El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fiel a su estilo, volvió a sacudir el tablero internacional al afirmar el martes que Ucrania puede recuperar todo su territorio perdido e “incluso ir más allá”. El giro sorprendió en medios locales e internacionales porque, días antes, había mantenido un tono mucho más cercano y distendido con su par ruso, Vladimir Putin, mientras que con el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski tuvo varios enfrentamientos que se volvieron públicos.

Analistas uruguayos consultados por la diaria calificaron de “errático” el comportamiento del mandatario norteamericano y lo interpretaron como parte de una estrategia de presión sobre Moscú para forzar resultados.

“Es muy difícil hablar de giros con Trump porque ha sido siempre muy errático y cambia permanentemente en busca de resultados”, dijo a la diaria el doctor en Relaciones Internacionales Ignacio Bartesaghi.

“Trump está afectado por el estrepitoso fracaso de la reunión de Alaska (que mantuvo con Putin) e intenta frenar que los países compren petróleo ruso para presionar a su gobierno. Sin embargo, puede cambiar de opinión en cualquier momento si Putin está dispuesto a conversar. La postura de Trump nunca es permanente”, agregó.

En la misma sintonía, Wilson Fernández Luzuriaga, doctor en Ciencia Política y licenciado en Relaciones Internacionales, sostuvo que siempre es “difícil saber a qué fundamentos responde Trump”.

“No es una estrategia pensada, es errática. Trump tiene un discurso un día y luego tiene otro diametralmente opuesto. Representa una medida alternativa a una postura inicial que no le funcionó y con la que busca convencer a Rusia para que termine el conflicto”, sostuvo Fernández Luzuriaga, quien además es profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República e investigador universitario.

El martes, Trump dijo en su plataforma Truth Social, después de un encuentro con Zelenski al margen de la Asamblea General de la ONU, “que Ucrania, con el apoyo de la Unión Europea, está en condiciones de luchar y recuperar todo el territorio”.

Asimismo, calificó a Rusia como un “tigre de papel” que lucha “sin rumbo” tras tres años de guerra. “Putin y Rusia están en graves problemas económicos, y este es el momento de que Ucrania actúe”, opinó.

Estas declaraciones entusiasmaron al presidente ucraniano, que dijo, en rueda de prensa, que “suponen un gran cambio” y muestran que Estados Unidos “comprende claramente la situación y está bien informado sobre todos los aspectos de esta guerra”.

También la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, celebró el cambio de Trump y dijo que sus declaraciones fueron “muy contundentes”.

“Somos muy positivos al respecto, porque todas estas medidas son acertadas: sí, debemos dejar de comprar energía rusa y Ucrania debe ganar la guerra”, afirmó.

Zelenski y postura de Rusia

Luego del giro abrupto de Trump, Zelenski habló el miércoles ante la Asamblea General de la ONU y exigió a sus aliados mayores presiones contra Rusia porque “no hay garantías de seguridad sin amigos fuertes y armas”.

El mandatario ucraniano acusó a la ONU de ser ineficaz a la hora de dar una respuesta al conflicto, y consideró que el derecho internacional sólo funciona si se tiene “amigos poderosos que estén realmente dispuestos a defenderlo [...] y ni siquiera eso funciona sin armas”.

Zelenski sostuvo que en estos momentos se está desarrollando la “carrera armamentística más destructiva” de la humanidad, la cual es fomentada por la inteligencia artificial y la guerra con drones. Asimismo, pidió a los países que actúen de inmediato y apoyen a Ucrania.

Rusia, en cambio, rechazó de plano esa visión. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que el presidente Putin “está abierto a una solución pacífica” pese a las diferencias con Zelenski, pero advirtió que las afirmaciones de que Ucrania pueda recuperar todo su territorio son “erróneas”.

“No deben olvidar que, con cada día que pasa, cuando la parte ucraniana se niega a negociar, su posición negociadora sólo empeora. Esta es la realidad, y la dinámica en el frente es una prueba más que elocuente de ello”, comentó el vocero y replicó la expresión de Trump: “Rusia no es un tigre de papel, se asocia más con un oso, y los osos de papel no existen”, ironizó.

Por último, rechazó que su país sufra problemas económicos y afirmó que la estabilidad macroeconómica se mantiene de manera plena.

¿Sin resultados?

Consultado por la diaria, Bartesaghi, que es investigador universitario y docente de la Universidad Católica, sostuvo que Trump llegó a la conclusión de que la “enorme tendida de mano que le dio a Putin no tuvo resultados y ahora cambió de estrategia”.

“Esta forma de hacer política internacional se ha visto en otros casos. Trump tiene cambios abruptos en su política internacional. Lo que hace es cambiar la estrategia para ver si Putin se sienta a la mesa de negociación”, argumentó.

Sin embargo, el experto expresó reparos sobre cuál será la postura de Putin. “Hay que ver qué hace; todo dependerá de cuánto le crea a Trump. En lo personal, no creo que Estados Unidos esté rompiendo su relación con Rusia. Está claro que Trump no quiere romper con Putin”, sostuvo.

Fernández Luzuriaga, por su parte, coincide en el diagnóstico y piensa que Trump prefiere una “Rusia occidentalizada” y no una “Rusia cercana a China”.

Durante la conferencia de prensa del martes, Trump evitó responder las preguntas sobre si sigue considerando a Putin como un negociador fiable, y dijo que recién podrá responder a esa pregunta dentro de un mes.

Lejos de la estridencia declarativa del presidente, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, aseveró que Estados Unidos “no se involucrará directamente en el conflicto ucraniano y se limitará a sostener la venta de armas a Europa”.

Un “guiño” a Occidente

Para Fernández Luzuriaga, con este cambio de estrategia, Trump le hace un “guiño a los aliados de Occidente que venía maltratando y busca una nueva alianza con el apoyo económico que le daría Europa a Ucrania y el sostén militar de la OTAN”.

“Mientras tanto, es cierto que Rusia está decayendo en materia económica y Trump debe creer que en esa situación están todas las variables dadas para que sea derrotada”, agregó.

“Para Trump, no le conviene a Estados Unidos que Rusia quede echada a los brazos de China, por eso no busca una victoria inmediata. Necesita tiempo y paciencia para empantanar a Putin. Su estrategia es disuadir y, en un escenario de absoluto debilitamiento económico, parecería inteligente que Rusia se integre a Europa Occidental y de esa manera deje a China sola, debido a que Pekín y Moscú, juntos, podrían ocasionar más daño en el futuro en una Guerra Fría”, concluyó.