Somos la mayoría; el mundo se ha transformado en un lugar de sufrimiento para la mayoría de las poblaciones.
¿Siempre ha sido así? Pienso que no, en un momento algunos se erigieron como villanos y dejaron de compartir lo que el planeta les ofrecía a todos. ¿Fue así?
Pero hoy nos pasamos oyendo los horrores de las guerras, de la muerte diaria de centenares de migrantes huyendo de ellas o del hambre de sus países.
Al mismo tiempo oímos las propuestas de cese al fuego que se dicen pero no se concretan.
El planeta está cada vez más agobiado por una política terrible contra su sustentabilidad. Hay foros de gobiernos hablando del tema, pero pocos avances reales.
El hambre de la mitad del planeta, la falta de agua y por otro lado la mala alimentación y el sobrepeso de la otra mitad, y el uso indiscriminado de drogas para adelgazar.
De la opulencia a la miseria y a la muerte por enfermedades tratables, guerras y faltas esenciales, toda una gama de gente que le tocó vivir en algún lugar de esta macabra dimensión.
Somos la mayoría; el mundo se ha transformado en un lugar de sufrimiento para la mayoría de las poblaciones.
Es una Nueva Comedia, declaraciones grandilocuentes que son desmentidas por las realidades. Todo un teatro armado para esconder que el mundo lo dirigen unos pocos alienados a los que la vida de la gente, de los niños, del planeta, de la cultura, de la belleza y del amor, no les interesa en absoluto.
La comedia mediática que esconde la realidad, la comedia política favoreciendo a los poderosos, avaros, desquiciados, enfermos, que son presentados como posibles salvadores. Ladrones, asesinos de niños, civiles, mujeres, voluntarios; que promueven los odios entre humanos y con la tierra madre.
Nos enceguecen, se afanan en llevarnos por caminos que solo llevan a conservar sus beneficios.
No hay que cultivar los odios, pero a estos personajes, actuales jinetes del apocalipsis, hay que denunciarlos, enfrentarlos, restarles apoyos, desarmarles su poderío, sus armas, que a veces parecen inofensivas pero que son letales, como el ataque sistemático a la cultura, a las verdades del conocimiento, mientras crean una novela paralela que les permite seguir dirigiendo nuestras vidas.
Dora Musetti es pediatra, psiquiatra y psicoterapeuta de niños, adolescentes y grupos.