En el marco del proyecto de cooperación “Las prácticas de desarrollo de capacidades en las organizaciones sindicales en el Uruguay: estado de situación y construcción de un Observatorio de Vida Sindical (OVS.uy)”,1 se llevó adelante por tercera vez consecutiva un relevamiento para conocer las características sociodemográficas de las y los congresales del PIT-CNT, sus trayectorias, así como también la opinión de estos sobre diferentes tópicos, como por ejemplo los logros y desafíos del sindicalismo y los impactos de la militancia en su vida cotidiana ampliada y de la pandemia en las prácticas sindicales.

Este proyecto de cooperación se enmarca en el programa de vinculación “Universidad, sociedad y producción”. Lo lleva adelante el equipo de la Facultad de Psicología (Programa de Psicología de las Organizaciones y el Trabajo-Gobierno Organizacional), coordinado por Jorge Peloche, en acuerdo y con la coparticipación en el diseño y la implementación del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT.

El relevamiento fue realizado durante el 5 y el 6 de noviembre, y en este artículo se presentan los principales datos obtenidos.

El congreso tenía 1.144 congresales habilitados. La acreditación al momento de la votación de los tres documentos de balance y perspectivas fue de 1.086 y la encuesta fue contestada en forma válida por 970 personas.

Uno de los primeros datos a destacar es la conformación del congreso en cuanto al género de las y los congresales, con 45% de mujeres. Cabe recordar que en los dos últimos congresos (2016 y 2018) el porcentaje de mujeres fue de 19% y 29%, respectivamente, lo cual indica un crecimiento significativo que lo acerca a la paridad.

En cuanto al nivel educativo de los y las congresales, se mantiene la tendencia a la caída del nivel primario, así como al crecimiento sostenido del nivel secundario. Se constata una caída del nivel técnico (UTU). Se mantiene el porcentaje de Magisterio y terciarios relacionado a la integración del congreso, con un alto porcentaje de congresales pertenecientes a sindicatos de la educación. Crece el nivel universitario, lo que, conjuntamente con el aumento del nivel educativo de secundaria, podría mostrar un aumento general del nivel educativo de los y las congresales. Lo mencionado no presenta distinción por género.

Foto del artículo 'Quiénes son y qué piensan los congresales del PIT-CNT'

Relacionado a la formación, se consulta específicamente sobre la formación sindical recibida: 67% ha realizado cursos relacionados a su actividad sindical. Los temas principales en los cuales se han formado son salud laboral, riesgos psicosociales en el marco de la pandemia, género, acoso laboral, historia del movimiento sindical, organización, economía política, negociación colectiva y leyes laborales.

En la encuesta también se consultó sobre la trayectoria de las personas en los congresos, a partir de la pregunta sobre su participación en los dos últimos; entre 30% y 39% son quienes ya han transitado por la experiencia de un congreso. 60% señala una población renovada de congresales, cuyo origen será motivo de investigación. Una parte de dicha renovación se puede relacionar con el incremento de la participación de mujeres. Es necesario una profundización en este aspecto, ya que podría estar dando cuenta de procesos de alto impacto en la vida de los sindicatos debido a la pandemia.

En cuanto a este tema se puede destacar que de las mujeres que participaron en este congreso, 64% no participó en el último y 72% no participó en el de 2016. En el caso de los hombres estos porcentajes son de 58% y 65%, respectivamente.

En cuanto a la distribución por edad, se observó que sólo 50 personas tienen menos de 30 años. 15% de los congresales tiene entre 30 y 35 años, y 22%, entre 40 y 45 años. Al igual que en el anterior congreso, la edad promedio de los congresales es de 44 años.

Foto del artículo 'Quiénes son y qué piensan los congresales del PIT-CNT'

Se presentan a continuación los porcentajes de congresales por regiones en relación a los lugares de trabajo. En lo que tiene que ver con la distribución territorial, el congreso remite a un movimiento sindical organizado en todo el territorio nacional, con una sobrerrepresentación de la región metropolitana con relación a la población económicamente activa respectiva.

