Un ataque perpetrado este lunes por las fuerzas israelíes tuvo repercusiones en todo el mundo. El objetivo fue el Complejo Hospitalario Nasser, situado en la ciudad de Jan Yunis, en la zona sur de la Franja de Gaza.

Los dos bombardeos con tanques, realizados con pocos minutos de diferencia entre sí, causaron la muerte de al menos 20 personas, entre ellas cinco periodistas, según informes de prensa y del Ministerio de Salud, controlado por Hamas.

Unas tres horas después de que se conocieran los informes sobre el ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que las tropas habían llevado a cabo un ataque en la zona.

Las imágenes mostraron a los rescatistas, que habían llegado al lugar del primer ataque, envueltos en humo y escombros cuando se produjo el segundo. Testigos afirmaron que periodistas, entre otras personas, habían acudido a prestar ayuda en el lugar donde se había producido el primer bombardeo contra el hospital, uno de los pocos que siguen en actividad en el sur del territorio palestino.

En una declaración publicada por su oficina, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó que lamentaba el “trágico percance” ocurrido en el hospital Nasser, donde entre los asesinados había periodistas que trabajaban para Reuters, Associated Press, Al Jazeera y la cadena estadounidense NBC.

Por su parte, el ejército israelí dijo que se iba a comenzar una investigación interna sobre las circunstancias del bombardeo. “Las FDI lamentan cualquier daño a civiles no involucrados y de ninguna manera dirigen ataques contra periodistas”, expresó en un comunicado el ejército, que agregó que trabajan para “minimizar el daño a estos, a la vez que salvaguardan la seguridad de nuestras fuerzas”.

Medios israelíes consignaron declaraciones de oficiales militares que informaron que un equipo de tanques bombardeó una cámara ubicada en el hospital al creer que el dispositivo se utilizaba para rastrear a las tropas.

El tanque disparó dos proyectiles, según informaron los oficiales: el primero apuntó a la cámara y el segundo a los rescatistas que operaban en el lugar.

Según la Asociación de Prensa Extranjera, los ataques impactaron en la escalera exterior del hospital, donde los periodistas frecuentemente se situaban con sus cámaras para emitir informes desde el lugar.

Si bien la trágica situación humanitaria que se está viviendo en Gaza, donde según la Organización de las Naciones Unidas hay una hambruna declarada en curso, ya causa indignación en la comunidad internacional, el ataque al hospital de Jan Yunis acrecentó las críticas a Israel y su ofensiva militar.

En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo sentirse “indignado” por el ataque israelí contra el hospital.

“Tenemos que acabar con toda esta pesadilla”, agregó el líder republicano, quien parecer ser el único capaz de detener la inflexible postura de Netanyahu y de su gobierno extremista.

El ataque también fue repudiado por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien en una publicación en X declaró que habló telefónicamente con el emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani, sobre la “dramática situación en Gaza” y condenó los recientes bombardeos contra el hospital de Jan Yunis, a los que calificó de ataques “intolerables”.

Por su parte, el jefe de la diplomacia de Reino Unido, David Lammy, declaró en su cuenta de X estar “horrorizado” por el ataque israelí al centro hospitalario. “Civiles, trabajadores de la salud y periodistas deben ser protegidos. Necesitamos un cese del fuego inmediato”, expresó el jerarca británico.

También hizo comentarios al respecto el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Steffen Seibert. “Otro día de profunda tristeza. Estamos consternados por el asesinato de periodistas, personal de primeros auxilios y otros civiles en un ataque israelí contra el hospital Nasser. Nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores exige una investigación y el acceso de los medios internacionales a Gaza para mostrar la realidad de la guerra”, declaró.

También condenó el ataque la organización Médicos sin Fronteras (MSF), que lo calificó de “horrendo”. La entidad remarcó en un comunicado emitido este lunes que cinco de los muertos eran periodistas independientes que trabajaban para medios internacionales, entre ellos Mariam Abu Dagga, quien además de trabajar para la agencia de noticias estadounidense Associated Press, colaboraba como fotógrafa para MSF.