El nuevo gobierno sirio encara el proceso de diálogo nacional para encarrilar el futuro del país tras la caída de Bashar al Assad en diciembre con la noticia de que la Unión Europea (UE) levantará buena parte de las sanciones que pesaban sobre el régimen del dictador. “Es un paso positivo para aliviar el sufrimiento”, señaló el Ministerio de Exteriores en un comunicado difundido en las últimas horas.

La UE anunció el martes el levantamiento de las sanciones al transporte y la energía a fin de “apoyar una transición política integradora” en el país y una “rápida recuperación económica, reconstrucción y estabilización”. También sacó a cinco entidades sirias (Banco Industrial, Banco Popular de Crédito, Caja de Ahorros, Banco Cooperativo Agrícola y Aerolíneas Árabes Sirias) de la lista de las sujetas a la congelación de fondos y recursos económicos.

Se trata de un espaldarazo al gobierno sirio, formado a mediados de diciembre, pese a las suspicacias que pueda generar la trayectoria de su líder, Ahmed al Sharaa (también conocido por su nombre de guerra, Abu Mohamed al Jolani), que venía de ser dirigente de Hayat Tahrir al Sham –que nació de la filial siria de Al Qaeda–, el grupo islamista que lideró la coalición rebelde que derrocó a Al Assad.

En un discurso el martes ante más de 600 invitados a participar en el “diálogo nacional”, Al Sharaa destacó que Siria “atraviesa un momento muy crítico de su historia”, por lo que “necesita [para su recuperación] un plan de emergencia, otro a medio plazo y uno estratégico”. El líder, que obtuvo el respaldo de todos los cabecillas de las facciones armadas que acabaron con el régimen de Al Asad, ha hecho un llamamiento a la unidad de todo el pueblo sirio para curar “las heridas de Siria” y reconstruir el país.

El llamado diálogo nacional ha suscitado críticas ya desde el principio: el partido kurdosirio Consejo Nacional Kurdo (CNK) denunció el lunes que ha sido “marginado” de las conversaciones y que para seleccionar a los integrantes no se han seguido criterios claros “que garanticen una representación equilibrada de las distintas fuerzas políticas y componentes sirios, incluido el movimiento político kurdo”.

El nuevo gobierno tiene que lidiar también con la presencia continuada del ejército israelí en su territorio. Tras el colapso del régimen el 8 de diciembre, Israel tomó el control de varios puntos estratégicos y localidades en la parte siria de la zona desmilitarizada entre los dos países, un movimiento que fue criticado por parte de la comunidad internacional, que lo consideró una violación del acuerdo territorial entre Israel y Siria firmado en 1974.

Esta nota se publicó originalmente en elDiario.es.