Tenemos un fiscal antilavado, Enrique Rodríguez, que dijo que “capaz” que no se lava tanto dinero en Uruguay”. Insólito. ¿A qué tarea se dedica el señor fiscal? Hay más. El titular de la Secretaría Antilavado, Dr. Jorge Chediak, dijo: “Uruguay no es un centro regional de lavado de activos. Ni siquiera tiene el nivel de lavado de activos promedio de la región”. De lo tuyo me dices: bajaron los controles, no se investigó en los casos de contrabando y gran narcotráfico, ni en fraude ni en corrupción, que son delitos precedentes.

Uruguay es ambivalente. Ambivalencia es diferente de ambigüedad. En ella conviven dos sentimientos opuestos al mismo tiempo. Es típico de la esquizofrenia.

Uno de nuestros mitos: la corrupción es de baja intensidad. Levemente ondulada.

Durante años fuimos paraíso fiscal y el imperio de las sociedades anónimas financieras de inversión, fabricadas por varios bufetes prestigiosos, que se usaron para todo tipo de lavado de dinero y de fachada para organizaciones de crimen organizado. Pero al decir del exministro de Economía Ignacio de Posadas, es como acusar a un herrero que fabrica cuchillos por lo que después se hace con ellos. Vendedores de cuchillos es el título de un libro de reciente publicación que repasa cómo Uruguay se convirtió “de manera elegante” en un nodo regional para el lavado de activos. Sus autores: Daniel Espinosa, Ricardo Gil, Gabriel Tenembaum.

Violencia letal

En 2018 fue muy criticado el entonces director nacional de Policía Mario Layera (hoy designado al frente de la Secretaría de Inteligencia del Estado) por expresar que Uruguay podía llegar a ser como Guatemala o El Salvador. Le pegaron de todos lados.

Hace una semana nos vimos conmovidos por el asesinato de un joven de 22 años baleado por sicarios cuando llevaba en brazos a su pequeña hija de dos años. El estado de la pequeña todavía es reservado. Las últimas informaciones, que hablan de cerca de 20 balas de impacto en su cuerpito, dicen que quedará parapléjica. Estos hechos son nuevos en nuestra sociedad. Son alarmantes, pero, paradójicamente, no los cito para generar alarma, que siempre va de la mano de meter más bala y más cárceles, aun cuando esto ya se demostró que no sólo no soluciona nada, sino que agrava aun más el clima de violencia.

En junio de 2014 fue asesinada en Ariel y Sayago una pareja que iba en auto con dos niños. Esto formaba parte de una represalia contra toda una familia que tenía distribución de drogas en Complejo Verdisol. “Fabián Nicolás Morales, de 26 años, Natalia Carolina Manrique, de 31 años, el sobrino de esta y los dos hijos de la mujer se desplazaban en un auto Chevrolet Spark. Cuando llegaron a la esquina de Ariel y Sayago, fueron abordados por una moto que los venía siguiendo. Antes habían ejecutado al hermano mayor de Natalia, y luego de este hecho ejecutaron al padre de Natalia” (El Observador).

Según la diaria, “en 24 horas que transcurrieron entre la noche del lunes 13 y la noche del martes 14 de enero, cinco personas fueron asesinadas y siete resultaron heridas de bala. Cuatro de los heridos permanecen internados en grave estado. También está muy grave un hombre que fue apuñalado”.

Según el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, “los datos que nosotros tenemos no arrojan que haya habido un crecimiento como se ha manejado en algunas oportunidades de chicos baleados”.

En noviembre de 2024, el director del Hospital Pereira Rossell, Álvaro Galiana, manifestó su preocupación por lo que entendía como un aumento en los casos de niños baleados que ingresaban a ese centro hospitalario. “Se viene observando un aumento en las heridas de bala en estos últimos 15, 20 años, y este año creo que cada vez que ha habido un niño con herida de bala ha sido muy difundido y mediatizado. Es un problema que tenemos y que hay que asumir”, dijo en declaraciones a Telenoche.

El sociólogo Gabriel Tenembaum, en reportaje en radio M24, declaró sobre dos estudios que analizan la tenencia y el uso de armas de fuego. Impactante.

La respuesta más contundente al exabrupto de Martinelli la dio Elba Núñez, coordinadora de El Achique Casavalle e integrante del movimiento La Vida Vale. “Lo invitamos al señor ministro a que venga un par de días y noches acá en Casavalle, para escuchar las balaceras y ver el terror de los niños” (TV Ciudad). Es buena receta para todo jerarca de gobierno. Como decía mi papá: sentarse en los bancos de un hospital público o de cualquier mutualista. No sólo para ver. Sino para escuchar lo que relatan, pavorosos, los y las usuarias del sistema de salud público y privado. No sólo por la gran violencia, sino por la violencia capilar que transcurre cotidianamente. Incluso por los padecimientos de un destrozado sistema de salud.

