Resulta imposible no reflexionar sobre los desafíos aún vigentes en materia de derechos humanos, particularmente sobre las políticas de memoria, verdad y justicia en el Uruguay en una semana tan especial para quienes levantamos estas banderas como emblemas indiscutibles. Considerar el 20 de mayo como una fecha trascendental para nuestro país debe ser una obligación de las juventudes para con las anteriores generaciones, que pusieron el cuerpo y la vida por la democracia y las libertades.

Es imposible no recordar en estas fechas a Zelmar Michelini, cuyo pensamiento expresa el contenido contemporáneo y vigente de su legado político, particularmente en materia de libertades, defendiendo la soberanía nacional con perspicacia política y con un enorme compromiso histórico por aquellos que sufrían los embates del terrorismo de Estado. Quizá no sabía en aquel instante en el que denunciaba desde el Tribunal Russell las violaciones de la dictadura cívico-militar, que él mismo iba a padecer la cobardía de sus asesinos.

Recordar a Zelmar, al Toba, a los frenteamplistas, blancos y colorados demócratas que defendieron las instituciones es recordar la mejor tradición del país, que por fuera de los partidos se unió para expresar su voz contra una tiranía cruenta y despiadada que asesinaba sin pudor a sus hermanos.

Qué mejor defensa del patrimonio nacional y de una verdadera soberanía que proclamar bien fuerte el empeño por una sociedad que respete los derechos humanos y que siga la búsqueda de aquellos que no están.

La clave para entender lo que sucedió no va en teorías sino en hechos, en vivencias y en definiciones. Hoy resulta clave analizarlas para desmitificar el negacionismo de los crímenes cometidos por la dictadura por parte de diversos actores políticos, militares y civiles, cuyo objetivo es prolongar su impunidad a costa del silencio. Es nuestro deber como ciudadanos impedir que eso suceda.

Nuevamente, como desde hace décadas viene ocurriendo, estos personajes propician un claro mensaje, en el marco de su negacionismo contrario a la búsqueda de la verdad, y nos cabe la responsabilidad de combatir ese discurso y desmentirlo con datos.

Durante estos meses varios nos hemos emocionado con Argentina 1985 y particularmente con el alegato final del fiscal Strassera sobre el sadismo y la perversión moral, pero no tomamos dimensión de que once años antes Zelmar Michelini afirmaba ante el Tribunal Russell: "Hay toda una literatura que tiende a explicar el placer sádico de torturar al ser humano". Resulta impactante leer ese documento escrito por Zelmar y aún más doloroso es observar las secuelas comentadas en tal escrito sobre el sufrimiento del pueblo.

Esta semana debe ser de reflexión, intercambio y escucha. Las nuevas generaciones seguimos con un firme compromiso por estas causas, que no son de ninguna fuerza política, sino que son del Uruguay todo. Qué mejor defensa del patrimonio nacional y de una verdadera soberanía que proclamar bien fuerte el empeño por una sociedad que respete los derechos humanos y que siga la búsqueda de aquellos que no están.

Hemos aprendido que la tiranía no se ensaña con todos, sino que es particularmente cruel con aquellos que con un lápiz y papel combaten la ignorancia. La dictadura uruguaya fue claro ejemplo de ello, docentes y estudiantes fueron perseguidos, torturados y asesinados por soñar y construir una utopía distinta, son estos luchadores populares nuestro ejemplo diario.

En memoria de los caídos por la defensa de un país más justo,solidario y con vocación igualitaria, enhonor a la lucha de las generaciones antecesoras a las nuestras y con el mismo compromiso que siempre nos caracterizó es que este 20 de Mayo volvemos a las calles a marchar.

En recuerdo a los desaparecidos y en homenaje a las víctimas de aquel día, Zelmar, referente indiscutido pero también al Toba, a William, Rosario y a Manuel, a quien también lo secuestraron y nunca apareció.

Por los que vienen, seguimos levantando cada imagen, cada cartel, en el silencio de multitudes canalizando el sentir de un pueblo, que sigue reclamando la verdad y que dice presente.

Gastón Castillo es Presidente del Comité Unidad Teja y Secretario de Juventudes de la Coordinadora E del Frente Amplio.