Este jueves en la Casa Blanca, el presidente estadounidense Donald Trump recibió la visita de la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, en un encuentro pautado por la guerra arancelaria planteada por el mandatario republicano.
En medio de la agitación que generó en el mundo la agresiva política comercial que amenazó implementar Trump, la mandataria italiana astutamente gestionó un encuentro con su par estadounidense, con el que tiene una particular afinidad, para intentar convertirse en la gestora de un diálogo entre Washington y la Unión Europea (UE) que acerque las posiciones de las potencias comerciales.
Si bien la presencia de Meloni en la Casa no fue en representación del bloque, como ella misma dejó en claro, al ser la líder comunitaria más cercana a Trump, quizá con la excepción del primer ministro húngaro Viktor Orbán, su visita fue seguida de cerca desde Bruselas, porque entienden que la dirigente ultraderechista italiana es alguien con quien el magnate republicano se puede entender.
De hecho, antes de viajar a Washington, Meloni habló sobre el objetivo de su encuentro con Trump con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y lo mismo hizo, tanto con el actual canciller alemán, Olaf Scholz, como con quien lo sucederá en mayo, Friedrich Merz.
En la conferencia de prensa que dieron juntos luego de compartir un almuerzo, Meloni habló sobre los puntos de afinidad que tiene con Trump, y además le extendió una invitación para viajar cuando lo crea pertinente a Roma, para encontrarse tanto con ella como con otros líderes europeos para hablar sobre las cuestiones arancelarias.
“Con Trump estamos unidos en la lucha contra la cultura woke, la inmigración y el tráfico de fentanilo. Estamos en desacuerdo sobre el tema de los aranceles, pero encontraremos una solución. Italia tendrá que aumentar las importaciones de gas licuado estadounidense y nuestras empresas invertirán aquí 10.000 millones de euros. Nuestras economías están interconectadas y el comercio con Europa es enorme. Quiero que nuestras civilizaciones no tengan más problemas; debemos encontrar diálogo y soluciones. En Roma podremos encontrarnos con Trump y Europa”, expresó Meloni, en declaraciones consignadas por el diario milanés Corriere della Sera.
“No puedo llegar a un acuerdo en nombre de la UE, pero estoy aquí para encontrar la mejor manera de fortalecer a Occidente y hacer que Trump hable con la Unión Europea”, agregó la mandataria italiana, que dijo que “la solución es llegar a un punto intermedio”.
Por su parte, Trump elogió a Meloni, a quien se refirió como una “amiga”.
“Giorgia Meloni ha irrumpido en Europa, todos la quieren, se ha convertido en una amiga. Hablamos de comercio, de muchas cosas”, expresó el presidente estadounidense, quien aceptó la invitación para ir a la capital italiana.
El buen vínculo entre Trump y Meloni es conocido y, de hecho, la mandataria italiana fue la primera líder europea en hablar directamente con Trump luego de la elección de este último.
A comienzos de diciembre, Trump estuvo en París como invitado en la reinauguración de la Catedral de Notre Dame, histórico edificio que quedó severamente afectado después de un incendio en 2019.
En la reapertura de la catedral parisina, el líder republicano, que había sido electo el 5 de noviembre, llamó aparte a Meloni, con quien conversó de manera personal durante varios minutos. Más acá en el tiempo, en enero, Meloni fue invitada por Trump a su residencia de Mar-a-Lago, situada en Palm Beach, en el estado de Florida.
Luego del encuentro de este jueves en Washington, Meloni y su comitiva retornaron de inmediato a Roma, donde este viernes la mandataria italiana recibirá en el Palacio Chigi al vicepresidente estadounidense, James David Vance, en un encuentro en el que también participarán los dos vicepresidentes del Consejo de Ministros que lidera Meloni, Antonio Tajani y Matteo Salvini.