Corrupción

El papelón, inercia e ineficacia de la Junta Nacional de Transparencia, que no actúa, que no investiga, que no hace nada, nos deja la sensación de una impunidad también en este campo. El ojo son personajes públicos. Pero a nivel privado, como el mutualismo, son escandalosas las tramas y acciones que pecan de concusión del interés privado y público. Las corporaciones médicas. Corrupción pública y privada.

Violencia letal, lavado de activos y corrupción son tres pilares para ejercer timón y expresión de firmeza. Existe ya un enfoque integral que supera e intenta nuevos caminos sobre lo hecho.

Un sintético ayudamemoria:

» En el informe que ahora se eleva a Fiscalía, las irregularidades cometidas por la dirección del Casmu, son dignas de Piratas del Caribe.

» La compra del edificio de la ex Casa de Galicia por un monto irrisorio (12 millones) podría haberse destinado como hospital de referencia para todo el norte y oeste de Montevideo (el Hospital del Cerro costó 16 millones).

» El impune estrella sigue siendo el senador volante Juan Sartori. No es el único que le hace antón pirulero a la Jutep.

» Según Búsqueda, el coronel Enrique Montagno, exdirector de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), se preciaba de haber colocado a 135 cabildantes. Escandaloso.

» El coronel Eduardo Radaelli, procesado y excarcelado por el secuestro y asesinato del científico chileno Eugenio Berríos, tiene una empresa de vigilancia que casualmente ganó una licitación para vender servicios al Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial.

» Finalmente, la exministra Irene Moreira, que renunció, pero no fue convocada por la Jutep.

» “Nos enteramos de que no solamente ha habido ingresos irregulares de manera directa en Salto Grande −más de 36−, sino que también ha habido al menos 43 ingresos de manera directa en la Comisión Administradora del Río Uruguay”, informó Daniel Caggiani (La Red21).

» La evidente malla de corrupción en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en el Ministerio del Interior sobre el pasaporte que le dio la libertad al jefe de una organización de narcotráfico que comandaba Sebastián Marset.

» El mito de la corrupción levemente ondulada se derrumba con la asociación ilícita que tuvo sede en el cuarto piso de la Torre Ejecutiva. Bajo los ojos y aval por acción u omisión del presidente, el secretario y prosecretario de la Presidencia.

» “Ustedes me conocen”, dijo Lacalle Pou. Un afán de insinuar que había sido engañado en su buena fe. Como con el exsenador herrerista Gustavo Penadés. Luego se conocería que el exjefe de seguridad, Alejandro Astesiano, era un viejo conocido de la familia, militante herrerista y que dos medios de prensa y hasta el secretario de Inteligencia del Estado habían advertido de su prontuario.

» ¿Fue citado el clan Caram por las irregularidades en Artigas?

Todas irregularidades de apariencia delictiva. Pero la dimensión ética es competencia de la Jutep o de quien esté para controlar, fiscalizar y combatir la corrupción.

Violencia letal, lavado de activos y corrupción

Las nuevas autoridades en materia de seguridad y convivencia son cautas y no vienen con la pretendida estupidez de creer que no existió nada antes de nuestro gobierno. Exclamar “Hay orden de no aflojar” o la más absurda afirmación de que había que darle más respaldo y autoridad a la Policía, aumentar las penas y seguir hacinando cárceles. Eso no es lo nuestro.

La Policía tiene cometidos específicos. No se les puede cargar la mochila haciéndolos responsables de todo. El tema de la violencia letal, que no es sólo por ajuste de cuentas, es complejo, difícil y responde a una nueva cultura social, donde se conjugan varios elementos. Consumismo, marginalidad, empresarismo, falta de oportunidades, armas de fuego sin control.

Nadie tiene, porque no existe, la bala de plata. El sociólogo Emiliano Rojido, Gabriel Tenenbaum, Nilia Viscardi, Clara Musto, Nicolás Trajtemberg, entre otros, han investigado y aportado desde la academia. Invitar a continuar como asesor al politólogo colorado Diego Sanjurjo es una muy buena iniciativa del Dr. Carlos Negro. También hay gente que tiene trabajo en territorio y sabe.

Violencia letal, lavado de activos y corrupción son tres pilares para ejercer timón y expresión de firmeza. Existe ya un enfoque integral que supera e intenta nuevos caminos sobre lo hecho, renunciando al alarmismo y a la mano superdura que ya ha demostrado su acta de fracaso.

Esto implica erradicar la cultura de que Uruguay es levemente ondulado. Eso no es así. Estamos convencidos de que la corrupción socava la legitimidad de las instituciones públicas, atenta contra la sociedad, el orden moral y la justicia, así como contra el desarrollo integral de los pueblos (Convención Interamericana contra la corrupción). Estamos preocupados por la gravedad de los problemas y las amenazas que plantea la corrupción para la estabilidad y seguridad de las sociedades, al socavar las instituciones y los valores de la democracia, la ética y la justicia, y al comprometer el desarrollo sostenible y el imperio de la ley, también por los vínculos entre la corrupción y otras formas de delincuencia (Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción).

Milton Romani Gerner es licenciado en Psicología. Fue embajador ante la Organización de los Estados Americanos y secretario general de la Junta Nacional de Drogas.