Política nacional
Luego de concretar la entrevista con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, no hay mucho protocolo. Un par de controles de documentos, un escáner y listo. Bonomi invita con café y se acomoda sin apuro en un buen sillón de cuero. No es muy amigo de la síntesis y lo aclara cuando se le pide que sea conciso. Pasan los minutos y se va mostrando más vehemente con sus respuestas, pero no apura el reloj para decir sus verdades.
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26 de noviembre de 2012