Este jueves desde el municipio de Leticia, capital del departamento de Amazonas, situado en el extremo sur del territorio colombiano, el presidente Gustavo Petro dijo que su país “no reconoce la soberanía del Perú sobre la denominada isla Santa Rosa y desconoce a las autoridades de facto impuestas en la zona”.

Este fue uno de los puntos de la declaración que leyó el mandatario colombiano, que llegó hasta el lugar acompañado de varios funcionarios de su gobierno en el marco de la disputa que se abrió entre los dos países a causa de la soberanía de Santa Rosa, una pequeña isla situada en el río Amazonas en la que viven aproximadamente 2.500 personas.

La isla está situada en la zona de la triple frontera amazónica que comparten Perú, Colombia y Brasil, frente al municipio colombiano de Leticia y a la ciudad brasileña de Tabatinga.

Según el documento difundido este jueves por el Estado colombiano, la isla Santa Rosa, junto con otras formaciones fluviales surgidas después del único acuerdo binacional de asignación de islas entre ambos países, que se firmó en 1929, no ha sido asignada ni a Colombia ni a Perú.

Por lo tanto, la creación del distrito de Santa Rosa de Loreto por parte del Congreso peruano, algo que sucedió el mes pasado, es considerada un acto unilateral que desconoce los instrumentos jurídicos binacionales.

De acuerdo a lo que informó el diario limeño La República, la Mesa Directiva del Congreso peruano rechazó las declaraciones del mandatario colombiano y ratificó la soberanía nacional sobre la isla de Santa Rosa. En esa misma línea, el Legislativo respaldó el pronunciamiento de la cancillería y la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, que “han ratificado la legitimidad de los actos del Estado peruano”.

En diálogo con el portal colombiano La Silla Vacía, Santiago Duque, un investigador que coordina el Laboratorio de Manejo y Gestión de Humedales del Instituto Amazónico de Investigaciones de la Universidad Nacional de Colombia, explicó que “el río es un sistema vivo y este ha sido cambiado. Cuando se firmó el tratado entre Colombia y Perú, la geografía de la frontera era diferente”.

Concretamente, la isla Santa Rosa emergió en 1970 como desprendimiento de otra isla amazónica más grande, Chinería, por lo que Duque consideró que “es momento de que los dos países vuelvan a sentarse para llegar a un acuerdo sobre un límite que ha cambiado”.

En ese sentido, más allá de que durante la semana el ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, haya amenazado con llevar el caso de la soberanía de la isla Santa Rosa a la Corte de La Haya, y de que Perú haya dispuesto el despliegue de efectivos de la Marina en los alrededores de la isla, ambos acordaron dialogar sobre el tema.

Esto se hizo público en la declaración colombiana de este jueves, más precisamente en el punto seis, en el que se declara haber recibido “con beneplácito la invitación del Gobierno del Perú para participar en la Comisión Mixta Permanente para la Inspección de la Frontera (Comperif), que tendrá lugar el 11 y 12 de septiembre en la ciudad de Lima”.

La situación sobre la isla Santa Rosa generó críticas sobre Petro, a quien acusan de querer capitalizar políticamente el tema cuando su popularidad se encuentra en horas bajas, en momentos en los que está comenzando su último año como presidente colombiano.

El tema también le valió cuestionamientos a la mandataria peruana, Dina Boluarte, que cuenta con una aprobación ciudadana que no llega al 4%, y que a propósito de esta situación fue convocada por el exalcalde de la isla Santa Rosa Iván Yovera a visitar la zona para que conozca de primera mano las necesidades que enfrenta dicha comunidad fronteriza.