Horas después de recibir al presidente de Rusia, Vladimir Putin, con una alfombra roja y un gran apretón de manos en la ciudad de Anchorage, en Alaska, Donald Trump dijo unas pocas palabras ante los periodistas que esperaban anuncios. El presidente estadounidense, que tenía expectativas de salir de esta cumbre con un acuerdo de cese del fuego en Ucrania, dijo que la reunión fue “muy productiva”, pero no aceptó preguntas de la prensa.
“Acordamos muchísimos puntos... No hay acuerdo hasta que haya un acuerdo. Llamaré a la OTAN... Por supuesto, llamaré al presidente [ucraniano, Volodímir] Zelenski y le contaré sobre la reunión de hoy. Realmente hicimos grandes avances”, dijo, según citó el diario The Guardian. Agregó que “se acordaron muchos puntos”, pero quedan otros pendientes. “No lo logramos, pero tenemos muchas posibilidades de lograrlo”, agregó.
Si bien el encuentro entre los dos gobernantes acaparó la atención internacional, las expectativas acerca de los resultados de la reunión eran, para varios, moderadas.
“En el día de las negociaciones siguen matando. Y eso lo dice todo”, dijo el presidente ucraniano, después de denunciar un ataque ruso contra un mercado en el centro de la ciudad de Sumi, y bombardeos en Zaporiyia, Jersón y Donetsk.
Zelenski agregó que “no hay señales de que Rusia se esté preparando para poner fin a esta guerra”. Dijo que esperaba que Trump mantuviera “una postura de firmeza durante la reunión” e insistió en la necesidad de que él, como presidente ucraniano, también esté presente en los encuentros en los que se tomen decisiones sobre este conflicto.
El Ministerio de Defensa de Rusia negó que las fuerzas militares de ese país fueran responsables de los ataques denunciados por Zelenski y acusó al gobierno de Ucrania de lanzar en Sumi “un ataque de falsa bandera deliberado, destinado a crear un ambiente mediático negativo para perturbar” las negociaciones en Anchorage.
Desde Estados Unidos, la dirigente demócrata Hillary Clinton, que perdió las elecciones de 2016 ante Trump, fue entrevistada este viernes en el podcast Raging Moderates, y dijo que el presidente de su país “quiere con toda su voluntad recibir el Nobel de la Paz”. Agregó que si Trump “fuera el arquitecto” de una solución a este conflicto sin intercambio de territorios, con la retirada rusa de todas las zonas ucranianas ocupadas, y sin que Rusia amenace la seguridad de Europa, ella “lo nominaría” a ese premio. Para la exsenadora, el “objetivo aquí es no permitir la capitulación ante Putin, fomentada por Estados Unidos”.
Una solución sin intercambio de territorios no está entre las expectativas de Trump ni en las de Putin. Sobre las aspiraciones acerca del encuentro, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se limitó a manifestar su deseo de que la cumbre terminara “productivamente” y señaló que esa es una condición para un eventual encuentro futuro entre Putin y Zelenski.
Por otra parte, el Kremlin había estimado que la reunión entre los presidentes ruso y estadounidense, que comenzó en la mañana de Alaska, pasadas las 16.00 de Uruguay, se extendiera por seis o siete horas y que durante ese lapso se desarrollara una conversación bilateral entre los presidentes, negociaciones entre las delegaciones, una comida de trabajo y una rueda de prensa conjunta, según dijo temprano Peskov. Finalmente, no hubo conferencia y el encuentro terminó después de unas tres horas.
Las expectativas de Trump
Antes de subir al avión que lo llevaría a Anchorage, Trump manifestó a periodistas que vería como un éxito si en el encuentro con Putin pudiera acordarse un cese del fuego. “No hay nada definitivo. Quiero ciertas cosas. Quiero un alto el fuego”, dijo, y agregó que lo quiere “rápidamente”. A continuación manifestó: “No sé si será hoy, pero no estaré contento si no es hoy. Todos han dicho que no podrá ser hoy. Sólo digo que quiero que paren las muertes”.
También señaló que esperaba que la cumbre saliera “muy bien”. Pero agregó que si ese no era el caso, se iría a su “casa rapidísimo”.
Sobre los reclamos de Europa y Ucrania de que la solución a este conflicto no involucre sólo a estadounidenses y rusos, Trump señaló: “Europa no me dice qué hacer, pero obviamente participará en el proceso, al igual que Zelenski”.
Reiteró que él no negociaría concesiones en nombre de Ucrania. “Estoy aquí para hacer que se sienten a la mesa”, dijo. Agregó que lo que buscaría en el encuentro con Putin sería un cese del fuego y “esto no tiene nada que ver con Europa”.
De todos modos, el presidente estadounidense también tenía previsto discutir con su par ruso sobre un “intercambio de territorios”, con el que Rusia consolidaría su anexión de zonas de Ucrania que actualmente domina. Sin embargo, Trump aclaró que el acuerdo al respecto quedará a cargo de Kiev.
El gobernante también aludió a la posibilidad de desplegar una fuerza internacional “con Europa y otros países”, aunque no “bajo la forma de la OTAN”.
Por otra parte, se refirió a que estaba en sus planes aplicar sanciones “económicamente severas” si no encontraba respuesta en Rusia para hablar sobre el fin de la guerra. “No hago esto por mi salud, no lo necesito. Me gustaría centrarme en nuestro país, pero lo hago para salvar muchas vidas”, afirmó.
Recién llegados
Trump llegó a Anchorage con una amplia delegación, que incluía a integrantes de su gabinete, como el secretario de Estado, Marco Rubio, y el del Tesoro, Scott Bessent, y dijo que también conformaba el equipo “gente de negocios” porque tenía la intención de hablar de esos asuntos, pero agregó: “Para que eso suceda, primero tenemos que resolver lo peor”.
Putin también viajó acompañado de integrantes de su gobierno. De la delegación rusa llamó la atención el ministro de Relaciones Exteriores, Sergéi Lavrov, que llegó más temprano a Anchorage con una remera blanca que tenía estampadas las letras CCCP —siglas equivalentes a URSS en ruso—, debajo de un chaleco abrigado.
Sobre las expectativas rusas, Lavrov dijo: “No hay que anticiparse. Tenemos argumentos, una postura clara y comprensible. Los presentaremos”.
En Anchorage, también se reunieron manifestantes contra Putin y contra Trump. El jueves, cientos de personas con banderas de Ucrania rechazaron la visita del presidente ruso y recordaron que tiene una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por el supuesto traslado de niños y adolescentes ucranianos a Rusia.
También criticaron a Trump por sus políticas, incluso por considerarlo proclive a ponerse del lado de Rusia en la guerra de Ucrania. El presidente estadounidense dijo que “los demócratas están comprando manifestantes” en su contra.