Es increíble la inocencia de la cual peca la izquierda en nuestro país. Todavía cree que la coalición de ultraderecha va a jugar limpio en el escenario político. No lo hizo jamás. No dudaron un segundo, cuando los justos reclamos del movimiento popular amenazaban al poder, en dar un golpe de Estado entre militares, muchos integrantes del Partido Colorado y otros tantos del Partido Nacional, instaurando la dictadura más sangrienta que sufrió el Uruguay.

No comparto ni compartí la política de defensa del Frente Amplio. Soy de los que piensan que no necesitamos Ejército y que el país sólo precisa Fuerza Aérea y Naval. ¿Alguien piensa que podemos sostener más de 15 minutos un enfrentamiento bélico con Argentina o Brasil o Estados Unidos? Miren lo sucedido en las Malvinas, sólo como un ejemplo.

El Frente Amplio es una fuerza de paz y pacificadora, sólo necesitamos custodiar nuestros límites; una sociedad capitalista tiene este tipo de Ejército para defender no el Estado sino el privilegio de los ricos a expensas de su pueblo.

Los episodios de 2006 y 2018 muestran cómo con una operación de inteligencia el Ejército logró burlar a las autoridades civiles de cada momento.

Ahora la situación es clara: quien no vota el desafuero de Guido Manini Ríos está encubriendo a quienes formularon el pacto de silencio para amparar torturadores y no decir dónde están los desaparecidos.

No tengo dudas de que Azucena Berrutti, José Bayardi, Jorge Menéndez y Tabaré Vázquez actuaron según su leal saber y entender, pero fueron anulados por acciones de contrainteligencia del Ejército.

Ahora la situación es clara: quien no vota el desafuero de Guido Manini Ríos está encubriendo a quienes formularon el pacto de silencio para amparar torturadores y no decir dónde están los desaparecidos.

El Partido Nacional hace lo mismo que hizo con la ley de impunidad: no sólo la votó, sino que también la redactó, aduciendo que estaba implícita en el pacto del Club Naval. Pacto que no apoyaron, aunque se beneficiaron de sus logros. En realidad, votaron la ley de impunidad porque les era funcional a sus objetivos.

Ahora hacen lo mismo: no votan el desafuero, porque según ellos, esto pasó porque el Frente Amplio sabía todo y lo ocultó. Mienten ahora, como lo hicieron antes con la ley de impunidad.

Salen con calumnias a ensuciar la cancha. Mi pregunta es quién le dijo al ministro de Defensa Nacional, Javier García, que existía esa documentación que no estaba junto al expediente homologado y que ahora se adjunta; porque quien se lo dijo, lo supo siempre y no lo mencionó, y si García no da su nombre, está encubriendo a un encubridor.

Busquemos por ahí, a ver por dónde salta el conejo. Y cuando no se vote el desafuero a Manini, espero que el senador de Cabildo Abierto cumpla con su palabra de honor militar y él mismo renuncie a los fueros, como prometió.

Daniel Parada fue profesor agregado de Medicina de la Universidad de la República.