El presidente paraguayo, Fernando Lugo, decidió aclarar públicamente que no protege al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), grupo que se atribuyó el secuestro del productor ganadero Fidel Zavala, de 45 años, cometido el 15 de octubre, y que asaltó un local militar del cual robó armas. El EPP se convirtió en un problema para el gobierno de Paraguay, no tanto por sus acciones sino por las reacciones que causó en la oposición. Incluso un obispo local, Zacarías Ortiz, afirmó que si Lugo no ejerce mano dura contra ese grupo armado es porque no quiere “o porque también está adentro”, indicó la agencia ANSA.
El presidente, quien fue obispo católico antes de dedicarse a la política, dijo en conferencia de prensa que “el EPP no nace con Fernando Lugo”, y recordó que ese grupo inició sus acciones antes de que asumiera su administración. Consideró, además, que si este grupo fuera oficialista, dejaría a su gobierno trabajar en paz.
La oposición reclamó a Lugo que enviara militares a los departamentos de Concepción y San Pedro, en donde se presume que actúa el EPP. A falta de milicias estatales, un productor ganadero chileno radicado en Paraguay, Eduardo Avilés, propuso crear un grupo paramilitar, un “comando anticomunista”, que detenga el “avance de la guerrilla”, y lanzó la idea de hacer una colecta para comprar fusiles AR-15 y AK-47 con el objetivo de armarse.
Su objetivo sería “perseguir físicamente a todos los comunistas que atentan contra nuestras vidas y pertenencias”, dijo el productor en una carta difundida por correo electrónico y publicada luego por el diario paraguayo Última Hora. A ese medio, Avilés dijo que sólo quería enviarla a los integrantes de la Asociación Rural del Paraguay (ARP). Los directivos de esta organización tomaron distancia y rechazaron públicamente la propuesta de Avilés. Así lo hizo el presidente de la ARP, Sigfredo Baumgarten. Pero este dirigente reclamó mayor presencia del Estado en los departamentos de San Pedro y Concepción, donde habría sido secuestrado Zavala, por quien se exige un rescate de cinco millones de dólares, indicó la agencia EFE. En San Pedro fue secuestrado hace más de un año otro productor ganadero, Luis Lindstron.
También a Avilés respondió el gobierno. “Nosotros no vamos a permitir la justicia por mano propia ni la apología del delito ni mucho menos que particulares se arroguen competencias que son propias del Estado paraguayo”, dijo en conferencia de prensa el ministro de Interior paraguayo, Rafael Filizzola. “Vean lo que ha ocurrido en Colombia, [donde] los paramilitares se quedaron con las propiedades que supuestamente tenían que proteger”, advirtió.
Filizzola, hombre cercano a Lugo, también rechazó acusaciones al mandatario de intentar estafar al Estado y comprar tierras con 20 millones de dólares de sobreprecio para destinarlas a la reforma agraria que impulsa su administración, informó ANSA. La oposición amenazó incluso con promover un juicio político contra el presidente.
“No nos dejaremos amilanar por críticas de sectores que se beneficiaron por años de la corrupción estatal”, respondió a su vez Lugo, que en los últimos días acumuló aclaraciones públicas. Ayer negó acusaciones de incitar a la lucha de clases en su país. Otra vez se habló de juicio político, esta vez con el argumento de que en un discurso que dio el sábado en un barrio pobre de Asunción, intentó promover esa lucha, informó EFE. El presidente aclaró: “Sí he dicho que hay muchos privilegiados que, amparados en sus riquezas obtenidas mediante el contrabando, el tráfico de influencia y el robo a las arcas públicas, no quieren el cambio”. El sábado había declarado que “los que genuinamente quieren cambiar el país son los que no tienen cuentas bancarias, son los que no salen cada día en las páginas sociales de la prensa”.
“Es igual que si un padre de familia arenga y alienta a que los hermanos peleen entre sí, en lugar de buscar una negociación y conciliación”, consideró Pedro Fadul, uno de sus rivales políticos y el ex candidato a la presidencia del partido Patria Querida, quien calificó de “criminal” el discurso de Lugo.
La Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, aliada del gobierno, alertó ayer sobre la existencia de “una campaña tendenciosa y malintencionada por parte de los sectores de la derecha retardataria, de la oligarquía latifundaria, ganadera y sojera”. De acuerdo con un comunicado de esta organización también existe el peligro de un juicio político para desplazar a Lugo del gobierno, y de un golpe de Estado “tipo Honduras”.