Constantemente nos cuestionamos la necesidad de fortalecer los espacios de intercambio, discusión y debate en las juventudes políticas, que no sólo representan el futuro sino que también forman parte del presente. Hoy, como sociedad, enfrentamos nuevos desafíos y la juventud desempeña un papel crucial en ello. Desde el Frente Amplio debemos ampliar los mecanismos que generen contenido político e ideológico.

Nuestra fuerza política enfrenta un desafío histórico en una coyuntura extremadamente compleja, en la que las ideas extremistas y neoconservadoras están librando una batalla cultural. Debemos responder desde diversos frentes, por lo tanto, es fundamental establecer el argumento base para afrontar esta contienda en defensa de los principios que nos caracterizan como fuerza progresista y popular.

El 16 de setiembre marca el inicio de un nuevo desafío para quienes formamos parte de la estructura juvenil de nuestra fuerza política. Debemos empezar a trazar líneas de acción programática desde diferentes puntos que la sociedad, generacionalmente, nos está exigiendo. En este sentido, es de vital importancia que podamos involucrar a nuestros pares en la construcción territorial política y, por supuesto, programática.

Somos la única fuerza política que durante décadas ha estado construyendo el programa con la ciudadanía, en los barrios, en las casas de familia, desde la base, porque, como dijo Alfredo Zitarrosa, “no hay revoluciones tempranas, crecen desde el pie”. Ante esto debemos demostrar que las juventudes seguimos siendo parte de este proceso de transformación social, bienestar popular y cambio constante. Por lo tanto, es imprescindible poder ampliar nuestra voz y pensamiento al resto de las juventudes. Esas juventudes que militan en las causas sociales que nos abrazan, que nos reúnen todos los 20 de mayo para reclamar memoria, verdad y justicia, aquellos 14 de agosto en los que nos unimos para exigir mejoras educativas y al mismo tiempo recordar la historia o participar en las marchas de la diversidad. Son estas causas las que nos siguen uniendo, abrazando y, por supuesto, desafiándonos. A estas juventudes las llamamos nuevamente a unirse en la construcción de una esperanza colectiva y un sueño común.

Hoy, como sociedad, enfrentamos nuevos desafíos y la juventud desempeña un papel crucial en ello. Desde el Frente Amplio debemos ampliar los mecanismos que generen contenido político e ideológico.

Nuestra fuerza, diversa y amplia, se moviliza en todo el país a lo largo de setiembre y durante todo 2023, levantando las banderas que nos caracterizan siempre, pero sumando nuevas demandas y necesidades que la coyuntura nos reclama. Poder debatir sobre un tema tan sensible para nosotros como la salud mental es de vital importancia, fijando objetivos y metas comunes que se plasmen en nuestro programa conjunto, en el que los y las jóvenes tenemos un rol protagónico.

Estos meses demostrarán que los hombres y las mujeres jóvenes que componen esta fuerza política estamos a la altura de la historia y de los acontecimientos, que no nos quedamos sentados ante la desigualdad social, que no nos es indiferente la pobreza o el desempleo y que vamos a seguir luchando por esa felicidad pública que nos representa.

Si bien las luchas son intergeneracionales, las juventudes asumen un papel protagónico en un proceso histórico para el Frente Amplio de renovación en la dirigencia política y de nuevas perspectivas a futuro, porque para lograr cambios siempre debemos fomentar la participación.

Gastón Castillo es presidente del comité Unidad Teja-El Capi y secretario de Juventudes de la Coordinadora E del Frente Amplio.