“El hambre extrema no es sólo una estadística. Es el resultado de un proceso lento y doloroso que encoge los órganos, colapsa el sistema inmunitario y deteriora las capacidades cognitivas”, explicó este martes Natalia Anguera, la responsable para Medio Oriente de la organización civil Acción contra el Hambre. “[En la Franja de Gaza], cada día que pasa sin acceso pleno y seguro a alimentos, estamos condenando a miles de personas a un sufrimiento evitable”, denunció.
En ese territorio palestino la ofensiva israelí ya mató a más de 60.000 personas, según las autoridades locales, aunque distintas estimaciones concluyen que ese número está muy subestimado. Entre esas muertes aumentan las que son causadas por la privación de alimento.
De acuerdo con Anguera, ningún nuevo “modelo de entrega de ayuda funcionará –ni un muelle, ni un lanzamiento aéreo, ni un centro aislado– a menos que el asedio se levante completa y permanentemente”.
Dos agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Programa Mundial de Alimentos y Unicef, manifestaron este martes que “Gaza hace frente al riesgo de una hambruna, a medida que el consumo de alimentos y los indicadores sobre nutrición alcanzan sus niveles más bajos desde que comenzó el conflicto”.
Señalaron que la gravedad de la inseguridad alimentaria se mide por tres indicadores. El primero es el consumo de alimentos, que “se ha desplomado” desde la última medición, de mayo. Actualmente, 39% de las personas en la Franja de Gaza pasan “días enteros sin comer”. El segundo indicador es la desnutrición aguda, que alcanzó “niveles sin precedentes”, y que afecta a 16,5 de los menores de cinco años en la ciudad de Gaza. En cuanto al tercer nivel, que se relaciona con las muertes de niños por hambre, estas “se han vuelto cada vez más comunes”, aunque recabar los datos “sigue siendo muy difícil” por el deterioro del sistema de salud gazatí. Las dos agencias de la ONU señalan que “esperar a que se confirme oficialmente una hambruna no es razonable”.
“Niños y bebés están muriendo de desnutrición en Gaza”, dijo la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell. Sin acceso a la ayuda humanitaria en todo el territorio gazatí, “padres y madres seguirán haciendo frente a su peor pesadilla, viendo impotentes cómo sus hijos mueren de hambre por algo que podría evitarse”.
Reacciones europeas
El primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió este martes que si Israel no adopta “medidas sustanciales” para poner fin a la situación que viven los gazatíes, si no accede a un cese del fuego y se compromete “con una paz sostenible a largo plazo, reavivando la perspectiva de una solución de dos estados”, Reino Unido reconocerá al Estado palestino ante la Asamblea General de la ONU en setiembre.
Starmer destacó que las expectativas de su país incluyen que Israel permita “que la ONU reanude el suministro de ayuda” y deje “claro que no habrá anexiones en Cisjordania”. Señaló que un “Estado palestino es un derecho inalienable del pueblo palestino” y no “un regalo de ningún vecino”.
El anuncio fue bienvenido por Francia, que también había manifestado que reconocerá a Palestina como Estado. Este martes, el gobierno francés comunicó además su intención de hacer llegar ayuda humanitaria a Gaza por vía aérea, de una forma que sea segura para la población, aunque reconoció que esto no basta para sustituir la distribución por vía terrestre.
A su vez, Países Bajos declaró persona no grata y vetó la entrada a su territorio a dos ministros extremistas israelíes, que además son colonos: el de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Los acusó de incitar a la “limpieza étnica” en Gaza y someter a la población de ese territorio a “privaciones extremas y continuas”.
Los dos jerarcas ultraderechistas acusaron a Países Bajos de “boicot” y afirmaron que ellos actúan en defensa de Israel. Además, el gobierno de Benjamin Netanyahu convocó a la embajadora de Países Bajos, Marriët Schuurman, para manifestar su malestar.
Países Bajos, junto con España, Francia y Suecia, integró un grupo de diez estados que promovió este martes que la Unión Europea suspendiera parcialmente la cooperación científica con Israel como expresión de rechazo a su política en la Franja de Gaza. Sin embargo, no se reunieron las mayorías necesarias entre los países que integran el bloque para aprobar esa decisión.
También este martes, según informó Efe, 31 personalidades israelíes, desde el expresidente del Parlamento Avraham Burg hasta el ganador del Oscar a mejor documental Yuval Abraham, firmaron una carta en la que piden a la comunidad internacional que imponga “sanciones drásticas” a Israel por su ofensiva contra los palestinos en Gaza.
El lunes, Abraham denunció que uno de los colaboradores en ese documental, No Other Land, el activista Odeh Hadalin, que vivía en Cisjordania, fue asesinado de un tiro en el pecho por un colono israelí.