Para Gordon Brown, la próxima cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático -que se llevará a cabo del 7 al 18 de diciembre y reunirá a los mandatarios de 192 países- será clave para el futuro del planeta. Según el pronóstico del primer ministro británico, en caso de que este encuentro fracase y no se acuerden soluciones, no existirá un plan alternativo.

La cumbre convocada en la ciudad de Copenhague, Dinamarca, que reunirá a los líderes de las mayores economías del mundo, tiene el objetivo de abordar el problema del deterioro del medio ambiente y busca sustituir el Tratado de Kioto que está vigente desde 1997 y que caducaría en 2012. De acuerdo a la agencia de noticias Reuters, Brown es uno de los pocos líderes de las principales potencias que ha propuesto planes para presentar a la conferencia de Copenhague.

Brown llamó a los demás gobernantes a sumarse personalmente al compromiso con el clima y advirtió que las conversaciones preparatorias para la cumbre no van por buen camino, según recogió la BBC. El primer ministro británico realizó estas declaraciones ayer en el Foro de las Grandes Economías, celebrado en Londres, donde se reunieron los 17 países que emiten mayores cantidades de dióxido de carbono -el gas que produce el efecto invernadero- y que son los responsables del 75% de esa contaminación en el mundo. Entre ellos aparecen dos países latinoamericanos, México y Brasil. El gobernante británico dijo en Londres que para el año 2080 otros 1.800 millones de personas podrían sufrir la falta de agua y añadió que se aproximan conflictos a causa de las migraciones, que se darán debido a los cambios climáticos.

Entretanto, el grupo denominado Fondo Mundial para la Naturaleza, organización que opera en más de 100 países y reúne a más de 4.000 profesionales en el mundo, advirtió de cambios climáticos que no podrán ser controlados a mediano plazo si se continúa con el actual nivel de emisiones de dióxido de carbono.

Según Rajendra Pachauri, directora del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, una organización creada por Naciones Unidas para investigar sobre asuntos ambientales, “parece cada vez más improbable que los Estados se comprometan a algo en Copenhague”.

En Latinoamérica, los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Álvaro Uribe, anunciaron también ayer que buscarán promover una reunión de los países de la región amazónica, con la finalidad de alcanzar una propuesta conjunta para llevar a la cumbre de diciembre. Ambos mandatarios expresaron su deseo de que el encuentro tenga como sede a la ciudad de Manaos, en Brasil, y que tenga como fecha el 26 de noviembre, informó la agencia de noticias EFE.

Se espera que a Copenhague asistan desde América Latina los mandatarios de Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela, Guyana y Surinam, y un representante de la Guayana Francesa.