Las dinámicas en los centros de enseñanza media en algunas zonas metropolitanas son particulares. Quien no ha trabajado en ellos o quien hace mucho tiempo no lo hace quedaría despistado, asombrado y en algunos casos impresionado. Cada día circulan cientos de adolescentes, además se suman las familias, los vínculos de los estudiantes que se acercan a los establecimientos educativos con fines diversos, entre otras personas.

Antes de continuar es importante aclarar que la segmentación económica y social existente en nuestro país lleva a que muchos jóvenes no tengan qué comer,1 tampoco cuentan con una vivienda digna, ni tienen seguimiento de salud (hay casos de problemas de salud mental que se atienden cada seis meses).

Todo lo antes mencionado se multiplica en algunas zonas montevideanas y de Canelones. En otros departamentos son menos estas situaciones pero también se dan. En el área metropolitana y en los barrios periféricos están las zonas más excluidas de un sistema que es cada día más excluyente de las mayorías, pues la riqueza se concentra cada vez más en menos personas.

Es por ello que la realidad educativa no se puede comparar entre diversos sectores sociales. No hay un sistema único de educación. Las segmentaciones antes mencionadas hacen convivir en la sociedad a los colegios para las élites y centros públicos con todo tipo de carencias.

Los conflictos y la violencia que se viven a diario en algunos centros educativos son de alto impacto para quienes concurren y trabajan en ellos. Allí, el sistema deja ver su cara más cruda. Allí, una y otra vez explotan pequeñas situaciones, incidentes a veces menores, otras veces graves. Muchas veces no son conflictos iniciados dentro de los centros.

Estas violencias cotidianas se pueden entender por la rabia contenida, por la exclusión sufrida a lo largo de los años y por generaciones. Pero no hay que romantizar estas situaciones: los oprimidos incorporan y reproducen los valores y las dinámicas opresivas del sistema dominante.2 Es una realidad a tener en cuenta y presente para intentar superar el proyecto educativo actual.

Los motivos de los conflictos que se dan pueden ser diversos: un cruce de miradas, algún comentario en las redes sociales, un problema barrial que se traslada y “resuelve” en el centro educativo o sus alrededores. Recordemos que en algunos territorios el Estado desde 2020 se retiró o tiene una presencia mínima. Las promesas de mudar el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), de no restringir el presupuesto educativo o de construir cientos de liceos quedaron en el bidet. La presencia estatal más común es la policial, especialmente cuando sucede una ola de asesinatos y en los medios de comunicación hegemónicos no se pueden ocultar.

En estos barrios desde el gobierno central no se ha invertido en espacios recreativos, en centros deportivos y lugares culturales. La Intendencia de Montevideo y la Comuna Canaria son las que vienen invirtiendo en estas áreas tan importantes para el desarrollo humano y social.3 Esta situación hace que cientos de jóvenes no tengan otro lugar de encuentro que no sean los liceos. Estos establecimientos no tienen condiciones, no están pensados para que los adolescentes puedan desarrollarse plenamente.

Recordemos que los colegios a los que concurren las élites tienen en sus predios gimnasios cerrados y canchas para deportes al aire libre, salas teatrales, laboratorios acondicionados con todas las novedades al día, entre otros espacios. En cambio, los liceos de estas zonas metropolitanas apenas tienen condiciones edilicias para brindar clases (a veces en contenedores agujereados).

Lo más sencillo y la coartada más rápida es afirmar que los docentes tienen prácticas pedagógicas perimidas o aburridas, y esto sostiene hoy la transformación de la educación. Esta afirmación no es nueva de este período sino que viene de autoridades anteriores. Qué hacer con la educación es una discusión en la mayor fuerza política del país que hoy está en la oposición.

Los jóvenes de los sectores más vulnerados de la sociedad tienen derecho a estudiar y conocer el saber acumulado por la humanidad. Quizá se deban crear y construir nuevas instituciones especializadas para que puedan transitarlas de manera satisfactoria con profesionales de la educación y otros profesionales. Es una discusión a dar. Pero es imprescindible tener claro que esa estructura necesita un presupuesto acorde a ese desafío y que los resultados no son como los de una fábrica de chorizos.

Tiempos complejos

Uno de los puntos críticos en estos momentos en los centros de zonas vulnerables, según el informe Aristas Media, es la seguridad. Los jóvenes que concurren a los centros educativos plantean que se sienten inseguros fuera de estas instituciones y seguros dentro de ellas.

¿Por qué se da esa situación? Porque allí los profesionales de la educación son claves. Especialmente la figura y el rol del adscripto es muy importante.

Hagamos un rápido repaso por esta figura pedagógica. A partir del “pachecato” comenzó a cumplir un rol fiscalizador y de contralor de los jóvenes. Como plantea Antonio Romano, la “guerra pedagógica” de los interventores de la enseñanza secundaria4 llevó a la persecución y censura de cualquier tipo de disidencia, tanto estudiantil como docente. La educación y la juventud eran un espacio de disputa clave.

La realidad educativa no se puede comparar entre diversos sectores sociales. No hay un sistema único de educación.

