una fuente que participó en las conversaciones para la creación de la junta dijo que de todos modos Blair “podría desempeñar un papel en una función diferente, y eso parece probable”, y agregó que “les cae bien a los estadounidenses y a los israelíes”.

En la región, Blair ya había actuado como representante del llamado “cuarteto para Medio Oriente”, integrado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, sin que su gestión mostrara avances en acuerdo entre israelíes y palestinos, recordó The Guardian.

Este elemento también fue considerado por algunos países.

Policías irrumpen en sede de la UNRWA en Jerusalén

Mientras se discute un cambio en la situación administrativa de la Franja de Gaza, en Jerusalén, la ciudad que tanto israelíes como palestinos reivindican como capital de su Estado, policías israelíes y funcionarios de la alcaldía “irrumpieron por la fuerza” el lunes en la sede de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Medio Oriente (UNRWA, en inglés).

Así lo denunció el comisionado general de esa institución, Philippe Lazzarini.

El funcionario informó que ingresaron al lugar con motos y otros vehículos, cortaron todas las comunicaciones, incautaron equipos informáticos, muebles y otros objetos, e incluso sustituyeron la bandera de la ONU por una de Israel.

“Esta acción representa un flagrante incumplimiento de la obligación de Israel, como Estado miembro de la ONU, de proteger y respetar la inviolabilidad de las instalaciones” de esta organización, denunció Lazzarini.

La tensión entre la UNRWA e Israel se relaciona con la resistencia israelí a que las personas que fueron desplazadas de su territorio hace décadas sigan siendo consideradas refugiados.

En 2024, el gobierno israelí acusó a la UNRWA de contratar a milicianos palestinos, incluso algunos responsables del ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos y 250 secuestrados, de los cuales muchos murieron.

Sin embargo, no presentó pruebas y la Corte Internacional de Justicia consideró infundadas las denuncias.

Este año, el Parlamento israelí prohibió la actividad de la UNRWA en Israel bajo esas mismas acusaciones, y la sede de esa institución fue blanco de ataques incendiarios de extremistas israelíes.

Lazzarini afirmó que “independientemente de las medidas adoptadas a nivel nacional, el complejo conserva su condición de recinto de la ONU, inmune a cualquier tipo de interferencia” y lo ocurrido el lunes “representa un nuevo desafío al derecho internacional”.

Entre las reacciones de rechazo se contó la del gobierno de España.

En un comunicado, su Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que esta acción viola “los privilegios e inmunidades de la agencia de Naciones Unidas”, urgió a respetar el derecho internacional y a que Israel permita “que la UNRWA pueda seguir cumpliendo con su mandato sin limitaciones ni obstáculos”.

Señaló que esa agencia es un “actor fundamental e insustituible en la resolución del conflicto entre Palestina e Israel, así como en su acción para aliviar la insoportable crisis humanitaria en Gaza”.