Mientras que se sigan disputando lugares, no habrá feminismos.

Mientras que se continúen propagando prácticas expulsivas reproducidas por nuestras propias compañeras y compañeros, dentro de los espacios de militancia, no habrá feminismos. Mientras que importe más “ el micro y la foto” y no el trabajo colectivo, no habrá feminismos.

Mientras que algunas luchas se posterguen frente a otras, no habrá feminismos. Mientras que el consenso importe más que el disenso disruptivo frente a una estructura opresora, por más orgánica que sea, no habrá feminismos.

Mientras que vos no me “hagas calcito” pa subir al muro y yo no te extienda la mano cuando esté “allá arriba” para que estemos juntas, no habrá feminismos.

Mientras que tu vehemencia comunicativa supere la calidad de tu argumento a la hora de intercambiar y, de esta forma, una vez más, volvamos a situarnos en la lógica patriarcal de la desafectivización, no habrá feminismos.

Mientras que los liderazgos crezcan desproporcionadamente a costa del trabajo “invisible” de les otres, no habrá feminismos.

Mientras que el verbo militar sea una forma de operar el despotismo, dejando de lado el cuidado hacia le otre y sus necesidades o adversidades, no habrá feminismos. Mientras que algunes se vistan de aliades para la ocasión, pero en el cotidiano continúen perpetuando el machismo recalcitrante en cada escenario que se les presente, no habrá feminismos.

Mientras que nuestra fuerza política no asuma que sin feminismos no hay izquierda, no habrá feminismos.

Mientras que piensen que miles de nosotras no somos capaces de organizarnos y movilizarnos, no habrá feminismos.

Mientras que no haya espacio para todas y para todes, no habrá feminismos. Mientras que la lucha sólo quede en palabras, no habrá feminismos.

Mientras que no seamos capaces de pararnos desde la horizontalidad y, por el contrario, continuemos promoviendo la constitución de espacios de “representatividad” basados en delegaturas, en el peso de figuras “fundadoras”, en el peso de las figuras de “liderazgo”, no habrá feminismos.

Mientras que no seamos capaces de aprender de este gran hito histórico, en el “acierto o en el error” de todo lo vivenciado, no habrá feminismos posibles que se retroalimenten y alimenten nuestra fuerza política.

Mientras que el Frente Amplio no logre comprender que existen otras formas de hacer política y que eso implica poder dialogar con los feminismos, no habrá potencia transformadora.

Nos organizamos y le decimos a nuestra fuerza política que sin feminismos no hay izquierda posible.

Pero les tengo una muy buena noticia: pese a cada enunciado acá colocado, nosotras seguimos resistiendo y, en este propósito obstinado de reivindicar los feminismos, logramos agenciarlos, a cada momento en que la oportunidad nos da una tregua. Fuera de nuestra fuerza política, pero también dentro de ella.

Nos organizamos y le decimos a nuestra fuerza política que sin feminismos no hay izquierda posible.

Fuimos miles, organizadas, bien manijas, desilusionadas, entusiasmadas, con esperanza, con risas y llantos también. Pero, sobre todo, con mucho orgullo, porque pese a todas las prácticas acá mencionadas, estamos convencidas de que a partir de esta aparente “grieta” crecerán nuevas flores y mucho verde. Los muros se llenarán de vida.

Nuestras voces, risas y sollozos rebotaron por todo el Platense y también en cada espacio de intercambio. Nos abrazamos y lloramos juntas, nos vimos con compañeres que hacía años que no nos veíamos, nos abrazamos con aquellas que durante meses “tipeamos” y nos vimos en cada reunión virtual, les pusimos cuerpas a las caras, llenamos de sentido esa imagen, convocamos a cada compañera que hoy ya no está con nosotras porque la muerte se la llevó, pero nos dejó en su paso por la vida un camino más allanado a las más “jóvenes”. Les agradecimos y las honramos.

Y a las históricas las ovacionamos, porque son nuestro orgullo y nuestro motor. Y la esperanza de que, como ellas sembraron la semilla en nosotres, nosotres lo haremos con quienes nos sucederán.

Escuchamos las mesas centrales, colmadas de mensajes potentes, reivindicando los transfemisnimos, los afrofeminismos, los ecofeminismos, los activismos de las organizaciones sociales y una diversidad de miradas que sólo los feminismos en su máxima expresión pueden sumar al debate de la construcción de una fuerza política de izquierda.

Se debatieron muchos temas, en las mesas y talleres, porque sí son nuestros temas, los temas de las feministas, pero también de ustedes, y queremos que así lo sea. Por eso hubiésemos querido que se quedaran hasta el final y participaran en todas las instancias posibles, sea el cargo que se ocupe, sea el rol que le toque desempeñar.

Porque apelamos a la escucha activa y respetuosa, como forma reparadora de tantos siglos de voces silenciadas. Porque también debemos habitar los espacios que nos tensionan y quizás de esta manera animarnos a recibir ese acumulado que también oficia de un espacio que promueve el pedagogizar para luego transformar.

El partido tiene que hacer eco en esta fuerza transformadora, ya no se puede tapar el sol con un dedo porque el cambio es inminente. Este cambio que se avecina se asoma por todas las regiones, de cada rincon del país fueron llegando, la cruzada feminista llegó y se fue más manija que nunca. Pudimos sentir el paso de cada compañere, llegaron miles, fuimos muches. Algunes esperamos aquí ansiosamente, otres viajaron kilómetros de distancia a la velocidad del pulso de corazones deseosos del abrazo.

Otres abrimos las puertas de nuestras casas para albergar a quienes llegaban, muches sin conocerse y hoy llevándose une amigue más, gracias a la idea militante de transformar nuestra fuerza política.

La responsabilidad de comenzar y continuar trabajando cada tema incluido en el Programa del 1er Encuentro Nacional de Feminismos del Frente Amplio es enorme. Es el gran desafío que se avecina.

El primer paso ya está dado, y contra todo pronóstico, fue un éxito. Esto debemos celebrarlo. Muchas voces se levantaron con mensajes potentes y tienen que ser escuchados y deben ser agenciados.

Un Frente Amplio que se define como antirracista y antipatriarcal debe dialogar con los feminismos y podemos afirmar que a partir de este primer encuentro lo logró.

Pensando en el día después, me pregunto, ¿qué nos impulsa? La potencia transformadora de los feminismos, feminismos que inevitablemente transformarán nuestra querida fuerza política. ¿Cómo suenan los feminismos en el Frente Amplio? ¿Cómo suena su latido? Potente, diverso y transformador.

Ximena Giani es integrante del Círculo Feminista de Casa Grande (Frente Amplio) y del comité funcional feminista La Comité.