El relevamiento incluye también preguntas relacionadas a la organización de cada sindicato, por ejemplo, en cuanto a las formas de elección y las responsabilidades que tienen quienes asisten al congreso. En relación a las formas de elección, se confirma la presencia de un sindicalismo fuertemente institucionalizado, con mecanismos de democracia representativa consolidados, con una presencia menor de mecanismos de democracia directa.

Si bien 57% de los y las congresales tiene cargos en las directivas de los sindicatos, es de destacar la importante presencia (25,9%) de delegados de base.

Respecto de los cargos de los congresales es interesante anotar que, en relación a las organizaciones filiales, las mujeres casi igualan a los hombres en los casos de los cargos de máxima jerarquía y los superan como delegados de base y otras responsabilidades. Una hipótesis viable es que en las organizaciones sindicales y en la conformación del congreso estén en marcha procesos tendientes a la paridad de representación.

Efectos de la pandemia y logros de los sindicatos

Este año se incorporó la consulta acerca de las afectaciones producidas por la pandemia con relación a las prácticas sindicales. 63% declaró que la pandemia afectó la vida sindical.

La reducción de la actividad laboral, los envíos masivos al seguro de desempleo, que se suman a la imposibilidad de realizar asambleas y reuniones presenciales durante gran parte de 2020 y parte de 2021, sin duda impactaron en el desarrollo de las prácticas habituales de los sindicatos.

Por otra parte, la situación desde 2020 a la actualidad estuvo y está signada por grandes tensiones y conflictos en las relaciones entre el sindicalismo y la alianza entre gobierno y empresarios, a lo que se añade transversalmente la emergencia sanitaria. En este marco desafiante, los encuestados consideran que se han obtenido logros en al menos cuatro aspectos: en lo que tiene que ver con la militancia, en materia de movilizaciones, en el plano político y en cuanto a lo autoorganizativo o autoproductivo.

En lo que tiene que ver con la militancia, los congresales entienden que ha habido logros en la dimensión del movimiento y la organización. En relación a lo primero, expresan haber conseguido armar un tejido de alianzas con otras organizaciones sociales en que se destaca el apoyo a las ollas populares y la militancia junto con diferentes colectivos en la campaña de recolección de firmas para la derogación de 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC). En cuanto a lo segundo, se logró mantener la unidad e incrementar el número de afiliados al sindicalismo (se destaca el aumento de participación de mujeres), incluso en condiciones de emergencia sanitaria y virtualidad, lo que permitió organizarse y movilizarse en defensa de logros adquiridos y la lucha en pro de intereses de los trabajadores.

En el plano político se destaca haber alcanzado las firmas necesarias para activar el mecanismo de referéndum para la derogación de 135 artículos de la LUC, que emerge como el principal logro de la etapa.

Por el lado de la movilización, ha habido acciones exitosas en defensa de los logros adquiridos; en este sentido, en algunos sectores se pudo mantener puestos de trabajo y evitar la pérdida salarial, además de defender las condiciones de trabajo. También se logró promover intereses de los trabajadores, lo que en algunos sectores se tradujo en logros tales como aumentos salariales y ampliación de licencias especiales.

En el plano político se destaca haber alcanzado las firmas necesarias para activar el mecanismo de referéndum para la derogación de 135 artículos de la LUC, que emerge como el principal logro de la etapa. Esto permitió a las organizaciones sindicales, según entienden los congresales, seguir siendo relevantes en el escenario político y social. En el plano político también se destaca el mantenimiento y la defensa del sistema de negociación colectiva y de los Consejos de Salarios.

En el plano autoproductivo, los congresales refieren al mantenimiento y reforzamiento de la unidad sindical, y destacan que ello se logró aun considerando las dificultades de las restricciones de la pandemia y del despliegue de las políticas de corte neoliberal y autoritarias del gobierno actual, que han significado una verdadera amenaza para las organizaciones sindicales. Además, en este plano destaca la conformación de la Intersocial y la creciente participación de las mujeres en las organizaciones, así como el desarrollo de las políticas y prácticas de formación.

