Así como durante el acto en Bella Unión fue Mario Benedetti, en Villa Soriano la parte artística del acto estuvo cubierta por el tango y el candombe, declarados ayer como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Vázquez habló cerca de una hora y media en la Plaza Artigas de la localidad de Soriano sobre la economía uruguaya. Aclaró nuevamente que las “circunstancias políticas” lo han “obligado a estar nuevamente en contacto directo” con la gente, para cumplir con “el deber” de informar y “el derecho” de defender su administración. “Defenderemos nuestra gestión comparando lo hecho por quienes nos critican”, dijo, y ésa fue la tónica de todo su discurso. Explicó que el plan estratégico del gobierno buscaba cerrar dos ecuaciones: “lograr crecimiento con justicia social” y aumentar la inversión, la producción y el trabajo.

El primer mandatario destacó el crecimiento de la producción de 550.000 millones de pesos en 2005 a 675.000 millones de pesos en 2008 y negó que se debiera exclusivamente a las “excelentes condiciones internacionales” del último quinquenio, ya que el país tuvo un crecimiento anual de 8% del PIB y fue “creciendo sistemáticamente más que el promedio de América Latina” en lo que va del período. “Quienes nos critican poco dicen de las enormes dificultades que hubo que enfrentar desde el gobierno y como país”, dijo en referencia al sobrecosto energético generado por dos sequías y el aumento del precio del petróleo. Además, puntualizó que a estas dos dificultades hay que agregarle la crisis financiera internacional que comenzó a mediados de 2008. “Pese a todo, Uruguay no ha entrado en recesión y además ha mantenido baja la tasa de desocupación en 6,9%”, lo que, enfatizó “es todo un récord”. Frente a la acusación de que “dilapidamos el dinero de los uruguayos”, Vázquez contrapuso el aumento de los activos de las reservas internacionales, que de fines de 2004 a 2009 crecieron de 2.500 millones de dólares a 7.700 millones de dólares. También destacó la disminución de la deuda pública neta, y advirtió que el próximo gobierno tendrá necesidad de financiamiento por un 6% del PIB y no por un 23% del PIB como cuando asumió en 2005.

El presidente resaltó la duplicación de las exportaciones de bienes y servicios desde fines de 2004 a fines de 2008 y enfatizó que el país diversificó a 120 países el mercado uruguayo. A días de su llegada de una gira por Estados Unidos, Vázquez hizo hincapié en la confianza que Uruguay genera en el exterior. “Tenemos una imagen de país serio, que cumple con sus obligaciones, que tiene reglas de juego claras y estables, con un Poder Judicial respetable y respetado internacionalmente”, lo que, aseguró, permitió el crecimiento de la inversión. A nivel de la inversión pública, Vázquez dijo que pasó de ser el 2,4% del PIB en 2004 al 3,3% del PIB en 2008. Sobre la extranjera, señaló que de un promedio anual de 135 millones de dólares en la década del 90 creció a un promedio de más de 1.000 millones de dólares anuales en este período, y contando la inversión de Botnia a 1.200 millones.

“Por algo no venían antes, yo no voy a hablar de eso, pero hay confianza en el país, aprovechamos el período de bonanzas para reducir las vulnerabilidades del país, no perdimos el tiempo ni las oportunidades”, deslizó el primer mandatario.

En materia laboral, Vázquez afirmó que gracias a la reinstalación de los Consejos de Salarios el desempleo descendió de 12,2% al 6,9% actual, “pese a la crisis internacional”, y comparó que entre 1985 y 1990 el desempleo fluctuó entre el 8% y el 10,1%, y entre 1991 y 2004, período en que los gobiernos no convocaron los Consejos de Salarios, la desocupación fue de entre 8,3% y 17%.

Vázquez también destacó el crecimiento del salario real, que, afirmó, será superior al 25% para la mayoría de los trabajadores y de entre 30% y 35% para los que tenían sueldos más sumergidos. Las pasividades, que tuvieron una recuperación de 19% hasta el momento, en enero tendrán un nuevo aumento del 15%, anunció. También respondió a las cámaras empresariales que “se quejan porque según ellos inclinamos la balanza; en realidad lo que hemos hecho es equilibrar esa balanza, que en algunos casos, no todos, estaba inclinada hacia el sector empleador”.

El presidente destacó la solución al endeudamiento agropecuario, logrado a través de negociaciones del Ministerio de Ganadería durante la gestión de José Mujica, que hizo que el tema “ya no figure en la agenda” del sector, y el apoyo que se dio desde el Estado a los pequeños productores durante la sequía.

“Hemos recibido críticas muchas veces sin fundamento, pueriles, que a veces trasuntan ignorancia y, por cierto, muchas veces mala intención”, concluyó Vázquez en Villa Soriano. “Hay quienes temen a los cambios, creen que es más fácil administrar la inercia que gobernar los cambios”, pero, dijo, “evitar los cambios es tan ridículo como pretender encerrar al viento”.