La Ley de Educación 14.101 de 1972 –escrita entre otros por el expresidente Julio María Sanguinetti– fue un duro golpe a la autonomía y dejó servida la entrada a las posturas autoritarias que se hacían cada día más fuertes y contaban con el apoyo de la mayor parte de los partidos políticos. La dirigencia de los partidos creía que de la crisis social que existía se salía mediante el autoritarismo y posiciones firmes.5

A partir de la posdictadura, comenzó a haber otra concepción. Pese a ello, la normativa y circulares que rigen el trabajo de los adscriptos no fue cambiada desde 1985 hasta hoy.6

La tarea pedagógica en los centros de enseñanza es clave. Es la tarea de los docentes la que se debe reforzar: acompañamientos, horas de apoyo, coordinaciones docentes, horas para planificar y coordinar. La rendición de cuentas actual no contiene ningún rubro para lo antes mencionado. El gobierno conservador y sus aliados tienen la convicción ideológica de que el gasto público debe seguir disminuyendo. No creen en lo público. Para este sector el Estado sólo puede gastar cuando los grandes productores rurales solicitan préstamos y hay crisis agropecuaria, los demás gastos son parte de la grasa a extirpar.

El futuro proyecto político

El Congreso del Pueblo próximo y un futuro proyecto político deberán orientarse a pensar y discutir la problemática de la educación. Habrá que tener presentes algunas posturas, discutir y acordar bases de lo que será ese proyecto. Los trabajadores organizados y todos los que busquen otro proyecto político deberán tener presente el papel que cumple la educación en la sociedad contemporánea. Hay que tener presente que la lucha de ideas es fundamental para afirmar y sostener un proyecto político, no es un tema superficial.

El punto central es comprender que la educación es un ámbito de lucha política (como cualquier espacio social). Por este motivo habrá que tener presente y amplificar en la sociedad la idea de que la educación no resolverá todos los problemas sociales. Como afirma Pablo Gentili: “Como muchos considero que la educación constituye un bien fundamental para la construcción de una sociedad mejor. Pero no creo que deba adjudicársele exclusivamente a ella la responsabilidad de capacidades y habilidades para el desempeño laboral, con la bienintencionada aspiración de que, si esto ocurre, todos seríamos felices, pues entonces desaparecerían las inequidades y habría una distribución más justa de las riquezas acumuladas y de los bienes que mejoran la vida del conjunto de la población. Este argumento es una sagaz coartada (...) una sociedad será más justa o menos justa por la manera como se articulen los factores que definen su modelo de producción, acumulación y distribución de la riqueza”.

Una educación opuesta al modelo hegemónico será la que prepare a los seres humanos a poder desarrollar su plenitud, para ser activos miembros de la sociedad, sujetos partícipes de las decisiones sociales. Para ello es impostergable superar el actual proyecto educativo, que lo que busca es continuar implantando la ley de la selva con el mensaje del emprendedurismo como bandera para unos y la resignación para otros. De esta manera se abre la puerta para las condiciones del lucro en la educación.

Héctor Altamirano es docente de Historia.

Referencias

  • Asamblea Nacional de Docentes de Educación Secundaria, Comisión de Revisión de Normativa Vigente, XXXVI Asamblea Técnico Docente, Ejercicio 2016-2019.
  • Gentili, Pablo, Pedagogía de la igualdad. Ensayos contra la educación excluyente, Buenos Aires, Siglo XXI, 2011.
  • Romano, Antonio, De la reforma al proceso. Una historia de la Enseñanza Secundaria (1955 a 1977), Montevideo, Trilce, 2010.

  1. El proyecto de investigación denominado “Seguridad alimentaria y nutricional en hogares con adolescentes de B. Italia y de P. Rieles” dejó en evidencia lo que denunciaban los docentes organizados en los núcleos sindicales. Si se replicara esta investigación en otras zonas, seguramente arrojaría resultados similares. 

  2. Paulo Freire en su fundamental obra Pedagogía del oprimido desarrolla este punto. 

  3. Hay prácticas de todas las intendencias (incluidas las mencionadas) que se tienen que erradicar, por ejemplo, los ingresos de familiares que trabajan en estas instituciones; es decir, guardar cupos para los hijos de trabajadores. Los llamados deberían ser abiertos. 

  4. El primer “golpe a la educación” se dio cuando se sustituyeron a las autoridades de la Enseñanza Secundaria y de la Técnica y se designaron sendos Consejos Interventores, fue el comienzo de una “guerra pedagógica” (Antonio Romano, p. 63). 

  5. Leonor Berná lo analiza en el artículo denominado “La intervención de Educación Secundaria y la imposición de una pedagogía autoritaria, 1970-1971”, en Revista Contemporánea. Historia y Problemas del siglo XX, Año 9. Volumen 9, 2018. 

  6. En 2016 la Asamblea Técnico Docente (ATD) formó una comisión denominada Revisión de Normativa Vigente. En ella se hace un acercamiento exhaustivo sobre esta temática. Puede consultarse en línea.