Desafíos para los sindicatos

En este apartado aparecen en primer lugar las preocupaciones derivadas de los desafíos inmediatos del movimiento sindical, es decir, lograr ganar en el referéndum, así como en las cercanas elecciones de los representantes sociales en el Banco de Previsión Social (BPS), donde el PIT-CNT presenta la lista 11 por los trabajadores y respalda la lista 1 por los pasivos. Estas elecciones revisten particular importancia dado que, en tanto vota el universo de trabajadores y pasivos, constituyen una instancia clave de validación de la representatividad de las organizaciones sindicales.

Finalmente, otro gran conjunto de respuestas versa sobre desafíos programáticos, entre ellos los vinculados a la protección de derechos y a la lucha por el salario y por el empleo y en defensa de la negociación colectiva. Es de destacar como novedad, dentro de estos grandes agrupamientos de respuestas, que en ediciones anteriores (congresos XII y XIII) el empleo como problema tenía apenas referencias marginales; ahora, en cambio, aparece de manera significativa.

Fuera de estos grandes agrupamientos temáticos aparecen, con mucho menos frecuencia, preocupaciones vinculadas a la transformación productiva, al “hambre” (que en ediciones anteriores no figuraba), a la importancia de la concientización de los trabajadores que no integran los sindicatos, a la burocracia y a la participación de jóvenes y mujeres. Sin embargo, y teniendo en cuenta el porcentaje de participación de congresales mujeres, es marginal la aparición de enunciaciones referidas a género (acoso, aborto, violencia de género, maternidad, discriminación, feminismo, etcétera).

Por otra parte, no se registran respuestas que mencionen los desafíos en materia de inserción internacional de Uruguay ni temáticas ambientales.

Militancia y vida cotidiana

En la encuesta realizada la militancia se relaciona con la amistad, el apoyo mutuo, la empatía y la confianza, que generan sentimientos positivos vinculados con ser escuchados y valorados por los compañeros y compañeras en el desempeño de las tareas sindicales. Esto se relaciona con la existencia de valores como la convicción, el compromiso social y la solidaridad que se procura que circulen y sean adoptados por los sindicalistas. Esto refuerza el sentido de misión de la organización, la cual se fortalece con el sentimiento de unidad, que es condición para la acción sindical entendida como la aplicación de medidas de lucha y negociación colectiva.

Los encuestados mencionan logros directamente relacionados con la militancia, que pueden ser afectivos o materiales. Los primeros se caracterizan por relaciones de amistad, gratificación por el esfuerzo militante y la autopercepción de ser más libres y más humanos. Los segundos se relacionan con mejoras en la calidad de vida y las condiciones de trabajo, recuperación de puestos laborales y mejoras salariales. También mencionan costos que tienen que ver con que la militancia, en tanto es excesivamente demandante en cuanto al tiempo de participación, perjudica la vida familiar, obstaculiza las tareas de cuidados y reduce el tiempo destinado a los hijos e hijas, lo que dificulta la conciliación entre vida familiar y militancia, lo que lleva a conflictos. También se ven perjudicados los proyectos estudiantiles de los militantes, porque deben ser postergados o rediseñados en función de optimizar los tiempos de militancia. En sintonía con lo anterior, la participación militante muchas veces obstaculiza la trayectoria laboral, debido a que quien milita suele ser objeto de persecuciones antisindicales e incluso despidos.

Elaborado por el equipo de la Facultad de Psicología de la Universidad, integrado por Jorge Peloche, Héctor Seco, Fabio González, Camila Lucas, Victoria Blanco, Mariana García y Rodrigo Rodríguez.


  1. Leopold, L; Peloche, J; Buffa; C; Seco, H. et al., 2018.