Eugenio Zaffaroni es miembro de la Corte Suprema de Justicia de Argentina desde 2003, período en el que la Corte, con los votos positivos del especialista argentino, falló sobre la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y más recientemente sobre la despenalización del consumo de marihuana. El viernes de mañana recibió el título Doctor Honoris Causa de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República.

-Usted habla del pseudoconcepto de seguridad que domina en los medios. ¿Los dichos de Susana Giménez sobre la pena de muerte son un ejemplo? -No, eso fue un exabrupto, no creo que sea la publicidad más lesiva. Mucho más peligrosas son las cosas que se hacen más insidiosamente.

-¿Qué tipo de cosas? -Me refiero, por ejemplo, a todas las series policiales que vienen, que se doblan a todas las lenguas del mundo, y que en definitiva nos están mostrando la actuación de un psicópata que es el héroe, después nos muestran toda la violencia y la punición como la única forma de solución de conflictos, no hay otro modo de resolver los conflictos; el desprecio hacia quien respeta las reglas de la ley, las formas de la ley, que por regla general es mostrado como el investigador idiota, mientras que el otro, el que las viola todas, es el genio… En fin, todo eso va generando, va metiendo en el equipo psicológico de la gente una tabla de valoraciones completamente perversas. Y además, los comunicadores sociales que están a la pesca del homicidio más grave de la semana, y si no tienen alguno siguen con el de la semana anterior. Uno de estos días van a salir a matar a alguien para tener el homicidio.

-Usted fue uno de los ministros defensores de la despenalización del consumo de marihuana en Argentina, un fallo que sentó jurisprudencia. Si bien para unos es un avance desde el punto de vista de los derechos individuales, para otros plantea una contradicción, porque no se libera la producción y se obliga al consumidor a comprar ilegalmente. ¿Usted qué dice? -No hay ninguna contradicción. El que está comerciando genera un riesgo de afectación de la salud de terceros; el que está consumiendo lo único que puede afectar es su propia salud, y para afectar su propia salud el señor Estado no tiene que meterse; mi salud es mía, no del Estado.

-Pero esa persona si quiere consumir va a tener que cometer una ilegalidad. -¿Cuál es la ilegalidad?

-La compra. -No, lo que está penado es la venta, no la compra. Va preso el que vende, no el que compra; es eso lo que queremos. Pero son muchos los delitos en que hay consentimiento o intervención de la víctima y sin embargo a nadie se le ocurre penar a la víctima. Qué sé yo, en el estupro tiene que haber consentimiento, si no no es estupro, es violación. En el duelo, hay consentimiento de los que participan en el duelo.

-En 2005 la Corte Suprema de Justicia argentina votó por la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que impedían los juicios a quienes habían cometido delitos de lesa humanidad durante la dictadura. ¿Cuál es su postura respecto a la Ley de Caducidad? -No sé, habría que estudiarlo, pero creo que hay un problema respecto de la Convención Americana de Derechos Humanos y de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que establece que son inoponibles todos los obstáculos legales que se han inventado para impedir la punición de los crímenes de lesa humanidad.