El presidente ruso, Vladimir Putin, se presentó el martes en la región de Nizhni Nóvgorod, situada en el oeste del país, en la jornada final de unas maniobras militares que el ejército de su país hizo junto con el de Bielorrusia durante cuatro días.

Según lo que informó el líder del Kremlin, que pudo ser visto después de mucho tiempo vistiendo un uniforme militar, en los ejercicios participaron aproximadamente 100.000 soldados, además de 247 buques y más de 300 aviones de combate.

Los ejercicios, que incluyeron ensayos con armas nucleares tácticas, encendieron las alarmas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tras la incursión de drones en Polonia de la semana pasada lo que llevó a la alianza militar liderada por Estados Unidos a reforzar su extremo oriental.

De acuerdo con lo que informó la agencia Reuters, las maniobras, denominadas Západ-2025, consistieron en una serie de acciones conjuntas entre rusos y bielorrusos cuyo objetivo, según lo que declaró Putin, era “la defensa de la soberanía, la integridad territorial, la defensa de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia ante cualquier agresión”.

En su declaración transmitida por la televisión rusa, el líder del Kremlin detalló que estas maniobras contaron con la presencia de 25 delegaciones extranjeras, seis de las cuales –India, Irán, Bangladés, Burkina Faso, Congo y Malí– enviaron tropas; los tres últimos países mencionados son fuertes aliados africanos del gobierno de Moscú.

Después de las tensiones generadas por el ingreso de más de 200 drones rusos en Polonia, acción que la OTAN no dudó en calificar de “un acto de agresión”, desde Moscú se trató de bajarle el tono al tema.

“Quiero recordar las palabras de nuestro presidente, Vladimir Putin: Rusia nunca ha amenazado a nadie y tampoco amenaza ahora a los países de Europa”, aseguró Dmitri Peskov, portavoz de la Presidencia rusa.

Sin embargo, estas declaraciones no convencieron a ningún líder de la OTAN.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, declaró que las recientes maniobras militares supervisadas por Putin están diseñadas para simular la ocupación del corredor Suwalki, un área estratégicamente importante situada en la frontera de Polonia, que es el punto de acceso más corto al enclave báltico ruso de Kaliningrado, desde Bielorrusia.

De manera preventiva, el gobierno de Polonia decidió trasladar a 40.000 soldados a la frontera con Bielorrusia durante los ejercicios.

También desde la OTAN, el viernes el secretario general de la entidad, el ex primer ministro neerlandés Mark Rutte anunció una nueva iniciativa militar bajo el nombre de Centinela Oriental, con la que se busca reforzar la defensa del extremo más al este de la OTAN, informó el portal France 24.

Rutte explicó que en esta nueva actividad militar participarán Dinamarca, Francia, Reino Unido, Alemania y otros países que integran la alianza.

El político neerlandés dijo que este movimiento se dará luego de lo que él mismo consideró “la mayor concentración de violaciones del espacio aéreo de la OTAN que se haya visto”, por lo que no se trata de “un incidente aislado”.

Una guerra contra Occidente

En declaraciones recogidas por la agencia TASS este martes, Sergey Karaganov, presidente honorario del Presidium del Consejo de Política Exterior y de Defensa (CFDP) y supervisor académico del Departamento de Economía Mundial y Asuntos Internacionales de la Escuela Superior de Economía de la Universidad Nacional de Investigación, dijo que las acciones bélicas que se están registrando en Ucrania podrían ser el último intento de Occidente por debilitar y socavar a Rusia.

“En cuanto a Ucrania, debemos entender: esta no es una guerra contra ucranianos desafortunados y engañados, es una guerra contra Occidente en su conjunto, contra Europa en su conjunto”, declaró Karaganov, quien se encuentra participando en un foro internacional de seguridad en Pekín, la capital china. “Espero que la crisis en Ucrania sea el último intento de Occidente por alterar el curso de la historia para socavar a Rusia e, indirectamente, debilitar a China”, agregó.